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Hace cinco años, una creativa de Disney, Jennifer Lee, comenzó a dar forma a uno de los proyectos más emotivos de la compañía: en 2023 cumplirían cien años y había que crear la historia perfecta, que contuviera la esencia de una vida dedicada al mundo de la animación.
Uno de los miembros de ese equipo, Chris Buck, que ganó un Oscar por Frozen, confiesa en una entrevista con EFE que, en principio, les parecía una tarea “muy abrumadora” dar con la clave para ese homenaje.
Y como la directora creativa quería que fuera “una película completamente original”, decidieron invitar a gente de todo el estudio y preguntarles ‘qué significa Disney para ti emocionalmente’. “Nos decían cosas como alegría, felicidad, inspiración, esperanza”, afirma también el productor mexicano Juan Pablo Reyes.
“De modo que, echamos la vista atrás, y elegimos una foto fija de cada una de las películas más emblemáticas y las pusimos en un tablón. Teníamos 100 años de películas de Disney delante de nosotros -cuenta Buck-. Y aunque había diferentes estilos y colores, lo que sí aparecía de forma constante eran personajes que pedían un deseo a una estrella”.
Así nació Wish: El poder del deseo, básicamente un cuento de hadas, apunta Reyes, donde Disney no sólo homenajea a los personajes más emblemáticos de la compañía del ratón -empezando por el propio Mickey Mouse-, sino que recupera al ‘villano’ típico y empodera a la heroína de esta historia, Asha.
El cuento ocurre en una isla mágica, Rosas, situada en un lugar estratégico del mar Mediterráneo, donde se unen todas las culturas, detalla a EFE otro de los productores (también del equipo de Frozen) Peter del Vecho.
Un rey guapísimo, casado con una mujer (probablemente, española, la reina Amaya, que le llama ‘mi rey’, en español, en la versión original) guarda en su palacio los deseos encapsulados de todos sus súbditos que sueñan con el momento en que los poderes mágicos del monarca los hagan realidad.
Cuando la aprendiz Asha descubre que Magnífico no tiene intención de cumplir sus promesas, pide ayuda a una estrella del cielo. Y le pide que cumpla su deseo de que las cosas no sean como el rey planea.
“Yo me crié con muchas películas de Disney, con mujeres empoderadas de los 90, que son las protagonistas de las películas que yo veía”, cuenta la codirectora de Wish, Fawn Veerasunthorn, responsable de cintas tan emblemáticas como Vaiana o Raya y el último dragón.
Asha, explica, “tiene mucha determinación y mucho sentido del humor. Está muy unida a su familia y a sus amigos y no se muerde la lengua, esa es una de las claves de este personaje”, apunta.
“Proviene del norte de África y decidimos que su madre es quien le hace las trencitas de su peinado”, una de las creaciones más alucinantes de la película, junto al movimiento de la capa de la reina Amaya, explica Veerasunthorn.
Destaca también el enorme parecido de los dibujos con los actores que doblan a los personajes en la versión original: Ariana DeBose, Chris Pine y Alan Tudyck, respectivamente, la rebelde Asha, el tirano Magnífico y la cabra Valentino.
Otro reto fue diseñar a esa estrella mágica, explica el equipo de creadores de Disney, que visitó Madrid para apoyar el estreno de la versión en español de la cinta.
“Yo creo que fue el personaje más complicado de desarrollar, porque es parte de la idea básica de la película. La estrella de los deseos existe en tantas películas de Disney que es casi sinónimo de Disney”, afirma Reyes.
Otro básico de la compañía que no podía faltar son los animales que hablan. En Wish, señala Buck, “lo que hemos hecho ha sido mostrar cómo llegan a hablar, y cómo cantan”.
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