La 74 edición de la Berlinale entregó este sábado sus premios, con dos Osos para el cine latinoamericano, uno de plata a la mejor dirección para el dominicano Nelson Carlo de los Santos Arias por Pepe y uno de oro para el corto argentino Un movimiento extraño, de Francisco Lezama.
Además, el jurado de la sección Encounters, dedicada a nuevos lenguajes cinematográficos, distinguió a la cineasta brasileña, Juliana Rojas, con el premio a la mejor dirección por su filme Cidade; Campo.
De los Santos aludió al problema de la falta de imaginación en la teoría política o en la filosofía para pensar más allá del eurocentrismo o la americanización imperial al recoger su premio por un filme, coproducido entre República Dominicana, Namibia y Alemania, que invita a reflexionar sobre aspectos como la identidad, los procesos migratorios y el colonialismo.
El filme, “el más inclasificable” de los veinte títulos en la competición oficial, según el director artístico del festival, Carlo Chatrian, se centra en un hipopótamo de la colonia de animales exóticos introducidos ilegalmente por el narcotraficante Pablo Escobar en Colombia, que muere a tiros en la selva de Colombia para regresar después en forma de fantasma y hablarle al espectador.
Lezama, por su parte, aprovechó el escenario para dar las gracias al Instituto Argentino de Cine, del que dijo que “está siendo muy maltratado” por el presidente de su país, Javier Milei, y a todas las instituciones públicas que están en riesgo en estos momentos “porque todo se mide con valor de cambio”.
El corto premiado es una suerte de comedia de enredos triste sobre la crisis económica en Argentina situada en Buenos Aires en 2019, en la que la protagonista, Lucrecia, que trabaja como guardia de seguridad en un museo, logra con un péndulo improvisado prever una fuerte subida del valor del dólar.
Al perder su trabajo recibe una indemnización con la que puede comprar dólares y comienza a fantasear con un “arbolito”, como se conocen a los jóvenes en las avenidas turísticas que cambian dólares.
En tanto, Rojas dedicó su premio a todos los cineastas brasileños que llegaron antes que ella y a los que están por llegar, así como a todas las realizadoras mujeres.
Cidade; Campo son dos historias de migración: Joana llega a Sao Paulo después de inundarse su pueblo, mientras Flavia se muda al campo tras la muerte de su padre.
Cidade; Campo, una coproducción entre Brasil, Alemania y Francia, son dos historias de migración -una del campo a la ciudad, y otra a la inversa- que abordan el dolor de dejar lo conocido para migrar a lo opuesto y desconocido, así como la memoria y la sensación de pérdida.
Por otra parte, el filme español The Human Hibernation, ópera prima de la realizadora Anna Cornudella, que se proyectó dentro de la sección Forum, fue distinguido con el premio Fipresci de la crítica internacional.
El premio Fipresci en la sección Encounters recayó en la película Dormir de olhos abertos (Sleep with your eyes open), una coproducción entre Brasil, Taiwán, Argentina y Alemania, dirigida por la realizadora germana Nele Wohlatz y protagonizada, entre otros, por el actor argentino Nahuel Pérez Biscayart.
Además, la película Memorias de un cuerpo que arde, de la cineasta costarricense Antonella Sudasassi Furniss, una coproducción entre Costa Rica y España, se llevó el 26 Premio Panorama del Público al mejor largometraje en esta sección de la Berlinale.
En tanto, la película Raíz, del peruano Franco García Becerra, coproducida con Chile y que se proyectó dentro de la sección Generation Kplus, dedicada al cine infantil, recibió una mención de honor por parte de Amnistía Internacional Alemania.
En la sección Generation, que cuenta con sus propios premios, la cinta española Cura sana, de Lucía G. Romero, se alzó con el Oso de Cristal al mejor cortometraje dentro de la categoría Generation 14plus, dedicada al cine juvenil, otorgado por el jurado juvenil, mientras el corto brasileño Lapso, de Caroline Cavalcanti, se llevó una mención especial.
El Gran Premio del jurado internacional de Generation Kplus a la mejor película, fue para la cinta Reinas, de la directora peruana afincada en Suiza, Klaudia Reynicke, coproducida entre Suiza, Perú y España, mientras Raíz, una coproducción peruano-chilena, se llevó una mención especial.
También se llevó una mención especial del jurado internacional dentro de esa categoría el cortometraje argentino Uli, de Mariana Gil Ríos.
En tanto, el Premio Especial del jurado internacional al mejor cortometraje de Generation 14plus fue para Un pájaro voló, de Leinad Pájaro De la Hoz, producido entre Colombia y Cuba.
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