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Casi sin voz, Elena Martín Gimeno no puede ocultar su alegría pese a estar enferma, ya que su película Creatura, una historia que muchos consideraban difícil y arriesgada, se llevó el principal premio de la Quincena de Cineastas de Cannes, un reconocimiento que espera ayude a su distribución.
Porque se trata del premio Label Europa Cinemas, que otorga la asociación de salas de cine independientes europeas, y eso “va a ayudar a la distribución del filme en un momento tan difícil”, explicó la realizadora y protagonista del filme en conversación telefónica con EFE.
Haber participado en Cannes ya le había dado a la película una gran visibilidad pero el premio es la culminación porque lo destaca por encima de muchos y muy buenos títulos que se han podido ver estos días en el festival.
Martín (Barcelona 1992) regresó a España porque se puso enferma pero asegura que se hubiera quedado hasta con fiebre si hubiera tenido la más mínima sospecha de que iban a premiar su película.
“Lo descartaba por completo”, afirmó Martín, que ha mandado un audio a los organizadores de la Quincena para agradecer el reconocimiento en el que ha utilizado una expresión del filme que se ha hecho muy popular: “me palpita la vulva”.
“Creo que no me voy a quitar esa sensación hasta dentro de mucho”, reconoce la realizadora entre risas sobre una expresión que utiliza su personaje (Mila) cuando es pequeña.
Porque Creatura cuenta la historia de Mila en edad adulta pero también cuando es pequeña y adolescente, tres fases que muestra su complicada relación con el sexo y el placer.
“Ya fue una alegría muy fuerte que la película llegara al público en las proyecciones de Cannes y que estas ideas preconcebidas durante el proceso de creación de que iba a ser arriesgada y difícil de entender se hayan desmontado”, consideró Martín sobre su segunda película como directora y actriz tras Júlia ist (2017).
En Cannes “el público ha entrado mucho en la película” y ya ha sido “un premio enorme ver que empatizaba con los espectadores, que ha removido cosas”.
Ahora, este premio, que procede de la industria, demuestra que la gente es más lista de lo que creemos.
“Hemos sido muy rigurosas y honestas en el proceso de escritura, rodaje y montaje, hemos explicado lo que queríamos explicar, pero hemos tratado de que fuera accesible para el público, que permita hacer un viaje emocional”, resaltó.
La recepción en Cannes y el premio de la Quincena demuestran que se pueden combinar ambas cosas “sin renunciar a tus ideas”, señala Martín, para quien lo importante es que esta película abra un debate.
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