Escenario

Emilio Portes: “También es importante de repente poder hacer personajes impresentables en la pantalla”

ENTREVISTA. El cineasta de filmes como ‘Pastorela’ o ‘Belzebuth’, habló con Crónica Escenario a propósito de su más reciente filme ‘El precio de educarlos’, que estrenó en el Festival Internacional de Cine de Guanajuato>

El actor mexicano Gael García Bernal en el Festival Internacional de Cine de Guanajuato
Imagen del cineasta durante la 27 edición del GIFF Imagen del cineasta durante la 27 edición del GIFF (Cortesía GIFF)

En el marco de la 27ma edición del Festival Internacional de Cine Guanajuato (GIFF), Emilio Portes, director, guionista y productor, presentó su más reciente comedia, El Precio de Educarlos, frente a la gente que llenó el Teatro de la Ciudad de Irapuato para homenajear a uno de los protagonistas del filme, Joaquín Cosío. Crónica Escenario pudo charlar con el realizador acerca de este proyecto que se estrenará próximamente directamente en plataformas.

Portes no es ajeno a la comedia, género en el que ha tenido una evolución de lo ácido a lo ‘ñoño’ pero eficiente. Al respecto, comentó: “De alguna forma todas pertenecen a ese género aunque son más salvajes, con más sangre. Las dos primeras sí son comedias de terror mientras que El Cácaro Gumaro es una mezcla de muchas otras cosas, pero sí era un humor más duro, más ácido, sarcástico, sádico a veces y políticamente incorrecto”, dijo.

“Solo Belzebuth es cien por ciento terror, aunque personalmente la considero hermano ojete de Pastorela. Pero El Precio de Educarlos es una película que creo está concebida como algo del estilo de Fuentes o Gavaldón pues es muy costumbrista, de enredos familiares”, añadió.

El realizador destacó que lo que le da más confianza es su elenco: “Cuenta con un ensamble grande de actores bastante conocidos como Joaquín Cosío, Angélica Aragón, Ianis Guerrero, Michelle Rodríguez, Verónica Bravo, Jesús Zavala, Edgar Vivar, Lalo España, José Sefami, el regreso de Nuria Bages, que funcionan como un engranaje en la película en donde todos tienen el mismo tiempo en pantalla y van embonando porque todos tienen pleitos entre ellos”, expresó Emilio.

“Al final es una familia, entonces es tan disfrutable ver los agarrones que se da Angélica con su hija, que es Michelle junto a los que se da Ianis con Joaquín. Eso hace que la película vaya caminando y moviéndose”, sumó.

Este filme marca la tercera colaboración en un largometraje con Joaquín Cosío, que hace una dupla encantadora al lado de Angélica Aragón. “Desde el principio quería que Joaquín fuera el contador y los productores sugirieron a Angélica, me pareció una idea fenomenal porque es una actriz extraordinaria, pero no es usualmente el trabajo que hace”, comentó.

“Aunque siendo monstruos de la actuación, de repente les salen ciertos matices o hacen que las escenas sean muy chistosas. La química que tienen ellos dos como esposos funciona como un jaeger malévolo dentro de una comedia enredada y todo lo hacen para atraer a los hijos. Eso me parece que es muy gracioso”, declaró el cineasta.

Además, Portes destacó que este filme no cae en lo mismo de otras propuestas del cine mexicano reciente. “Aunque pudiera parecer que es la típica película sacada del imaginario del metaverso de los productores de lucha de clases, en realidad no es una cinta de pobres contra ricos”, dijo.

“Todo sucede en este universo de clase media, donde de repente cae la bomba del dinero que descompone a los personajes sacando lo peor pero también lo mejor de ellos a partir de una de una broma y confusión que provoca una comedia”, añadió.

Asimismo, el director habló de la relación amistosa y profesional que lleva con Cosío. “Empecé a trabajar con él desde la escuela de cine con unos cortos. La cabeza de Juan Pérez no la pudo hacer pero estaba contemplado y en medio seguimos siendo cuates y bueno, luego sucedió Pastorela. Pero con Belzebuth, no creo que haya otro actor que pudiera hacer al Agente Ritter, con esa rudeza y vulnerabilidad a la vez”, expresó.

“Aquí, Joaquín hace algo donde se sale del estereotipo en el que luego lo encasillan. No es un narcotraficante ni un policía, es un contador, padre de familia y sus superpoderes son tener clientes con buen dinero y su esposa con la que se lleva increíble, es una pareja estupenda a quienes les funciona el cerebro a mil por hora”, comentó.

“Soy muy afortunado de haber hecho estas cintas con él, no sólo en este filme o en Belzebuth, sino también con la pareja que hizo con Carlos Cobos en Pastorela, con quien nos hubiera encantado hacer otras tres películas de lo que fuera”, complementó.

En ese sentido, estoy contento de poder siempre trabajar en un proyecto a su lado. Y hay otras ideas por ahí escritas para él, pero eso quién sabe cuando vaya sucediendo”, complementó.

Pero El precio de educarlos también llevó a Portes a trabajar con talentos como el de Ianis Guerrero. “Con él pasó que siempre hemos querido hacer una película juntos. Ambos tenemos casas productoras y siempre me ha parecido que su trabajo es extraordinario. Pero aquí, por fin se nos hizo. Hubo el espacio para poder hacerlo y me quedo con muchas ganas de repetirlo porque, además, la comedia es algo que haga tanto y le sale increíble”, expresó.

Retomando el tema de la comedia en su carrera, Emilio detalló que es necesario no caer en la autocensura. “Hay proyectos que aún haría que fueran políticamente incorrectos, bajos y brutales, porque creo que también es un tipo de comedia que está en riesgo de desaparecer. Claro que es bien importante de repente poder hacer personajes impresentables en la pantalla”, señaló.

Por ejemplo, el rol que hace Luis Arrieta en esta película es un villano increíble que no sabe que es un villano y que tiene todos los vicios que nadie quisiera tener y que él no sabe que tiene y por eso alguien con el talento de Luis lo hace tan bien”, continuó.

“Realmente entendió cómo dibujar ese personaje, cómo habla, se mueve y viste. Aunque el guión estaba escrito, Luis tenía la libertad de improvisar más palabras en inglés o meter lo que él quisiera y me parece que logró un retrato muy fiel de gente que conozco. Aunque lo odias, es tan absurdo el personaje que termina siendo entrañable y dices ‘conozco a alguien que es así de impresentable’”, agregó el guionista.

Otro de los talentos que se unen al historial de Emilio es Michelle Rodríguez, comediante que poco a poco se abre paso con otros papeles. “Creo que su trabajo también se ha relegado a un cierto sector de comedia con ciertos estereotipos de bromas ultra populacheras y me parece que, aunque es muy bueno y yo adoro ese tipo de chistes”, comentó.

“Aquí hace un personaje que está en un terreno más neutral, más centrado, real y emotivo y que, como buena actriz, no depende del talento cómico que tiene sino del actoral y creo que saca muchos otros matices que luego no veo en otros proyectos. Ella es alguien de quien había visto su trabajo pero no había tenido oportunidad ni de conocerla ni de trabajar con ella pero es impresionante lo que hace”, manifestó.

El precio de educarlos fue una exclusiva del GIFF, y probablemente también la única vez que un público grande pueda verla. “Al ser una película de estudio, el proceso fue un poco frío porque, al no producir la cinta, no pude hacer proyecciones de prueba, que es algo a lo que estoy acostumbrado a hacer para ver cómo funciona con el público, dónde estás lento y esa serie de detalles”, recordó

“Verla con gente en el festival fue grato y creo que corrió muy bien. Cayeron todos los chistes y gags. Incluso me preocupaba que el bloque triste fuera demasiado melancólico y no. Percibí una reacción muy emotiva y no te vas con la idea de que viste un melodrama sino que viste una gran comedia”, siguió.

El público estaba muy generoso, muy caliente y se rieron durante toda la función. Y creo que estuvo padre, además de que me pareció la adecuada para pasar durante el homenaje de Joaquín”, afirmó.

Y es que aunque la cinta tendría un destino directo en plataforma, no se siente hecha de esa forma. “Se hizo un poco pensando en verla en cine, pues no está concebida como algo de plano abierto y dos cerrados, sino que la cámara viaja y los actores son los que le van dando ritmo en estos mini planos secuencias”.

Existe esa propuesta cinematográfica de que no estás viendo un programa de televisión, sino una película. Y lo vimos en la sala, la gente responde mucho y se van con el sabor de exhibir una película y no un programa de televisión de la semana”, comentó.

“Pero al final de cuentas, de momento no llegará a salas pero tuvimos la experiencia colectiva de verla con más de cinco personas juntas, que valió la pena, porque si escuchar una sala llena bien, siempre es muy agradable”, aseguró

Finalmente, Portes adelantó que, después de esta agradable comedia, volverá al terror. “Estoy terminando una película para cine que se llama No dejes a los niños solos. Es una película de terror que está protagonizada por Ana Serradilla al lado de José Sefami, Jesús Zavala, Paloma Woolrich y dos niños increíbles que son Ricardo Galina y Juan Pablo Velasco. Estamos en post producción, terminando los efectos especiales, el sonido”.

“O sea, lo estamos enchulando y en las proyecciones internas nos ha ido muy bien. Además, es el primer proyecto de género que hace Ana, que ya vio la película y ofrece una montaña rusa de emociones con momentos tremendos. Esperemos estrenarla ya en el 2025”, concluyó.

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