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La oscuridad se apoderó del cielo, la noche llegaba con nubes que amagaba con soltar su lluvia sobre los miles de asistentes que cantaban y brincaban al ritmo de las distintas bandas, pero afortunadamente solo alguna gota cayó.
Los escenarios y todo el festival brillaban en la oscuridad con los diferentes adornos luminosos que tenían, Marina maravillaba a todos con su primer show en México con icónicos temas como “Bubblegum bitch”; mientras el público brincaba y cantaba, ella se emocionaba al punto que sus ojos se pusieron vidriosos y abrazaba a su muñeco de Dr. Simi.
En los otros escenarios Mitski, Big Wild y White Lies maravillaban de igual forma a los fanáticos. Mitski con sus bailes sobre el escenario a ritmo de “Geyser”, “Nobody” o “A pearl”; Big Wild producía una atmósfera fiestera experimentando con música electrónica en canciones como “When I get there” y “Awaken”; y White Lies que dio cátedra de rock e hizo mover la cabeza de todos los fanáticos que felices disfrutaban de esta noche que poco a poco comenzaba a hacerse más fría con éxitos como “Farewell to the fairground”, “Is my love enough?”, “Tokyo” y “Bigger than us”.
La noche seguía avanzando, los fanáticos seguían yendo de un escenario a otro, algunos más preferían quedarse sentados para descansar y otros ya muy mareados por la cerveza se balanceaban de un lado a otro tratando de no caer. Pero algo que destacaba entre los asistentes era la gran cantidad de emos que seguían llegando: mangas a rayas oscuras, rímel en los ojos y esos peinados extravagantes mostraban el resurgir de esta tribu urbana que tuviera tanto éxito en los inicios del nuevo milenio.
La razón de su “renacimiento” era clara, pues una de las bandas icónicas de este movimiento se presentaría: My Chemical Romance llegó a tierras aztecas para cerrar este gran día musical, pero antes presenciar los actos musicales de otros escenarios como Cuco como el encargado de cerrar el escenario Bosque demostrando así su gran talento musical; el pop de Kacey Musgraves era el encargado de cerrar el escenario Vans, mientras que Run the Jewels hizo lo propio en el Viva tent y Charli XCX sorprendió a todos sus fanáticos quienes abarrotaron el escenario Agua Rifada, pues tuvo un gran show lleno de visuales increíbles de la cantante de origen inglés.
De un momento a otro los fanáticos comenzaron a correr a toda prisa en dirección al escenario principal que comenzaba a crear una atmósfera oscura con el sonido estruendoso que acompañaba imágenes de luces rojas en las pantallas. El Escenario Corona ya estaba llenó de fanáticos que ansiosos esperaban a Gerard Way y compañía, hasta que en punto de las 11:30 la primera nota de “The foundations of decay” hizo que el público retumbara eufóricamente.
Los músicos eran los principales protagonistas reviviendo grandes éxitos de su historia principalmente de discos memorables como Three cheers for the sweet revenge (2004) y The black parade (2006). Tras el tema inicial sonó “Bury me in black”, pero la primera gran explosión se vivió con la interpretación de “I’m not okay (I promise)”, seguida de “Give ‘em hell , kid”, de ese ya legendario segundo disco de su carrera.
Todos aquellos que todo el día estuvieron esperando este momento por fin lo estaban viviendo, algunos abrazaban a sus amigos, otros levantaban los brazos y unos más con lágrimas en los ojos cantaban las canciones que tanto nos emocionaron años atrás como el caso de “Boy division”, “The ghost of you” o “Planetary (GO!)”.
Sin duda la presencia de Gerard Way cautivó a las decenas de miles de personas presentes, primero por su vestimenta digna de un caballero medieval y luego por su voz que parece detenida en la primera década del milenio.
La ejecución de “Teenagers” fue el preámbulo para otro de los grandes momentos de la noche que llegó cuando sonó “Helena” que puso los ánimos en todo lo alto con una euforia desbordada para los fanáticos mexicanos. Un éxito que se pudo escuchar en México después de más de 10 años, pues su último concierto en territorio azteca fue en el lejano 12 de abril del 2008.
Todos estábamos felices con este gran show, el cual aún desataría más emociones dentro de los miles de asistentes, pues “Thank you for the venom”, que hizo agitar las cabezas, y “Na na na”, que hizo bailar a todos a ritmo de un coro pegajoso, abrieron paso para otros temas icónicos como “Mama”, “Cancer” y, especialmente, “Welcome to the black parade” que tocó fibras tan sensibles dentro de nosotros que se sintió la nostalgia por el pasado, y la felicidad por el ahora.
Sus últimas canciones fueron “Famous last words” y “Sleep”, para después hacer un encore y regresar para despedir definitivamente la noche con “The kids from yesterday”, con la cual My Chemical Romance cerró el primer día de tres que nos esperan de este hermoso festival, el cual se ha caracterizado por traer esa música alternativa que tanto nos gusta.
En esta edición del Corona Capital pudimos disfrutar desde rock, hasta pop. Fue un gran debut, desde el anuncio del cartel las expectativas eran altas y existía ese riesgo de que no se cumplieran, pero hablemos por partes de lo que fue este primer día:
La diversidad musical fue algo estupendo, la gran variedad de proyectos a nuestro parecer nos hizo sentir muy bien, algunas bandas ya las conocíamos y morimos por ver, pero en cambio para otras esta era su oportunidad para enamorarnos, y muchas lo lograron.
Desde la locura de Viagra Boys, la alegría de Marina o la onírica experiencia con Cigarettes After Sex, este Corona Capital (cómo en ediciones anteriores) acertó en la oferta musical que ofreció para nosotros que tanto amamos la música.
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