Lorenzo Hagerman es un fotógrafo y cineasta que ha ganado numerosos premios dentro de la industria por su manera de relatar las historias y mostrar en más de una ocasión la rudeza que se vive en otros lados del mundo, no limitándose a un solo territorio.
Este año vuelve a tocar las tierras michoacanas para presentarse en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) en su vigésima edición presentando Fifaliana, un documental donde nos presenta a Zaevo quien estuvo al filo de la muerte, perdió a su bebé y su marido desapareció. Esta historia muestra cómo con pocos recursos se puede cambiar el destino de más de dos millones de mujeres rechazadas por la sociedad.
“Los festivales en realidad son un reconocimiento muy particular y cada año es diferente, a lo mejor un director de programación está unos años, pero los comités van cambiando, entonces no podría decir que es la misma gente que me ha acompañado más allá de la directora Daniela Michel. Creo que ya no está ni siquiera la directora de programación que estaba cuando fue el estreno de mi película anterior”, comentó Lorenzo Hagerman en entrevista con Crónica Escenario.
“Pero siempre es bueno mostrar la película, ya sea en un festival, en una sala, en un estreno normal, en una función gratuita, donde sea. Cada vez que uno muestra la película y el director está presente es un proceso de aprendizaje porque sientes la reacción del, no todos reaccionan igual. Entonces, siempre al presentar una película cada proyección se vuelve única y muy particular”, agregó sobre su experiencia en este festival que lo ha recibido años pasados.
La apuesta de Fifaliana es registrar el trabajo de un grupo de médicos españoles y latinoamericanos que viajan hasta Madagascar, con la intención de atender a mujeres, en su mayoría jóvenes, que son rechazadas por sufrir de este padecimiento.
Acerca del proceso de grabación, que no fue en México, platica su experiencia: “No fue particularmente ni largo ni corto comparado con otras películas. Decidí hacerlo el día que muere mi cuñada, que ella muere allá. Entonces junto con mi hermano, él era el marido de Sandra, nos planteamos la idea de hacer esta película para saber qué es lo que fue a hacer Sandra a Madagascar. Entonces ese proceso fue muy duro, no tanto en el rodaje”, mencionó.
“Toda película apoyada por EFICINE empieza un año antes de presentar la carpeta, que no siempre te lo aceptan a la primera porque lo que piden son muchos papeles y muchas variantes. El rodaje son dos meses de rodaje, un mes en Madagascar y otro en Mozambique, y luego viene el COVID nos encierra a todos, y entonces vienen dos años intensos de edición hasta poder terminar ahora, que es cuando podemos presentar la película en Morelia”, continuó.
“Los personajes en un documental se vuelven cómplices de la cámara, esa relación donde tú también eres cómplice de ellos de alguna u otra forma o en casi todos los documentales en los que yo he trabajado, de alguna u otra forma, es un beneficio. Por alguna razón ellos aceptan el reto de ser filmados mientras va a haber un proceso. En el caso de Agua, pues el personaje no es un personaje vivo, no es el agua, es el problema del agua, pero todos los trabajadores y todos los que rodeaban que gestionan el agua en la Ciudad de México, se volvieron cómplices. Aquí sigo, pues es gente mayor de edad, mayor de 90 años en diferentes países del mundo que se veían muy emocionados de ser escuchados con atención por primera vez y que su historia al final fuera contada por todo el mundo”, añadió.
Ya hablando más específico sobre Fifaliana, complementa: “Es importante hablar sobre este tema porque es un tema que nadie conoce, la película habla sobre la gente que ayuda a la gente, ese es el tema central, pero también como cualquier documental tiene diferentes capas, diferentes discursos”, destacó.
“Los doctores viajan al África subsahariana inicialmente, aunque no exclusivamente, a tratar de curar a la mayor cantidad de mujeres que padecen la fístula obstétrica. La fístula obstétrica no existe en México. los doctores en occidente tampoco están familiarizados. La fístula aséptica ocurre en partos obstruidos donde no hay asistencia médica, o sea, no existe la posibilidad de una cesárea. El bebé muere dentro del vientre de la madre y tarda 72 horas en encogerse para poder salir”, señaló.
“Son dos equipos, es el equipo de doctores que ponen con sus propios recursos porque no pertenecen a ninguna organización gubernamental, ni privada, ni organización internacional, sino que son ellos mismos que ponen su tiempo, sus recursos para ir al África subsahariana, donde pues puede haber un cirujano por cada 800 mil habitantes. Eso quiere decir que si en Mérida, donde yo vivo, tiene 1 millón de habitantes, pues habría 1.5 cirujanos. Eso quiere decir que te mueres de apendicitis prácticamente”, concluyó.
El filme compite al Mejor Largometraje Documental en el Festival Internacional de Cine de Morelia.
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