El pasado 27 de abril se desarrolló uno de los encuentros cinematográficos que se encargan de apoyar fervientemente a las jóvenes promesas de la industria fílmica nacional. Film Fest ONEi reúne una notable cantidad de cortometrajes realizados por estudiantes del nivel de secundaria con el objetivo de expandir las conversaciones sobre problemáticas sociales y las posibles soluciones a las mismas.
En entrevista, estudiantes del Instituto Cultural Manuel José Othón en San Luis Potosí, ganadores del premio a Mejor Cortometraje, nos compartieron sus experiencias sobre su proyecto.
109 cortometrajes fueron producidos por estudiantes a lo largo de todo el país, siendo seleccionados un total de 15 trabajos finalistas, los cuales fueron proyectados en el teatro Roberto Cantoral de la Ciudad de México. El evento contó con la presencia Alan Rammrey y Evelyn García como conductoras, además de los propios participantes, docentes, directivos y familias de los estudiantes.
Posterior a las proyecciones, la premiación dio inicio en sus distintas categorías: Mejor actriz, Mejor actor, Mejor dirección, Mejor guion, Mejor cinematografía y tres galardones a los mejores cortometrajes. Algunos de los jueces encargados de elegir a los proyectos ganadores fueron: Michelle Raguth, Juan José Tagle y Henry Bedwell.
Copa del Mundo fue la producción ganadora del primer lugar del Film Fest ONEi, proyecto oriundo de San Luis Potosí y desarrollado por el Instituto Cultural Manuel José Othón, cuya historia se planta sobre la importancia de la unión familiar:
“Fue gracias al pasado mundial que se nos ocurrió la idea de esta historia, y el abuelo de uno de nuestros compañeros tuvo problemas de vista, lo cual decidimos agregarlo a nuestra trama y que fuera él mismo quien interpretara a este personaje”, narró el grupo ganador del filme ganador.
Contentos por el reconocimiento a su trabajo y por el premio de primer lugar del evento, los alumnos del Instituto potosino recordaron la ardua labor que vivieron en el rodaje, así como las dinámicas grupales que realizaron en el mismo:
“El trabajo en equipo nos ayudó mucho a que el proyecto no fuera tan complicado, además de que siempre existió una conexión especial de amistad que reforzó aún más todo el proceso. Por otro lado, tuvimos mucho soporte de nuestros profesores y el hecho de tomar la experiencia que habíamos reunido de nuestras clases de teatro”, mencionaron los alumnos del instituto sobre las diferencias de producción teatral en comparativo con las fílmicas.
“El teatro nos ayudó en ciertas situaciones, pero ya en una filmación los procesos son muy distintos, desde la actuación para la cámara hasta las actividades en cuestión de producción, algo de lo que todos nos tuvimos que empapar; esto fue un aprendizaje constante y muy natural”, agregaron los participantes del corto.
Gracias a este tipo de iniciativas culturales es que las mentes creativas suelen despegar para potenciar su curiosidad artística, fomentando conversaciones profundas a temprana edad, llevando a los jóvenes a reflexiones que pueden cambiar el futuro del país a mediano y largo plazo:
“A algunos de nosotros nos gustaría continuar realizando producciones cinematográficas, apoyando a nuestros compañeros que deseen ir por ese camino, pero también el teatro nos apasiona ya que nos permite obtener experiencias muy distintas”, platicaron los ganadores del festival sobre sus intereses a futuro.
El joven grupo ganador de San Luis Potosí poseen un interés particular en el plano de la actuación, rubro donde se han desempeñado en áreas teatrales y que ahora han experimentado los paralelismos y diferencias en el mundo del cine:
“Todo fue distinto, desde la recepción del guión para poder analizar cómo se comporta tu personaje, hasta revisar sus motivaciones y objetivos, es decir, observar desde un lado psicológico. A partir de esto dejas que tu papel fluya e interactúe con los demás personajes, para que vaya cobrando vida propia, dejando de ser tú al final”, comentaron sobre el trabajo de actuación en el cortometraje.
Uno de los temas importantes dentro de la agenda que intenta trabajarse en el tejido social es la búsqueda de soluciones para resarcir el quiebre en distintas áreas como la educación, la familia, política, económica, entre otras. Es por ello que los proyectos participantes de Film Fest ONEi ofrecen posibles soluciones desde la mirada juvenil estudiantil:
“Primero necesitamos informarnos de lo que está mal en nuestras comunidades y círculos más cercanos, para después proceder a difundirlo por nuestros medios, ofreciendo a la vez nuestra perspectiva de cambio, para que no se genere una bola de nieve incontrolable e ir modificando con pequeñas acciones reactivas, llegando a soluciones en sus conjuntos”, concluyeron los alumnos participantes.
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