Un cielo semi nublado que poco a poco se comenzaba a oscurecer daba la señal de que el sábado llegaba a su final, pero antes la Ciudad de México tenía una cita con Franz Ferdinand en el Palacio de los Deportes.
Desde que dimos los primeros pasos fuera del Metro Velódromo comenzó el desfile de mercancía, las gorras que brillaban, las playeras desde $100 e incluso el póster de la gira se extendían por el camino hacia las puertas del Domo de Cobre.
El público se detenía a comprar, otros seguían su camino para poder llegar lo más pronto posible, pero la emoción de ambos grupos era notoria.
Al entrar al recinto la sensación de euforia no hacía más que crecer, y más aún con la participación de The Vaccines, quienes fueron los encargados de abrir esta gran noche e inyectar la esta primera dosis de rock en el público.
Aplausos, gritos y hasta con un Simi volador fue como el público recibió a la banda de origen británico.
Después de una pequeña espera por fin llegó lo que todos los asistentes esperaban, las luces se apagaron para recibir a Alex Kapranos y compañía, quienes ocasionaron en el público un grito ensordecedor.
La banda originaria de Escocia estaba sobre el escenario, las luces del recinto se postraban sobre cada uno de los integrantes hasta que por fin la primera nota del tema “No you girls” se hacía presente, lo que dio inicio a esta gran fiesta para los amantes del género.
“Muchas gracias, buenas noches México, ¿cómo están?, ¿todo bien?” fueron las primeras palabras del vocalista al público para continuar con los temas “Curious” y “Walk away”.
La música era el factor principal sobre el escenario, pero las luces alrededor de la pantalla ofrecían una experiencia mejor para disfrutar, pues las luces al ritmo de la música se mezclaban con la euforia de la gente.
Los gritos eufóricos llegaban a la par de los brincos del público quienes hacían vibrar el piso al ritmo de la guitarra.
Los temas que continuaron fueron “Evil eye” y “Right action” para después entonar junto al público “Do you want to”, haciendo que la oración “Lucky lucky, you're so lucky” resonara por todo el recinto.
“Ustedes son asombrosos" comentaba el cantante quien quedaba sorprendido y alegre por la energía demostrada por el público para continuar con el tema “Stand on the horizon”, el cual provocó que los asistentes sacarán la luz de su teléfono para iluminar a los músicos y demostrar un poco del gran amor que les tienen.
El músico con gran emoción por la energía mostrada por el público recordaba su última vez en México, la cual fue en el Corona Capital del 2019, y para seguir con esa misma energía llegó el turno de “The dark of the matinée”.
La gente seguía brincando, alzando los brazos y dejándose llevar por el envolvente sonido del rock, aunque la euforia había bajado un poco los temas “Lucid Dreams”, “The Fallen” y “Love Illumination”, también fueron cantadas con todas las ganas del mundo.
Y como ya es tradición y no puede faltar, el respectivo peluche del doctor más musical de México haciéndose presente y llegando al escenario, dando a entender que el show estaba siendo todo un éxito “gracias por mi simi” afirmó el cantante recibiendo el obsequió con mucho cariño.
Y aunque la euforia había bajado, un sonido de guitarra particular hizo que todo el úblico elevara la energía nuevamente al máximo, pues el turno de “Take me out” había llegado, y junto a ella la locura de los asistentes se hacía presente.
Ya la noche comenzaba a llegar a su final y al término de la canción “Outsiders” un increíble solo de percusión por parte de Audrey Tait (baterista de la banda) se hacía presente mientras los demás integrantes se divertían pegándole a la batería de igual forma para después bajar del escenario.
Una breve pausa acompañada de silbidos y ovaciones se presentó por el instante de ausencia hasta que decidieron volver a subir para regalar los temas “Darts of pleasure” y “Jacqueline”.
“¡Qué tal!, ¿cómo están, todo bien?” preguntaba el vocalista quien no dejaba de agradecer la entrega del público y quien tampoco podía ocultar la gran felicidad que le provocó esta noche, la cual cerraría de forma brutal con “This fire”.
Y fue así como el regreso de Franz Ferdinand a tierras aztecas fue la gasolina perfecta para mantener vivo el fuego del rock en el corazón de cada uno de los asistentes.
Copyright © 2022 La Crónica de Hoy .