Escenario

God save the Queen el mejor show para los que soñamos con ver en vivo a Queen

COBERTURA. La banda argentina se presentó en el Auditorio Nacional con un recorrido por la trayectoria de una de las bandas más importantes de la historia Queen, un espectáculo digno de experimentar>

Freddie Mercury en concierto
God save the Queen esta conformada por Daniel Marcos en la guitarra, Matías Albornoz en la batería, Ezequiel Tibaldo en el bajo y Pablo Padín en la voz God save the Queen esta conformada por Daniel Marcos en la guitarra, Matías Albornoz en la batería, Ezequiel Tibaldo en el bajo y Pablo Padín en la voz (Especial)

Esta semana se presentó el tributo número uno de una de las bandas más importantes de la historia del rock , Queen, por lo que la banda de origen argentino God save the Queen, que desde hace 25 años decidió dedicar su carrera a rendirle homenaje a los artistas británicos, se presentaron en el escenario del Auditorio Nacional, en una noche de mucho rock y nostalgia.

God save the Queen reunieron a un variopinto público multigeneracional, entre ellos uno que otro disfrazado en su totalidad del vocalista de la legendaria banda con todo el bigote tupido y la corona reluciente, algunos con la característica chamarra de piel en color amarillo y hasta un fanático con la distintiva dentadura del cantante, sin olvidar a el publico mas joven que reconoce algunas de las piezas musicales.

Luego de las siempre importantes medidas de seguridad la agrupación andina salió al escenario a consentir a los miles de fans que abarrotaron el Coloso de Reforma con un concierto como el que se hubiera querido en 1981 y aquella desastrosa e icónica presentación de los británicos en Puebla, en fin extrañas sensibilidades, pero los argentinos dieron una pequeña muestra de lo que muchos experimentaron de primera mano alrededor del mundo y que otros tantos sólo podremos tener en nuestra imaginación o en el extenso repertorio audiovisual de la banda. Bendito internet.

Poco antes de la proverbial tercera llamada la afición ya estaba presa de la emoción y el nerviosismo de lo que se avecinaba, momento coronado con silbidos, aplausos y vítores, mientras una neblina espesa sumergía el escenario en una atmósfera misteriosa. Fue minutos antes de las 21:00 hrs cuando la música aumentó su intensidad y un arcoíris luminoso se apoderó del escenario y saltaron a escena God save the Queen y su grandioso espectáculo.

Con un Coloso de Reforma casi lleno la banda argentina conformada por Daniel Marcos en la guitarra, Matías Albornoz en la batería y Ezequiel Tibaldo en el bajo, liderados por Pablo Padín, vocalista que no solo tiene un tono muy parecido al difunto Freddie Mercury sino que también un gran parecido físico, comenzaron la noche con “One vision”.

“Tie your mother down”, “Under Pressure”, “A kind of magic” y “Now i’m here” continuaron el “mejor show del mundo sobre Queen” según lo dijo la revista especializada Rolling Stone, y con razón, aunque al principio la gente se mostró temerosa, las melodías y el poder de Queen y de la interpretación de God save the Queen los arrancaron de sus asientos como lo demostraron con “Another one bites the dust”.

Luego de un agradecimiento la banda se apresuró a interpretar un medley compuesto por dos de las canciones clásicas y favoritas de los fanáticos “Killer Queen” y “Bicycle race”, momento en que el público ya estaba más que encantado con el espectáculo, contando y meneando el cuerpo al ritmo de rock.

Siguieron temas igualmente ya clásicos como “You're my best friend”, “Who wants to live forever”, “Love of my life”, “Nevermore”, “Somebody to love”, “I want it all” y “Last horizon”, esta última un cover del guitarrista de Queen, Brian May tema donde sobresale el sólo de guitarra, algo alucinante y Daniel Marcos lo ejecuta maravillosamente.

Aunque siempre está presente el negrito en el arroz, por algunos momentos y piezas musicales el audio estaba cortado, suponiendo que alguna de las bocinas tenia algún falso, y en temas como “Hammer to fall”, “Crazy little thing called love”, “Living on my own” y “Radio Ga Ga”, fue mas notoria esta falla técnica y donde después dieron un breve espacio para resolver esta pifia.

Desperfecto que fue bien resuelto y God save the Queen regreso, y de qué manera, con la consentida “Bohemian Rhapsody” la cual fue cantada por todo el recinto, hasta el personal de seguridad cantaba entre dientes, una pequeña niña de alrededor de 5 o 6 años parecía que era la rola de su vida, la cantó a todo pulmón. Magia pura y la fe en la humanidad restaurada.

Pero todo lo que inicia tiene que llegar a su final y todos lo sabemos, luego de unos minutos que la banda salió a recuperar el aliento luego de una noche estrepitosa, regresaron con el ya típico encore y despidieron al público que comparten con la banda británica con los clásicos de clásicos y que todo mundo se sabe si o si, “I want to break free”, “We will rock you” y “We are the champions”, donde Pablo Padín jugó con un sin fin de vestuarios característicos del cantante y compositor británico.

“Creo que es el homenaje más completo que hay, nos gusta y evidentemente no tuvimos la oportunidad de verlo antes y mucho menos ver a Queen por eso decidimos venir. Mi hija lo descubrió por internet y por gusto propio y no por influencia decidimos experimentarlo”, compartió Patricia, madre de familia y fanática de la banda británica.

“La verdad a mi me gusta mucho Queen y siento que este show es muy completo, creo que es el más completo de todos y siento que está muy bueno y hay que vivirlo por lo menos una vez, Queen es una excelente banda”, agregó Natalia de 12 años, hija de Patricia.

Además no podría faltar el tradicional y sinfónico “God save the Queen” de despedida donde Freddie Mercury y ene este caso Pablo Padín, engalanarán al final del show con capa y corona para despedir a la audiencia con toda la pompa y circunstancias, momento sumamente aplaudido por el respetable.

Pero más tardaron en despedirse cuando la gente gritó emocionada el clásico ¡Otra, otra!, gritos que fueron escuchados y correspondidos por la banda argentina con la interpretación de “The show must go on”, que fue maravillosa… pero como la piedrita en el zapato volvió a fallar algo, en este caso el micrófono principal murió, pero Pablo Padín y el resto de la banda como buenos profesionales continuaron y aunque no se escuchaba la voz de Padín se veía que le estaba poniendo todo el poder y determinación para que el error fuera insignificante, misión cumplida.

Finalmente y luego de superar el bochornoso mal funcionamiento del micrófono God save the Queen finalizó con uno de los temas que está catalogado como el más feliz y positivo de todos los tiempos “Don't stop me now”. Un show repleto de música que llegó para quedarse y terminar con un frenesí de emociones, altibajos perceptibles pero bien sorteados y un sentimiento de cómo debió haber sido experimentar a Queen en sus años mozos.

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