‘La Gran Exclusiva’: “Cuando el periodismo se hace bien, tiene el poder de cambiar al mundo”

Llegó a Netflix el estreno de La Gran Exclusiva, un relato interno de cómo las mujeres de “Newsnight” consiguieron la infame entrevista del príncipe Andrew en 2019 sobre su amistad con el delincuente sexual convicto Jeffrey Epstein. Basada en el libro de la productora y periodista de la BBC, Sam McAlister, Crónica Escenario pudo charlar con las actrices Billie Piper y Gillian Anderson así como la misma McAlister sobre este proyecto que nos recuerda la importancia de la prensa.

La sinopsis es la siguiente: Esta dramatización, inspirada en hechos reales, nos da acceso privilegiado a los entretelones de la infame entrevista de las mujeres de Newsnight con el príncipe Andrew. La gran exclusiva se centra fundamentalmente en los sucesos previos a la entrevista. De hecho, la conversación con la BBC tiene un acotado tiempo de duración en el film y fue dramatizada a la perfección, buscando imitar todos los aspectos decorativos y técnicos de la famosa conversación.

La película toma como base el libro Scoops: Behind the Scenes of the Most Shocking Interviews, memorias de la productora de la BBC Sam McAlister, quien pasó 13 meses intentando convencer a la secretaria personal del príncipe hasta que finalmente logró el sí para la entrevista.

“Había pasado 13 meses lidiando con el Palacio y en ese lapso de tiempo la historia del Príncipe Andrew pasó de ser algo completamente olvidado a ser un príncipe problemático a ser la historia más grande del mundo. Estar presente y escuchar de viva voz sus respuestas cataclísmicas ha sido una de las mejores experiencias como ser humano y periodista”, afirmó Sam, rememorando la infame charla original en el 2019.

McAlister además explicó porqué creyó que era necesario escribir un libro al respecto. “Quería que la gente supiera lo que sucedió y la película solamente muestra un cinco por ciento de la culminación del proceso detrás de la entrevista. Pero el resto lo quise poner ahí, hablando de cómo empezó todo, que hice y lo que contestaron, así como el proceso de convencimiento, todo lo que hay detrás de ese punto sin pensar que alguna vez sería una cinta para Netflix”, dijo.

Billie Piper, que interpreta a Sam en la cinta, habló sobre los retos que enfrentó para encarnarla: “Con Sam, fue un regalo pues como actriz a nivel profesional es complicado conocer a quien das vida, sobre todo cuando es tan impresionante y llena de talento como ella. Además, a diferencia de Gillian (Anderson) y Rufus (Sewell), no tuve la presión de hacer a alguien que fuera una figura tan pública, aunque eso va a cambiar ahora. Combiné lo mejor de los dos mundos para poder hacer el papel”, agregó.

“Al hablar con ella en los tempranos momentos de la producción, me di cuenta que me fue bastante útil porque me percaté de que teníamos muchas cosas en común”, agregó la actriz conocida por series como Doctor Who o Penny Dreadful. “Tenemos un pasado similar y eso fue agradable para mí, sobre todo en la forma emocional en la que me pude aproximar para darle vida”, señaló.

Por otra parte, Gillian Anderson vuelve al ruedo al interpretar a Emily Maitlis. “En el Reino Unido se le conoce como una súper mujer debido a su inteligencia y la forma en que puede pararse en frente de cualquiera, el manejo de la información que tiene y cómo puede mantenerse firme a pesar de los golpes que reciba. Es algo que hizo en todo el mundo. Me parece especial poder encarnar todas esas pequeñas cualidades en ella. Es un personaje formidable y ponerme en sus zapatos fue todo un privilegio”, afirmó. 

Sin embargo, no es la primera vez que la estrella de Los Expedientes Secretos X encarna a un personaje así de público: “Había hecho a Margaret Thatcher en The Crown y me dieron un consejo que me parece potencialmente de ayuda para todos los que interpretan a una persona real. Es importante que una parte de ti se mantenga en el rol. Si borras todo rastro de tu persona puede sentirse como una mera imitación de algo que no se sienta natural. Debe de haber un balance entre tu labor como actor y a quien personificas pues eso te permite relajarte un poco, no buscar la perfección”.

Asimismo, ambas actrices aplaudieron la oportunidad de trabajar con el director, Philip Martin. “Cuando terminamos de grabar me di cuenta de la importancia de tener a alguien con su personalidad detrás del proyecto. Estábamos hablando de una dramatización sobre un tema sensible y debe haber un nivel de respeto alrededor del trabajo sin dejar de sentirse auténtico. Además, trabajó con muchas mujeres de manera paciente, sacándonos lo mejor que podíamos ofrecer de cada una”, reflexionó Piper.

“Tiene una mirada muy joven y fresca. Sorteó muy bien la línea de un tema tan truculento como éste donde la gente se siente emocionalmente disgustada o afectada de alguna manera, añadiéndole un sentido absurdo a través de poder navegar entre esas emociones, algo que es complicado de conseguir en cuanto al tono”, complementó la oriunda de Swinton, Inglaterra.

“Su trabajo en The Crown transmitía algo interesante desde el guión”, expresó a su vez Anderson. “Me preguntaba si podía lograr igualar lo que leías en las páginas a través de su dirección. Y lo hizo, se siente como un thriller moderno. No sé cómo pudo hacer algo así con una entrevista tan conocida, mostrando todos estos diversos puntos y creando un suspenso auténtico sobre si lo van a lograr o no. Lo que logró con el material, la tensión que llega a transmitir, es brillante”.

El complemento ideal para esta terna fue Rufus Sewell y su gran transformación para ser el príncipe Andrew, misma que impacta en la breve escena de la entrevista. “Recuerdo que fue el primer día de Rufus. Habíamos trabajado por un par de semanas antes, entramos al set, las sillas estaban dispuestas en esta copia casi exacta del salón en el Palacio de Buckingham. La idea era que filmaríamos de principio a fin la entrevista. Nos sentamos e hicimos una sola toma de esos 20 minutos y la repetimos durante todo el día”, recordó la nacida en Chicago.

“Fue algo muy loco poder presenciar esa escena habiendo estado presente cuando se dio la primera vez. Además, no había visto a Rufus en el set hasta que entró maquillado como Andrew y fue como estar nuevamente viviendo ese día. Observé el trabajo que ambos realizaban frente a la cámara, que fue muy duro. Fue fascinante y brillante, como si lo hubiera vivido todo una vez más”, reconoció McAlister sobre el trabajo actoral de Anderson y Sewell.

Finalmente, La gran exclusiva funciona como un incentivo para los jóvenes periodistas en una profesión que pareciera estar, tristemente, en declive: “Sin afán de sonar pretenciosa, esta película es un homenaje a la seriedad de esta importante situación y a todo el equipo detrás de la entrevista. Pero espero inspire a darnos cuenta que este oficio importa, que futuros periodistas vean esto y recuerden con orgullo en su corazón por qué su trabajo vale la pena. Porque la responsabilidad, la libertad de expresión y el oficio es necesario”, aseveró tajante McAlister.

“La epítome de todo esto es reconocer que el periodismo tradicional está muriendo gracias en parte al bajo consumo del mismo. Tenemos que tener cuidado con lo que vemos y consumimos porque cuando el periodismo se hace bien, tiene el poder de cambiar al mundo” señaló Sam. 

“Además la verdad se ha vuelto algo maleable, pero cuando tienes esa responsabilidad como periodista, eso hace una gran diferencia, especialmente ahora que la IA se va convirtiendo en algo fundamental en nuestra vida diaria. Esta labor es preciosa y única”, complementó Gillian. “Estamos en un punto decisivo en donde tenemos que decidir entre tomarnos muy seriamente este trabajo y protegerlo o que se extinga y se resbale de entre las manos”, concluyó.

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