Santa María del Mar, un pequeño pueblo pesquero de no más de 120 habitantes, tuvo una época de esplendor y abundancia. Al pasar de los años, con la urbanización de otras zonas, perdió su potencial económico y muchos habitantes salieron a buscar nuevas oportunidades. Se presenta la oportunidad de instalar una empacadora de pescado, pero hay requisitos por cumplir. Germán (Guillermo Villegas), quien le tiene un gran cariño a esta isla, hará lo imposible por unir a Santa María y lograr el contrato para regresarle la vida.
La comedia de la película gira en torno a que uno de los requisitos es convencer a un doctor de quedarse en el pueblo. Es así como todos comienzan a trabajar para aparentar que ese lugar es lo que el doctor Mateo (Pierre Louis) siempre ha soñado. “No es un trabajo en equipo cualquiera porque aquí hay una mentira, entonces eso genera angustia y tensión. Como espectador, esperas a ver a qué hora se les cae el teatrito”, explicó Memo Villegas a Crónica Escenario.
Yalitza Aparicio, la actriz nominada al Oscar por su debut en Roma (2018), interpreta a Ana, la voz de la conciencia que los mantiene conscientes de que están mintiendo y pone ciertos límites, pero apoya a Germán con su plan porque también quiere ver resurgir a Santa María. “En esta peli también hay esa esperanza de que renazca lo que un día fue. Es una serie de nostalgias que te llegan a vincular porque, en lo personal, me pongo a pensar cómo era mi comunidad cuando era niña y cómo es ahora”, compartió la actriz.
En el caso de Mateo, el doctor que buscan enamorar, “él siente esta comodidad de vivir en la ciudad, que es su esencia, pero cuando se encuentra en el pueblo reconoce su belleza”, mencionó Pierre Louis, reconocido actor de teatro, cine y televisión. “Entonces, no tienen que llevarle las comodidades de la ciudad, porque se da cuenta de lo maravilloso de los nuevos lugares y de vivir el presente”, añadió.
Esta historia, es una adaptación de la película canadiense La grande séduction (2003) de Jean-François Pouliot que tiene un remake del 2013 hecho en Canadá y otro de Italia (Un paese quasi perfetto, 2016). A pesar de que es la misma secuencia de hechos, el director Celso García (La delgada línea amarilla, 2015, y La boda de mi mejor amigo, 2019) y Luciana Herrera Caso (Donde nace el agua, 2018, y Agustina, 2022), joven directora quien coescribe el guión para esta película, lograron destacar el encanto mexicano.
“Uno como actor siempre desea tener un director que dialogue mucho, que se siente y se tome el tiempo de ver las necesidades propias de la escena y de cada personaje”, mencionó Villegas. Por su parte, los demás protagonistas compartieron el mismo entusiasmo de trabajar en esta producción donde la sensibilidad, visión y disposición del director les fue de ayuda para realizar un mejor papel.
Las locaciones para esta producción fueron El Cerrillo en Valle de Bravo y Villa Victoria en las que no gozaban de ciertas comodidades para las filmaciones, confesaron los actores. “Fue un reto, pero al mismo tiempo fue una bendición, porque te hace estar mucho más inmerso en la historia”, expresó Pierre Louis. Del mismo modo, Yalitza declaró que el clima tan frío, le representó cierto desafío, mientras que para Memo, su reto fue llegar a la filmación tras una ruptura amorosa.
Sin embargo, los tres actores compartieron que fue una grata experiencia la filmación de La gran seducción: “Me quedo con que entre menos necesites, más a gusto estás. Si estás acostumbrado a necesitar mucho para estar a gusto te va a costar trabajo”, dijo el también protagonista de la serie de comedia Harina. El teniente vs el cancelador.
Además del trabajo en equipo, la película enfatiza el sentido de pertenencia y el sentimiento de que el lugar de origen se mantenga tan bello como se recuerda o incluso, mejore. Para los protagonistas, su propia historia de partir de su casa para tener mejores oportunidades, fue un gran punto de conexión con sus personajes sobre este tema.
Villegas, que viene de Toluca, en el Estado de México, señaló que “algunos dicen que es una ciudad muy fea, pero para mí siempre será bella porque es la madre de mi infancia, donde jugué los mejores juegos, donde conocí a mis amigos de la infancia y descubrí mi sueño”. Lo tiene muy claro, el 14 de agosto de 2005, “fue cuando le dije a mi mamá que si me quedo en Toluca no voy a ser actor” y decidió partir de su casa a la Ciudad de México.
“Yo me negaba a formar parte de este mundo”, expresó Aparicio. “Extraño estar en las aulas con los niños y esos momentos de tranquilidad, pero por otro lado, está la oportunidad de contar historias increíbles. Algo con lo que me vinculo con esta película es con que el hecho de que salgas de tu comunidad, no quiere decir que olvides, porque también desde afuera puedes hacer cosas para apoyarlos”, complementó la actriz.
El que exista una adaptación mexicana de esta historia que se sienta como la original, se puede interpretar como el hecho de que hay una crisis en común con los países que se conocen como primer mundo, pero que el ímpetu por mejorar y la solidaridad son características que también se comparten. Por parte de Netflix, la plataforma más grande de streaming, ha evidenciado una apuesta por el cine mexicano y como muestra de esta labor, La gran seducción la estrenará este 30 de agosto.
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