2018 fue el año en que el silencioso y mortífero Michael Myers hizo su regreso triunfal a las pantallas gracias a “Halloween”, una nueva secuela de la franquicia iniciada en 1978. Este nuevo filme (el undécimo de la saga) fue producido ahora por la afamada compañía Blumhouse y dirigido por David Gordon Green (“Pineapple Express”), y tuvola particularidad de ser planteado como una continuación directa de la película original, al tiempo de funcionar como un reinicio para este universo.Para ello, consiguieron subir a bordo nuevamente a Jamie Lee Curtis, quien encarnó a Laurie Strode, heroína original de la primera entrega, así como a Nick Castle para darle de nuevo vida y sonoridad a Michael. Además, se asesoraron directamente con el propioJohn Carpenter (creador del concepto original) y obtuvieron su venia para llevarlo a cabo, e incluso decidieron recurrir a una estética audiovisual que rememoraba la del primer largometraje, en un afán de unificar dichas producciones no sólo temáticamente hablando.Los productores concibieron así una nueva trilogía en torno a Myers y su reencuentro con Strode, y las consecuencias derivadas de ello y de los sucesos ocurridos 40 años atrás. La primera entrega fue lanzada en 2018, y se tenía planeado lanzar la segunda y tercera entrega en 2020 y 2021 respectivamente, pero debido a otro asesino letal, de todos conocido, el cual mantuvo en jaque al planeta el año pasado; se tuvieron que recalendarizar las fechas, y la segunda entrega acaba de ser estrenada mundialmente.“Halloween Kills: La noche aún no termina” es justamente la continuación de los eventos en el lugar exacto donde se quedaron en el primer capítulo: con Laurie gravemente herida, y Michael encerrado en una trampa mortal ideada por ella, a punto de ser reducido a cenizas al hallarse cautivo en medio de un gran incendio.Pero un grupo de bomberos llega a la casa-trampa envuelta en llamas, y en sus esfuerzospor extinguir el fuego, accidentalmente terminan por liberar a Myers, convirtiéndose de inmediato en sus siguientes víctimas durante el proceso. Y este será el inicio de una nueva jornada para Michael, quien, durante tres cuartas partes de la historia, se dedicará a hacer lo que mejor sabe: masacrar a una cantidad elevada de personas.En ese sentido, el filme no ofrece mucha variación ni de lo visto en el primer capítulo, ni de la fórmula ya establecida por el personaje desde 1978, así que al espectador le espera un continuo desfile de sangre, violencia gráfica y un aumento de la cuenta de
cadáveres del implacable Myers, quien incluso se da el lujo de emplear algunos de los cuerpos de sus víctimas con fines retorcidamente decorativos.Del mismo modo, el ‘fanservice’ vuelve a tener un peso importante en la cinta, tanto a través de referencias a las anteriores entregas (como las máscaras que aluden a “Halloween III: El imperio de las brujas”, estrenada en 1982), así como la presencia de personajes significativos dentro de ese universo, tal es el caso del oficial Leigh Brackett,personaje interpretado por el actor Charles Cyphers y el cual también aparece en el largometraje original de los setenta. Mención aparte merece la breve aparición del Doctor Samuel Loomis, interpretado originalmente por el actor Donald Pleasence (ya fallecido hace años), y quien aquí es interpretado corporalmente por Tom Jones Jr. y vocalmente por Colin Mahan.Quizá lo más destacable de esta secuela que funciona como mero puente para unir la primera entrega con su desenlace, tiene que ver con dos planteamientos esgrimidos por el argumento. Por un lado (y haciendo eco a lo que el personaje del Dr. Loomis lleva proclamando desde la primera película), rescata la idea de que Michael Myers no es solamente un mero psicópata asesino, y que en realidad se trata de una manifestación corpórea y pura de la maldad, aparentemente indestructible e imparable como si de una fuerza de la naturaleza se tratase. Y el desarrollo de esta idea se perfila para ser el punto fundamental sobre el que la tercera y última parte se edificará.Y en relación a este planteamiento, el argumento (escrito por el director haciendo equipo con los guionistas Danny McBride y Scott Teems) enuncia otra tesis a la que la idea de la maldad pura se vincula estrechamente; aseverando que Myers, a través de su presencia y sus acciones, gradualmente ha ido infectando a los pobladores de Haddonfield con dicha oscuridad y miedo; y que, a modo de un ethos maligno, se ha idoarraigando con los años en lo más profundo de sus emociones y su mente. Y al momento en que se enteran que Michael ha vuelto, sale a la superficie en forma de violencia incontrolable y delirante, la cual desemboca en un estallido caótico de catastróficas consecuencias, que solo empeora las cosas. Desde luego, a este planteamiento se le pueden (como pasa con el buen cine de horror) dar diversas lecturas políticas, sociales y antropológicas.“Halloween Kills: La noche aún no termina” dejará satisfechos a los fanáticos del cine de horror (y en particular, del subgénero conocido como ‘slasher’). Los fanáticos de hueso colorado de la franquicia tampoco saldrán decepcionados. Y para aquellos quienes meramente buscan en la cartelera algo con que entretenerse —y acorde a las festividades de la temporada—, esta puede ser una buena opción.
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