Harold Torres: “No sé cuántas veces más debemos hablar de la distribución en el cine mexicano para que cambie”
ENTREVISTA. El actor compite este año a los Premios Ariel a Mejor Actor por su trabajo en el filme ‘Desaparecer por completo’
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El actor en el encuentro con nominados al Premio Ariel 2024
El nominado a cinco Premios Ariel, Harold Torres, llega ahora a los premios de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas gracias a su papel en la cinta Desaparecer por completo, donde le da vida a un cínico fotorreportero de nota roja que al verse inmiscuido en un crimen que involucra a un político, inicia un viaje a los infiernos que le llevará a cuestionar todo lo que hace.
En Crónica Escenario tuvimos la oportunidad de charlar con el histrión en el Encuentro de Nominados.
Desaparecer por completo tiene ocho nominaciones al Premio Ariel: Mejor Actor, Diseño de Arte, Fotografía, Sonido, Música Original, Maquillaje, Efectos Visuales y Efectos Especiales.
Harold, una película en la que el protagonista sufre pérdidas y va degradándose en pantalla. ¿Cómo te sientes sabiendo que este esfuerzo que hiciste logra ser reconocido como una nominación al Ariel?
Me siento contento de estar nominado, independientemente del esfuerzo, porque para todas las películas me esfuerzo, trato de hacerlo lo mejor posible. Sin embargo, en esta película que exigió mucho más de lo normal, pues sí, es un alivio que el público y el público especializado de la academia le haya gustado el trabajo, eso es bastante bonito porque sí fue una golpiza contra el costal muchas veces.
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¿Cómo fue estar del lado que comúnmente no estás, del lado de los reporteros?
Complicado. Me sentí con muchas cuestiones en la cabeza respecto de lo mal pagado que puede estar un reportero. Muchas veces los veo a ustedes, que están ahí muchas horas, que están en friega mucho tiempo y luego ni siquiera los dejan entrar a lugares como aquí. Por una parte, ese contraste de la complejidad laboral.
Por otro lado, lo difícil que es hacer la chamba. Y, por otro lado, ya aterrizando en este personaje, la cuestión de lo moral o lo ético respecto de lo que uno hace. Y para eso me enfrenté a cuestionamientos yo también. Yo no juzgando al personaje, sino tratando de entender de por dónde podría entrar y afrontar el hecho de fotografiar a alguien en un mal momento.
Y para eso me quedé con algo que dice Pérez Reverte y otro corresponsal de guerra también español, que era de, “pues alguien tiene que tomar esas fotos. Alguien tiene que encargarse de esa tarea que pareciera no muy bonita, pero que es súper importante, porque no podemos nosotros estar engañando a la sociedad. Nosotros tenemos que mostrarle lo que está pasando y esa es parte del trabajo del periodista. ¿Cuántos escándalos? ¿Cuántas películas no has visto sobre verdades desenmascaradas del gobierno por parte de los periodistas?”.
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Es algo parecido, siento, en el hecho de que yo te muestro la imagen, puede ser una imagen turbia, muy fuerte, lo que sea, pero tú decides si la quieres ver o no, pero yo te tengo que respetar a ti como público, como ente social, como ciudadano. Y eso es creo que lo que más me llamó la atención del trabajo del periodista.
¿Cómo recibes tú, en esta etapa de tu carrera, esta nominación al Ariel?
Pues con mucho cariño recibo la nominación, con felicidad, con agradecimiento de que me sigan tomando en cuenta la Academia. Llegan en un momento que ando haciendo un proyecto bastante pesadito y creo esto como que aligera un poquito las cosas. Entonces, para mí es algo muy bonito que me sucedió en este momento.
¿Hay expectativas para un cambio cultural en este cambio de gobierno?
No lo sé. Yo creo que mucha gente se quedó con las ganas de ver un cambio cultural que nunca sucedió. Entonces, yo ni siquiera quiero tener expectativas. Yo nunca tengo expectativas de nada, nunca pienso, espero que algo sea bien. Más bien, soy bastante negativo para las cosas y entonces, cuando suceden cosas buenas, pues sí me sorprende que sucedan cosas.
Lo que sí habría que pensar es que espero que se sigan haciendo muchas películas y que también se siga combatiendo los problemas de toda la vida: distribución, tiempo en pantalla, etcétera, etcétera. Pero bueno, no sé cuántas veces más se tenga que decir, porque no cambia.
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