Escenario

“Hay que aceptar que también somos una construcción cultural derivada de lo literario y cinematográfico”: Érica Rivas

ENTREVISTA. La aclamada actriz argentina, reconocida por filmes como Relatos salvajes y La cordillera, estrenó este fin de semana en México la cinta El prófugo que este año representó a Argentina rumbo a los Oscar>

La mujer que canta
Erica Rivas protagoniza el filme que compitió por el Oso de Oro de la Berlinale en el 2021. Erica Rivas protagoniza el filme que compitió por el Oso de Oro de la Berlinale en el 2021. (CORTESIA)

Basado en el libro El mal menor del finado escritor y periodista argentino C. E. Feiling, El prófugo constituye el segundo largometraje de la cineasta Natalia Meta (Muerte en Buenos Aires, 2014), el cual fue estrenado –y contendió- en la sección de Competencia Oficial de la 70ª edición del Festival de Berlín. Y también fue seleccionado para representar a Argentina en los Premios Oscar 2022, en la categoría de Mejor Película Internacional.

Ahora, el filme llega a pantallas de diversos puntos de la República Mexicana, estrenándose tanto en la cartelera comercial como dentro del denominado circuito cultural; del cual forman parte La Casa del Cine, Cinemanía y la Cineteca Nacional.

Por tal motivo, Crónica Escenario sostuvo una plática con la actriz estelar de la película Érica Rivas, quien nos confiesa cómo se interesó por el papel protagónico: “Ni bien me llegó el proyecto que Natalia me entregó”, y añade que ello fue gracias a que ella misma se sentía muy interesada en la labor de la directora. “Cuando Nati me lo entregó, ya de entrada me parecía interesante ella. Siempre digo lo mismo, pero porque es difícil para que una mujer pueda dirigir, que pueda llegar a esos lugares de la industria; ya eso en sí me conmueve muchísimo. Después, ya leyendo el guion me encantó, me parecía muy interesante todo, toda la historia. Y después además leí el libro en el que se inspira Natalia, y también me pareció hermoso”.

La película narra la historia de Inés, una cantante y actriz de doblaje que vive una tragedia cuando está de vacaciones con su pareja sentimental. Después de ese evento comienzan las pesadillas vívidas y sonidos recurrentes que no le permiten recuperarse de la tragedia y que alteran su vida y trabajo.

Uno de los elementos que Érica señala como fascinantes en el argumento de El prófugo, tiene que ver con que Inés (su personaje), experimenta una serie de situaciones anómalas, que la perturban y la ponen en “ese borde entre el sueño y la vigilia, ese lugar entre la locura y la sanidad, si es que alguna de las dos cosas existe. Ese lugar de límite que no está claro, del límite en donde estamos todo el tiempo caminando en la película, eso fue lo que más me interesó”, dijo.

Rivas destaca también el tratamiento brindado por la realizadora y guionista al material original, confiriéndole un giro innovador, mezclando elementos de suspenso, drama y horror; creando así un ambiente de incertidumbre en el que, al no tener claro si lo que le acontece al personaje tiene lugar sólo en su mente, o si es producto de un elemento externo (y sobrenatural); se permite jugar y romper con las reglas tradicionales de los relatos de esta naturaleza.

“(Natalia) tiene esta necesidad de romper con los géneros… se me hacía muy interesante como llegó desde una novela gore, a una película como la que quería hacer. Y creo que allí también está el terror, el terror real, la cosa de no poder identificar de qué género estamos hablando”, subrayó Rivas.

“La idea de construir un género a partir de esa narrativa y romperlo todo el tiempo es algo que me pareció hermoso porque además creo que, mediante los relatos en los que uno se va construyendo como persona en este momento de la humanidad en donde digamos, nosotros somos una construcción cultural derivada de lo que nos creamos a nivel literario, a nivel cinematográfico, etcétera… Me parece que destruir un género, en todas sus acepciones, es muy acertado, y por otro lado muy femenino también. A mí me pareció una de las cosas más inteligentes de Nati para este relato”, agregó.

La actriz reflexiona sobre los diversos simbolismos que el relato de Natalia Meta pudiera albergar, uno de los cuales se desprende de ciertos problemas que el personaje tiene con su voz, especialmente notorios cuando ensaya y se prepara para un concierto como integrante de un ensamble coral, y cuyo significado bien puede relacionarse con el mundo del arte. “A mí siempre me pareció que la película también se trataba del proceso creativo, que tiene que ver con ello. Con el proceso en el que los artistas nos vemos involucrados cuando estamos, por decirlo de alguna manera, pariendo una obra de arte”, dijo.

“Para mí, una de esas líneas muy lindas era esa, la de parir una obra de arte. Esa cosa donde uno no sabe si está loco, si estamos durmiendo, si estamos soñando, o si estamos demasiado en este mundo real, donde estamos percibiendo ciertas cosas que no. Hasta que al final pasa que ella descubre una forma de cantar distinta, y cambia algo de lo que se venía dando en ese coro, a partir de esa angustia de no pertenecer, de ya no estar en esa voz que es terrible para una soprano. Para una soprano que la bajen de voz es terrible”, afirmó.

La protagonista de filmes como Relatos salvajes (Szifron, 2014), La cordillera (Mitre, 2017) y Los sonámbulos (Hernández, 2019); también mencionó que, lo que le ocurre a su personaje en la cinta de Meta, puede también funcionar como metáfora de los procesos vinculados al amor o al duelo por una pérdida. “Esa cosa como de hacer la concesión con el otro de decir ‘bueno, voy a dejarte entrar en mí’, y es en todo sentido. Para las mujeres, en todo sentido”, mencionó.

“Es esta cosa de dejar entrar a alguien al corazón, de dejar entrar a alguien al alma o al espíritu, y que eso siga para siempre, más allá de la muerte, -porque eso sí nos sigue más allá de su muerte a veces-, y tiene que ver con el duelo, con el amor. Había pensado que el estado de ella es particularmente permeable a estas cosas, justamente porque está en un momento de duelo… aunque no lo había pensado como parte del duelo mismo, como si Alberto (personaje interpretado por el actor Nahuel Pérez Biscayart) fuera parte de eso”, reflexionó Érica.

“Es que la película tiene eso. Tiene esa cosa como de que no está totalmente definida, justamente para que nosotros podamos poner en ella lo que nos parezca. Lo que nos aparezca. O lo que escuchemos”, finalizó.

La película es una coproducción mexicana de la mano de Julio Chavezmontes (Piano) y Lorena Villarreal con Barraca Producciones. Ahora se estrena en la Cineteca Nacional y cines seleccionados de la Ciudad de México, Guadalajara, Toluca y Monterrey. 

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