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Luego de cuatro años de lucha contra el cáncer, el actor Héctor Bonilla murió a los 83 años de edad en su casa, en paz, sin dolor y rodeado por su circulo más íntimo, que lo acompañó hasta el final y cumplió uno de sus deseos: compartir el epitafio que escribió para sí mismo hace varios años.
Héctor Bonilla: “Se acabó la función, no estén chingando. El que me vio, me vio. No queda nada”.
La familia del primer actor expresó que están conscientes de que Bonilla dejó un legado inconmensurable; por ello están seguros que existen muchos corazones que lamentan su muerte.
A pesar de la infinita tristeza que embarga a sus seres queridos, señalaron que están tranquilos por despedir a un hombre que se fue sin deberle nada a nadie, que vivió intensa y plenamente sembrando amor y alegría en cada camino que recorrió en su larga trayectoria como actor y ser humano.
Nacido en Tetela de Ocampo el 14 de marzo de 1939, Héctor Hermilo Bonilla Rebentun supo que quería ser actor cuando en la secundaria interpretó algunas obras de Lope de Ruda, en ese momento se dio cuenta que la reacción del público despertaba en él una magia indescriptible; el teatro fue una de sus pasiones.
Estudió Arte Dramático en la Escuela Nacional de Teatro, del Instituto Nacional de Bellas Artes. Su debut en el cine fue en la película “Jóvenes y bellas” y destacó en “Rojo Amanecer”; su primera incursión en la televisión fue con la telenovela “La casa de las fieras”. Sus trabajos lo fueron colocando como unos de los galanes más importantes del medio del espectáculo en las décadas de los 70 y 80.
Héctor Bonilla también componía canciones, una faceta de su carrera poco conocida por las generaciones actuales; incluso grabó un disco en 1983: “Pa’ lo cuates”.
El presidente Andrés Manuel López Obrador lamentó el fallecimiento de Héctor Bonilla, un personaje que lo acompañó durante su movimiento hasta llegar a ser presidente de México. Lo describió como un gran actor, honesto y siempre con firmes convicciones.
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