Escenario

‘Somos historias’, las luchas y resistencias culturales en comunidades colombianas

La serie documental, de siete capítulos de 30 minutos cada uno, recoge los testimonios, están rodados en territorios del país que fueron acechados por los desplazamientos, las intimidaciones y los secuestros>

Grabando un documental sobre la comunidad
Imagen de la serie documental. Imagen de la serie documental. (‘Somos historias’, la serie documental sobre las víctimas locales del conflicto colombiano/EE/Historias en Kilómetros)

Productoras comunitarias y protagonistas locales que fueron víctimas directas del conflicto armado en Colombia son los dos componentes de Somos historias, una serie documental que recoge las luchas y resistencias culturales de siete de los municipios más afectados por la guerra.

Los siete capítulos, de 30 minutos cada uno, están rodados en siete de los territorios del país que fueron acechados por los desplazamientos, las intimidaciones y los secuestros, además, muestran la realidad actual de los hombres, mujeres y niños que viven las consecuencias del conflicto cada día.

Durante la presentación de la serie, coproducida por Historias en Kilómetros (HEK) y siete productoras comunitarias independientes, Nicolás Cuellar, codirector de la organización, dijo que la idea del documental fue “hacer cine comunitario profesional”.

Cuellar explicó a EFE que en HEK forman a jóvenes cineastas con talento que no pueden permitirse la educación de otra manera, y una vez se gradúan, “ellos son nuestros aliados”.

Todas las historias que conforman el documental surgen de creaciones de cine comunitario, para el que actualmente tienen más de 100 formadores por el mundo que ayudan a aquellos “con muy buenas ideas, pero sin las herramientas ni los recursos para producirlas”.

Entre la vida y el arte

En la presentación de la serie documental se proyectó uno de los capítulos, el titulado “Resilire, entre la vida y el arte”, grabado en Ibagué, capital del céntrico departamento de Tolima.

El episodio trata sobre la vida y los sueños de un joven asesinado del municipio de Girardot, uno de los miles de casos llamados ‘falsos positivos’, como se conocieron las ejecuciones extrajudiciales de civiles por parte de militares en Colombia. La trágica historia se combina con las dos artes que eran la pasión de la víctima: el rap y el grafiti.

A través del caso de “Sombras”, como le apodaban sus amigos, se trata la difícil situación a la que se han enfrentado los jóvenes de poblaciones pequeñas en el país, a la vez, exponen el talento y la necesidad de expresarlo a través del arte.

La idea nació de este grupo de muchachos que necesitaban pedir justicia por su amigo, y el arte les dio la vía para hacerlo”, dijo a EFE la directora del episodio, Nayid Herrán.

A través de proyectos como este, “tenemos el poder de contar una historia que sea la historia de todos, todos hemos sufrido la guerra, todos pasamos necesidades y sufrimos violencia”, añadió.

El documental todavía no está disponible en ninguna plataforma digital, pero está recorriendo espacios comunitarios de Colombia para fomentar “que el cine que hacemos no solo sea comunitario en su producción, sino también en su distribución”, concluyó Cuellar.

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