En el 2022, cuando la actriz Hong Chau regresaba a casa luego de estrenar en la Mostra de Venecia donde se estrenó The whale, de Darren Aronofsky, por la que fue nominada a los Premios Oscar a Mejor Actriz de Reparto, le ocurrieron dos cosas: Le dio COVID por primera vez y mientras estaba en la cuarentena aislada y tomando distancia de su hija de dos años recibió la llamada de su agente: “Yorgos Lanthimos quiere hablar contigo sobre su próxima película. ¿Está bien que des tu dirección de correo electrónico?”.
“¡Por supuesto!”, fue lo único que pudo decir al teléfono para después recibir el guión de la película de Kinds of kindness (en un principio no tenía ese nombre), junto con una nota que decía que el director la había visto actuar en Showing up, de Kelly Reichardt: “No tenía ni idea, pero son amigos. Dos cineastas muy diferentes, pero que aman y respetan el trabajo del otro. Así fue como pensó en mí para Kinds of Kindness”, dijo.
Kinds of Kindness (Tipos de gentileza), que llegó a las salas mexicanas hace unos días, es un tríptico que explora el amor, el poder, el control y la pertenencia. A lo largo de sus tres relatos, conocemos a un hombre que vive según los caprichos de un misterioso jefe, que le ordena hacer lo que él quiere; a un policía que está convencido de que su mujer es una persona diferente después de haber desaparecido en el mar; y por último, a una joven decidida a encontrar a alguien con un don extraordinario, convencida de que está destinado a convertirse en un líder espiritual.
Para el filme cada actor interpreta tres roles diversos en un ejercicio histriónico que cautivó a Chau desde el inicio: “La primera vez que leí el guión de Tipos de gentileza, ni siquiera se llamaba así; me reí mucho y luego pensé que debería de leerlo y re leerlo una y otra vez para entender de qué iban los temas”, explicó la actriz en una entrevista exclusiva concedida a Crónica Escenario.
“Luego dí un paso atrás y pensé ‘No, no voy a hacer esto, mejor voy a confiar en esta experiencia’. Yorgos tiene una manera tan convincente de dirigir, que cualquier lugar al que quiere llegar, sé que va a ser increíble. Eso fue lo que hice, todos los días me presentaba en el set y trataba de decir que sí más que no y fue además muy divertido actuar con los otros actores”, añadió.
En medio del proceso fue que descubrió en la dirección del griego Yorgos Lanthimos que el camino no necesariamente debe ser tortuoso aún en los personajes más complejos: “Tuvimos un divertidísimo periodo de ensayos antes de la filmación de la película; había muchos juegos teatrales y jugueteando unos con otros. Creo que la intención de hacer esto fue construir una camaradería y una energía grupal y creo que realmente funcionó”, dijo.
“No sabía cuál era el propósito de cuándo lo estábamos haciendo, era como ‘Okay, estamos rodando por el piso divirtiéndonos unos con otros, pero ¿cómo exactamente esto va a ayudarnos en las escenas tan complicadas que no tienen una guía obvia?’. Pero eso en realidad fue muy divertido; presentarse y no saber qué estábamos tratando de sacar en cada escena. Estábamos esperando a que Yorgos amablemente nos guiara”, siguió.
“Hay muchísima humanidad en cada uno de estos personajes, tienen defectos, como todos tenemos defectos, y eso puede ser angustiante para algunas personas pero también puede ser una cualidad adorable y admirable en la gente. Yorgos es muy honesto en mostrar lo tonta que es a veces la humanidad y seguramente de ahí emerge ese humor y los aspectos grotescos de sus películas”, complementó.
La actriz comentó que The lobster (La langosta) fue el primer filme que vio de Lanthimos antes de ser dirigida por él. La vio durante el rodaje de Downsizing, de Alexander Payne, que fue el que impulsó su carrera a nivel global. Desde entonces la sensación que le generó ver sus filmes se convirtió en un deseo de trabajar con él que se volvió realidad:
“Fue una decisión muy fácil subirme a bordo y dar el salto de fe porque todas sus películas me hacen sentir muy extraña de la mejor manera. Estaba totalmente preparada para que me lanzaran cualquier rareza”, comentó sobre sus motivos que además del cineasta fue el elenco con el que estaría trabajando:
“Estaba emocionada de trabajar con Jesse Plemons porque he sido fan suya y he visto crecer su carrera. Era una persona muy dulce y no me decepcionó”, dijo. “Emma (Stone) y Willem (Dafoe) venían de terminar de filmar Poor things con él y aún así tenían la misma energía generosa y juguetona entre ellos; Yorgos tiene el talento de encontrar gente con la energía correcta y de unirlas. Nosotros solo actuamos”, sumó.
También fue gracias a alguien del elenco que vivió su experiencia más gratificante durante el rodaje de Tipos de gentileza: “En realidad, esto no tiene nada que ver con la película en sí, sino con poder sentarme y charlar con Willem Dafoe . Es un ícono y una leyenda viviente, y también un tipo muy dulce, humilde y modesto de Wisconsin. Fue lo mejor poder estar en escenas con él y charlar con él entre escenas”, enfatizó.
Sobre la complejidad del filme de dar vida a tres personajes distintos la actriz hizo una retrospectiva de lo que vivió:
“Filmamos en una secuencia, principalmente por el bien del vello facial de los hombres (ríe). ¡Es muy difícil volver a pegar la barba! Pero fue interesante esto, usualmente después de leer el guión tengo una idea muy clara de cómo debe verse mi personaje, desde cómo se viste hasta como se peina y maquilla”, dijo.
“En este caso, realmente no lo sabía por lo que fue un poco estresante ir y no sentir que tenía un punto de vista. Pensaba que no estaba haciendo bien mi trabajo por no tener un punto de vista sólido”, continuó.
“Pero luego me dí cuenta, no, esto es como es, esto es como debe de ser. Simplemente nos quedamos detrás y asimilamos realmente lo que teníamos frente a nosotros y lo hablamos. Jennifer Johnson fue nuestra diseñadora de vestuario y fue muy divertido trabajar con ella; creo que era la primera vez que trabajaba con Yorgos”, añadió.
Y claro, fue un proceso complejo no solo para ella: “Willem dirá que se probó muchos atuendos para esta película, más que para cualquier otra película que haya hecho, y creo que estoy de acuerdo”, mencionó.
“Nos probamos muchos disfraces diferentes sólo para ver realmente a dónde debíamos ir. Si un elemento realmente nos hablaba, lo seguíamos, y creo que así fue también en el set. Hubieron muchas cosas que no estaban en el guión necesariamente y que quedaron en la película, tanto atmosféricas como en la acción”, agregó.
Hoy en día, con el reconocimiento de haber formado parte de grandes filmes , la actriz se siente satisfecha con el rumbo que ha tomado su carrera artística:
“Tomó mucho tiempo para que mi carrera finalmente empezara a moverse; estuvo estancada por un década hasta que hice Downsizing, que fue la primera vez donde la gente me conoció. De hecho fue desde ahí todo ha sido orgánico. Siento que la gente con la que quiero trabajar también quiere trabajar conmigo y eso es simplemente mágico y maravilloso”, comentó.
“Yorgos me contactó para esta película porque vió mi actuación en la película de Kelly Reichardt, Showing up, y yo no sabía que ellos eran amigos. Ella le enseñó un corte de la película y él se dió cuenta ‘Ah, la he visto en estas otras cosas’”, sumó.
“Le gustó el rango de personajes que puedo interpretar y pensó que podría ser una buena incorporación a Kind of kindness, así que fue un gran voto de confianza porque me había visto en otras cosas. Para mí, y espero que siga pasando así, es que me quede con un papel no porque tenga equis número de seguidores en redes sociales si no porque se ve al trabajo actoral que he hecho”, enfatizó.
Hong Chau nació el 25 de junio de 1979 en un campo de refugiados en Tailandia, después de que sus padres consiguieran huir de Vietnam en la llamada Boat People, una oleada de refugiados que huyeron de su país por mar después de la guerra de Vietnam e inmigraron a Estados Unidos huyendo de la violencia de su país.
Según narró la actriz, criada en Nueva Orleans, a pesar de que sus progenitores consiguieron enviar a la universidad a sus tres hijos “limpiando baños y lavando platos”, la sociedad norteamericana nunca los aceptó. “Toda mi vida he sentido que yo era más aceptable que mis padres y ellos eran los que debían estar siempre en la parte de atrás, o escondidos en el cuarto de la escoba”, explicó en una conferencia de prensa en el Festival de Toronto tal y como recogió por The Hollywood Reporter.
La actriz ha centrado la complejidad de su historia con mesura: “Para convertirme en una persona aceptable yo misma tuve que distanciarme de mis orígenes, y eso no es algo con lo que jamás vaya a sentirme cómoda”, confesó.
Por ahora solo confía en su talento y en que se siente agradecida por formar parte de la nueva película de Lanthimos. El cineasta ha repetido trabajo con actores como Emma Stone y Willem Dafoe: “¿Te convertiste en parte de esta tribu?”, se le preguntó: “¡Espero que sí! Espero que me siga invitando a otro de sus éxitos (ríe), como todas sus películas”, concluyó.
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