El apoyo de Taylor Swift a Kamala Harris en las presidenciales de noviembre supone el colofón definitivo del respaldo que ha prestado a la vicepresidenta estadounidense la industria del entretenimiento, donde las simpatías públicas hacia el exmandatario Donald Trump se han posicionado como minoritarias.
Después de un debate en el que Harris se presentó fuerte, clara y segura de su visión para llevar el mando del país, Swift hizo uno de los anuncios más esperados por las campañas políticas al comunicar en Instagram su posición a favor de la candidata demócrata.
La superestrella de 34 años fue la cereza del pastel de una noche en la que el desempeño de Harris aventajó a Trump con 26 puntos porcentuales, según una encuesta de CNN realizada a los votantes que siguieron el enfrentamiento.
Swift había apoyado en 2020 al ahora presidente, Joe Biden, pero su postura política en las elecciones del próximo 5 de noviembre había brillado por su ausencia hasta ayer, algo que medios especializados como Variety comenzaban a cuestionar.
Analistas como Grant Reeher, director del Instituto Campbell de Asuntos Públicos y profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Siracusa, había asegurado a EFE que el apoyo de quien es considerada la artista pop más famosa del momento podría ser el más relevante, si no el único, para el impulso a la campaña demócrata.
Esto podría verse reflejado con más potencia en los próximos días en las encuestas, donde Harris supera hoy con 2,7 puntos porcentuales a Trump en las intenciones de voto, según la media efectuada por la web FiveThirtyEight.
Pero por si Swift no fuera suficiente, a la vicepresidenta también la respaldan superestrellas de gran poder y renombre como Beyoncé, quien le otorgó el uso de su canción “Freedom” para su campaña, el actor Matt Damon o la cantante Barbra Streisand.
En sus mítines, la aspirante a la Casa Blanca se ha presentado acompañada de cantantes como Megan Thee Stallion o Quavo y Stevie Wonder dio un conmovedor discurso en su apoyo durante la convención demócrata de agosto en Chicago, donde se formalizó su nominación.
Además, personalidades como Selena Gomez, Lady Gaga o Jennifer Aniston, le dieron “me gusta” a la publicación de Swift, sugiriendo que apoyan a la candidata, mientras que Cardi B, quien abiertamente había declarado que no apoyaría a Biden, respaldó a Harris cuando se anunció oficialmente su candidatura.
Harris aumentó su popularidad después de que la cantante Charli XCX la coronara como “brat” (malcriada) en X, haciendo referencia a su álbum viral homónimo de portada verde.
La campaña de la vicepresidenta se tiñó del mismo color gracias a ello y aprovechó los memes que surgieron al respecto a su favor logrando un mayor alcance entre el electorado más joven.
Asimismo, figuras potentes de Hollywood como George Clooney o Julia Roberts respaldaron a Harris cuando Biden, a quien habían impulsado en eventos públicos, se retiró de la contienda el pasado 21 de julio.
El exmandatario republicano, quien antes del posicionamiento de Swift intentó usar imágenes de la cantante generadas con inteligencia artificial a su favor, reaccionó a la publicación asegurando que la artista probablemente “pagará un precio en el mercado” por ello.
Mientras tanto, la campaña de Trump (2017-2021) y su compañero de fórmula, el senador por Ohio, JD Vance, tiene considerablemente menos estrellas entre sus filas y con menos repercusión pública. Entre ellos se encuentra el actor Dennis Quaid, el músico Kid Rock, el rapero 50 Cent o el luchador profesional Hulk Hogan.
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