Escenario

Isaac et Nora: encontrando ritmos en familia

COBERTURA. Los adolescentes y su padre, Nicolás Restoin, surcan épocas y etapas de crecimiento mientras se divierten creando ritmos y encontrando joyas melódicas>

Familia tocando música
El dúo francés se presentará el sábado 16 de marzo en la Carpa Intolerante del Vive Latino 2024 El dúo francés se presentará el sábado 16 de marzo en la Carpa Intolerante del Vive Latino 2024 (Especial)

A unos cuántos días de comenzar con las actividades del Vive Latino 2024, el joven dúo francés, Isaac et Nora, ofreció una conferencia de prensa virtual (desde Australia, pues están de gira con su show) para hablar sobre sus impresiones de la próxima presentación en tierras mexicanas con su repertorio de covers clásicos de la música latinoamericana, el sábado 16 de marzo en la Carpa Intolerante.

Su padre, Nicolás Restoin, quien los ha acompañado desde el principio de su carrera que hoy es un fenómeno mediático internacional, declaró que su mayor audiencia está en México, en donde quieren pasar una larga temporada para su siguiente proyecto. “El nivel de la gente, la comida, el ambiente, nosotros empezamos con clásicos cubanos, pero después descubrimos, poco a poco, la música mexicana y es algo que nos toca, nos habla con la jarana, el requinto; es difícil explicar porqué pero nos encanta este país”, mencionó Restoin.

Isaac et Nora se mantiene buscando exponentes, encontrando magia en músicos como Natalia Lafourcade (con quien ya han colaborado en vivo) y haciendo conexiones fuertes con el público mexicano que presenta “emociones fuertes” en cada concierto al que van. Con sonrisas y miradas de complicidad entre los tres, la familia Restoin recordó “Lágrimas Negras”, compuesta por el cubano Miguel Matamoros en la década de 1920, el primer tema que grabaron en español y les introdujo a un entendimiento más profundo de las letras originales, que han cobrado más sentido con el aprendizaje del idioma a través de películas, series, una aplicación y la interacción con otros músicos iberoamericanos.

En la música latina hay algo que disfrutamos mucho, creo que nos enamoramos del idioma y la música nos parece siempre tan agradable” dijo Nicolás, quien ha inculcado a sus hijos el gusto por el ritmo y la melodía desde pequeños. “No tenemos televisión en nuestra casa, estamos escuchando música todo el tiempo”, añadió Isaac mientras era cuestionado sobre sus métodos para seguir en el mundo artístico.

Nicolás está seguro de que sus hijos, poco a poco, se están dando cuenta de todo lo que involucra su quehacer como una familia fuera de serie, comprometida con el arte y las emociones derivadas de su concepto artístico. Estos sincretismos, que unen orígenes y sentidos de pertenencia, les han permitido experimentar la cultura latina, sobre la que quieren continuar aprendiendo sin parar, dejando de lado los tabúes y mitos creados por la separación física de los países involucrados en estos intercambios.

“Tal vez no somos los mejores para hablar de América Latina porque, para nosotros, toda la gente de acá es el mejor público del mundo, tal vez lo idealizamos un poco, pero siempre enterarnos que vamos a venir es una gran noticia que nos hace muy felices, nos gusta la espontaneidad que tienen las personas, te pueden decir fácilmente te quiero y eso no es tan común en Europa, es una generosidad en las relaciones”, expresó el padre de los muchachos, mientras buscaba las palabras precisas en Español para hacer entender que no existen recetas para transmitir la pasión de un mensaje musical.

No se saben virtuosos, simplifican su tarea artística y eso les permite continuar siendo orgánicos y cercanos a su sensibilidad, la familia está feliz por compartir eso con su público, por mostrarles que siguen sin creer hasta dónde han podido llegar. Para los tres ha sido complicado manejar todas las cosas que han sucedido en tan poco tiempo, desde que comenzaron su carrera, compartiendo momentos musicales en conjunto, disfrutando y riendo de esos magníficos instantes.

Para Nicolás era muy importante que sus hijos no percibieran la música como algo “duro” o “pesado”, pero sí un hábito que pudiera ser benéfico para su desarrollo personal y profesional. “Hay que escuchar al otro y cuando estamos juntos se provocan cosas muy especiales. Cuando un equipo se siente muy junto, da un buen sentimiento, pero en la música hay algo más de placer”, expuso Nicolás.

Nora le da mucho valor a los viajes con la familia, a la conexión que tienen entre todos y que le da sazón a sus ejercicios amorosos de música y arte. Los adolescentes y su padre siguen surcando épocas y etapas de crecimiento mientras se divierten creando ritmos y encontrando joyas melódicas entre los tintes hogareños y la unión de los corazones frente a las armonías de la vida.

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