Escenario

Isabel Coixet: “La precariedad te lleva a valorar más lo que tienes y lo que has conseguido”

ENTREVISTA. La cineasta española publicó su tercer libro, ‘Te escribo una carta en mi cabeza’, un compendio de reflexiones guiadas por el asombro y la curiosidad ante la vida cotidiana>

La directora de cine Isabel Coixet
“Hay una tendencia a buscar historias alambicadas y complicadas cuando las buenas historias las tenemos ahí al lado”, dijo “Hay una tendencia a buscar historias alambicadas y complicadas cuando las buenas historias las tenemos ahí al lado”, dijo (Especial)

Empezó a escribir artículos periodísticos hace 25 años pensando que lo iba a dejar “a los dos días”, pero la cineasta española Isabel Coixet acaba de publicar su tercer libro, Te escribo una carta en mi cabeza, un compendio de reflexiones guiadas por el asombro y la curiosidad ante la vida cotidiana.

Hay una tendencia a buscar historias alambicadas y complicadas cuando las buenas historias las tenemos ahí al lado”, dijo a EFE la guionista y directora catalana, que expone su mirada al mundo a través de sus viajes, de películas que ve o libros que descubre, de sus recuerdos o de conversaciones cotidianas.

Del auge de la autoayuda al feminismo o el independentismo catalán pasando por sus incómodas experiencias con Gerard Depardieu, Michael Bay o un crítico innombrable, Coixet aborda temas de lo más variado de forma que el resultado es también una especie de autorretrato involuntario.

Ganadora de ocho premios Goya y Premio Nacional de Cinematografía 2020, la directora de Mi vida sin mi (2003), La vida secreta de las palabras (2005) o La librería (2017) dice que no se considera escritora sino una “contadora” de historias con afán por poner el foco en “lo que pasa desapercibido”.

Desde su productora Miss Wasabi Films también alienta este tipo de historias y pone el ejemplo de Berta García-Lacht, a quien produjo su corto Maruja (2022) y ahora va a apoyar su próximo proyecto, Los últimos días de Súper Clara.

Es la historia -explicó en una entrevista telefónica- de una mujer que se ve obligada a cerrar su tienda en un pueblo pequeño y narra sus últimos días, vendiendo lo que le queda, “algo que puede pasar desapercibido hasta que alguien lo ve con ojos de narrativa y se pregunta qué significa una cosa tan aparentemente banal”.

Sobre el auge del true crime admitió que le atraen algunas historias, especialmente las de sectas. “Me intrigan los mecanismos por los que personas aparentemente racionales aceptan a un gurú y confían en lo que dice esta persona que claramente miente más que habla, la política también es eso”.

Pero rechaza el morbo gratuito. “Que en los dos primeros minutos de una serie salga un torso de una mujer en estado de putrefacción, me parece una falta de respeto”, dijo en referencia a El rey del cachopo, estrenada el pasado 10 de mayo en Netflix, “se pueden contar los mismos sucesos con respeto e interés”.

En el libro también aflora cómo han marcado su visión del mundo sus progenitores, un padre que conoció el hambre y la miseria en su infancia y una madre que no pudo elegir la vida que quiso.

No voy a criticar a la gente que viene del privilegio porque no es algo que elijas, pero nacer de dos personas que no pudieron estudiar y que tuvieron que sublimar todas las inquietudes que tenían, claro que te marca”, declaró.

La precariedad te lleva a valorar más lo que tienes y lo que has conseguido, pienso que es un orgullo infantil, pero lo tengo, sí, a mí nadie me ha regalado nada, y cuando digo nada, es nada”, afirmó.

Coixet no tuvo unos comienzos fáciles en el cine, cuando ser mujer en su oficio era una rareza en España, tal y como recordó en su discurso de aceptación del Premio Nacional de Cinematografía, también recogido en el libro.

Las razones por las que ahora se valora a muchas jóvenes directoras eran las mismas por las que se cargaban lo que yo hacía”, recordó, “gracias a Dios este es un paradigma que ha cambiado, pero las que llegamos antes, que éramos cuatro gatos, nos tuvimos que comer críticas despiadadas, que no eran ni críticas, eran directamente ‘vamos a cargarnos esta persona’”.

Su proyecto más inmediato es el rodaje de una serie en Francia sobre una aspirante a directora que quiere contar la historia de amor que nunca ocurrió entre Françoise Hardy y Nick Drake, para la que contará con Tim Robbins.

Además, participará en una antología, Bike me up, de los mismos productores de Paris je t'aime (2006), que tratará de “contar Europa a través de la bicicleta”. Aunque se empezará a rodar este verano, su historia, titulada La bicicleta bajo la lluvia, tiene previsto filmarla en Barcelona a comienzos del año que viene.

También tiene pendiente el rodaje, aún sin fecha, de Los días del abandono, basada en la novela homónima de Elena Ferrante y que la unirá de nuevo con Penélope Cruz, con quien trabajó en Elegy (2008). “Las cosas llevan su tiempo, sobre todo los proyectos internacionales”, afirmó.

Coixet dice que le gusta el cine, pero no el mundo del cine. “Me gusta el cine como oficio, como manera de vivir y de contar, pero todo lo que hay alrededor del cine, como dicen ahora los adolescentes, me da cringe”.

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