En el primer día de alegatos del caso Rust la Fiscalía de Nuevo México acusó a Alec Baldwin de “imprudente” y de violar “reglas fundamentales” del set de grabaciones, mientras que la defensa del actor, que enfrenta un cargo de homicidio involuntario por la muerte de la directora de fotografía del filme, delegó la responsabilidad a otros miembros del equipo.
La Fiscalía abrió la ronda de alegatos principales enfocándose en la responsabilidad que tenía el actor de seguir los protocolos de seguridad en el set, acusándolo de haberlos violado.
“Las pruebas demostrarán, señoras y señores, que como en muchos lugares de trabajo, hay personas que actúan de forma imprudente”, expresó la fiscal especial Erlinda Johnson al jurado del caso.
También aseguró que uno de los “mayores problemas” de lo sucedido en octubre de 2021 fue que Baldwin “no llevó a cabo los protocolos de seguridad y actuó con indiferencia y negligencia”.
Mientras la Fiscalía intentaba retratar a la estrella de Hollywood como una persona imprudente a la hora de usar el arma de atrezzo del que salió disparada la bala real que terminó con la vida de Hutchins, el abogado de Baldwin, Alex Spiro, comenzó sus argumentos declarando que el actor “no cometió ningún crimen”.
Spiro intentó mostrar al jurado que el intérprete solamente estaba llevando a cabo su trabajo como actor: “Los actores confían en los armeros, apuntan y disparan armas”.
Después, señaló que la Fiscalía se había esforzado en su investigación en acusar a Baldwin como el principal responsable de la muerte de Hutchins, en vez de otros miembros del equipo como el asistente de dirección, Dave Halls; el proveedor de municiones Seth Kennedy; la maestra de utilería, Sarah Zachry; y la armera Hannah Gutierrez-Reed.
Halls ya fue condenado a seis meses de libertad condicional y Gutierrez-Reed fue declarada culpable y sentenciada a 18 meses de prisión.
“Para averiguar lo que ocurrió en ese plató de cine hay que hacer algo que los fiscales nunca podrían hacer. Hay que dar un paso atrás y recordar lo que estaban haciendo en un plató de cine”, les pidió al jurado Spiro.
Portando un traje oscuro, una camisa rosa, una corbata color vino y unos lentes de pasta gruesa, Baldwin pasó las casi ocho horas que se prolongó la sesión de este miércoles sentado entre sus abogados y sin hacer grandes muestras físicas de emoción.
En su segundo día en la corte, al actor lo volvieron a acompañar su esposa Hilaria y su hermano Stephen, con quienes intercambió palabras en los pocos momentos de pausa que hubo durante la sesión.
Este miércoles también se revivieron los momentos posteriores al disparo en el Rancho Bonanza Creek, en el que se rodaba la película Rust, como la grabación de la llamada al 911 pidiendo ayuda tras el fatal accidente.
También intervinieron los primeros testigos, como Nicholas LeFleur, un agente del Departamento de Policía del condado de Santa Fe que llegó al set tras el accidente de 2021, quien aseguró que aunque no podía “saber las intenciones de las personas”, vio a Baldwin “conmocionado y triste” tras el tiroteo.
También dijo que creía haber escuchado que un miembro del equipo declaró que Baldwin había “apretado el gatillo” cuando llegó ahí, algo que el actor ha negado en numerosas ocasiones y que la Fiscalía se ha empeñado en demostrar, señalando incluso que el FBI realizó 12 pruebas en el arma que determinaron que la única forma en la que el arma de pudo haber descargado era apretando el gatillo.
No obstante, Spiro argumentó que “aun cuando hubiera disparado el gatillo”, el actor seguiría siendo inocente.
“En un plató de cine, está permitido apretar el gatillo (...) Incluso si apretó el gatillo intencionadamente... eso no le hace culpable de homicidio”, ahondó el abogado.
De ser considerado culpable Baldwin podría enfrentar hasta 18 meses de prisión. El juicio tiene previsto terminar el 19 de julio y aún se esperan los testimonios del director de Rust, Joel Souza, o del fabricante del arma, Alessandro Pietta, quien viajará desde Italia para testificar.
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