“La gracia del concierto es así: yo los miro, interactuamos, nos conocemos y nos tomamos todo el tiempo”, explicó con emoción Francisca Valenzuela para dar inicio a la celebración de la música que ha compuesto y que reunió a los fans mexicanos en el Auditorio BB la noche del 23 de noviembre.
Acompañada por Cristobal Orozco en la batería y Valentín Trujillo en la guitarra y teclados, la cantautora chilena se paró en medio del escenario para interpretar “¿Dónde se llora cuando se llora?”. Seguido, arrasó con un enérgica interpretación en piano para “Qué sería” de Buen soldado (2011), uno de sus primeros álbumes.
“Muchas gracias por ser parte de este camino en el que hemos crecido juntos”, expresó la cantautora agradecida por el recibimiento del público, incluso confesó que se sentía nerviosa previo a iniciar el concierto, pero que el baile y la interacción desde el escenario la relajaron. Junto a su saludo, comentó que su intención con la narrativa del concierto es que se fuera el viaje que se hace con Adentro: “un momento de crisis, luego salir al mundo de nuevo después de esa ruptura y al final, la esperanza, el comienzo de la sanación”.
“¡Hashtag Terapia para todos!”, bromeó y el público celebró lo dicho en medio de gritos. “En este concierto vamos a realizar un viaje hacia adentro”, compartió previo a presentar la canción homónima al disco, que habla sobre la reflexión previo al rompimiento de una relación. Continúo con “Nada para ti”, una colaboración que tiene con Ximena Sariñana.
“Ya estoy lista para pasar a la siguiente etapa, porque de las lágrimas se pasa a la euforia, la calentura y al deseo. Porque una es así de intensa”, expresó antes de cantar “Ardiendo”, en medio de luces rojas con las que resaltaba su vestuario de top y pantalón azul. Con sensuales movimientos, interpretó “Tómame”, que invitó al baile a todos los presentes. En medio de un provocativo suspiro, Valenzuela empezó “Continente”, en la cual, en el punto más intenso de la canción se paró del piano y fue al centro del escenario para tocar dos teclados al mismo.
Para presentar “Peces”, contó al público que “es la primera canción que salió de mi cuarto y llegó al mundo, fue la llave de mi carrera. Cómo iba a saber que una canción que yo escribí de adolescenta porque me gustaba un chico que yo no le gustaba, me llevaría a cantar mis canciones en otros países”. Este tema, parte de su primer disco Muérdete la lengua que lanzó en el 2008, fue reconocido por las radios chilenas y la revista Rolling Stone.
“Siento que a las mujeres nos dictan que debemos ser de cierta forma para ser amadas. Que tenemos que ser perfectas, bonitas, deseables, dulces y una puede ser estas cosas, pero la gracia es que uno pueda ser como quiera ser. Muchas veces me decían, haces mucho ruido y a lo largo de los años me hacían sentir inadecuada, pero no estaba dispuesta a quedarme callada”, compartió Francisca sobre “Dulce” que interpretó frente al piano con Valentín Trujillo. Al terminar esa canción, se desataron los gritos de “¡Francisca, hermana, ya eres mexicana!”.
“Lo nuestro nada puede borrarlo” es el tema que cierra el disco Adentro y para tocarlo, invitó al escenario al productor del disco, Francisco Victoria quien ha trabajado con artistas como Princesa Alba, Benjamin Walker y Paco Miranda. A modo de acústico, se colocaron todos juntos en el escenario donde ofrecieron una conmovedora interpretación.
Encaminados al final, Valenzuela resaltó el papel de las mujeres, empezando por sus dos teloneras. Inició Alaíde, quien presentó su nuevo sencillo “Ritual” con un estilo místico a través de juegos rítmicos con la voz y exploraciones del indie pop. Mientras que Feli Colina presentó un show más cercano a los ritmos folk con temas como “Coordenada” y “Susurrito”.
“¡Nunca habrá suficientes mujeres en la música!”, expresó Renee después de acompañar a la artista chilena en el escenario para la canción “La fortaleza”, una poderosa canción que destaca la firmeza de las mujeres al enfrentarse a las adversidades. Cerró la noche con “Afortunada” y “Prenderemos fuego al cielo”.
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