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La banda española de indie rock León Benavente está de manteles largos celebrando su décimo aniversario de su álbum debut que lleva el mismo nombre que la banda. Esta celebración comenzó con el lanzamiento de Década un material recopilatorio que captura la esencia de su primer disco además de tener el tema inédito “Nuestro Aniversario”, bastante adecuado para la ocasión.
De la misma forma la banda española celebró estos diez años con una serie de conciertos en México y la noche de ayer se presentó en un tremendo concierto en el Lunario del Auditorio Nacional, donde dio un recorrido por toda su música y demostró que el rock para nada esta muerto, al contrario está más vivo que nunca.
La noche comenzaba tranquila, salvo para los conductores de automóviles cerca del coloso de reforma que se atascaron en un tráfico despiadado porque también había otro espectáculo en el Auditorio Nacional, uno no se estresa y llega en la siempre preponderante e incomprendida limusina subterránea.
La entrada al recinto resultó lenta y pausada, hasta cerca de la hora de inicio de la presentación. El Lunario en un principio se sentía hasta vacío, las charlas de las personas hacían más que evidente este hecho, charlas donde reinaba la incredulidad, misma que pocos segundos antes de que bajaran las luces ya no estaban presentes, pues estaba lleno, no a reventar pero si en una capacidad importante.
20:40 hrs marcaba el reloj cuando salieron ante gritos y aplausos Abraham Boba, Eduardo Baos, Luis Rodríguez y César Verdú, que de forma inmediata comenzaron el show con “Líbrame del mal” un tema tranquilo y contundente idóneo para comenzar la locura de noche que se avecinaba, momento coronado con un breve saludo a el público mexicano, el cual se demostró su pasión por la banda con gritos ensordecedores.
La noche fue ‘in crescendo’ desde el principio de la velada con “California”, “Se mueve” y “Amo”, temas donde la banda se lució de una manera extraordinaria y Abraham Boba confirmó que es un excelente frontman, no sólo en este momento sino a lo largo de la noche, una locura.
Luego prosiguieron con temas como “Como la piedra que flota”, “No hay miedo” y “Tipo D”. León Benavente, que nació de la unión de algunos de los músicos más reputados y veteranos de la escena española, es una bocanada de aire fresco en el rock, son energéticos, totalmente desquiciados y apasionados de lo que hacen.
“Es un placer volver a México, ya son muchos años, cuanto hacia que no veníamos a México, no fue cosa nuestra el no tocar el año pasado cuando estuvimos por acá, lo bueno es que estamos aquí ya son muchos años, creo que la primera vez que venimos no existía spotify, hay mucha gente que queremos aquí y mucha otra que nos han seguido desde el primer disco, hacer un viaje aquí y tocar en una sala como esta no podéis imaginar la emoción que nos hace, por eso vamos a tocar la canción con la que nos dimos a conocer”, dijo emocionado Abraham Boba. y pasaron a interpretar “Ánimo, valiente”.
Este entrañable momento fue respondido con un sentido ¡Oe, oe, oe, oe, León, León! interrumpido por Boba al interpretar “Estado provisional”, seguida por otras de las consentidas de los aficionados, como lo son, “La Rivera” y “La canción del daño”.
“Esperamos que la estéis pasando tan bien como nosotros aquí arriba, siempre es lo que intentamos cuando subimos a un escenario, tener una comunión con la gente que estáis ahí y que en el fondo no haya distancia, que a mi me viene estupendamente, pero que no haya distancia entre todos los que estamos aquí y que esto sea una comunión absoluta, además de una comunión una gran celebración, este 2023 hace diez años que empezamos este proyecto que nos cambió la vida, parece que fue ayer, se nos ha pasado muy rápido, aquella primera vez que llegamos al Caradura, increíble, muchas experiencias que hemos tenis en este maravilloso país y este año precisamente para celebrar estos diez años qué mejor manera de hacerlo que con una canción que de alguna manera hable de esta década que ha pasado, así que vamos a por ella, somos León Benavente”, dijo el vocalista antes de interpretar lo más reciente de su música “Nuestro aniversario”
Finalizaron con un frenesí de rock y líricas enriquecidas en “Mítico”, “Disparando a los caballos” y “Gloria”, donde la explosión sensorial se desató tanto arriba del escenario como abajo de él con los fanáticos que no se contuvieron y bailaron, cantaron y corearon cada palabra. Finalmente León Benavente se despidió de su público… momentáneamente.
Nuevamente el grito al unísono de ¡Oe, oe, oe, oe, León, León! se apoderó del Lunario, algo para nada sorpresivo, pero que tanto a las bandas como a los fanáticos nos encanta, el clásico hacernos del rogar. León Benavente regresó para consentir al público con “Habitación 615”, “Ser brigada” y “Ayer salí”, nuevamente contagiando con su incontenible energía a los fanáticos que salieron posteriormente contentos en un concierto relativamente corto pero conciso y una sorpresa extraordinaria para los nuevos oyentes, incluyendo a melómano empedernido.
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