Búsqueda
Desde la salida de Asís Nasseri al escenario, el público comenzó a clamar el nombre de la banda y desde la primera canción, la audiencia dejó en claro su devoción por el grupo al guardar un silencio casi religioso cuando los violines tomaban protagonismo para clamar en el momento en el que el metal se apodera de la música.
“No tengo palabras” exclamó el cantante, quién se encontraba visiblemente conmovido por el auditorio, al grado en que aseguró que “de todos los conciertos que ha hecho en la gira, este sería el mejor de todos”.
Haggard pedía aplausos y el auditorio se llenaba de estos; una devoción que en definitiva se sabe mutua, pues la banda no dudaba en entregar todo de sí mismos en cada acorde, se coordinaban con los aplausos y porras de la audiencia, creando armonías muy peculiares; Asis incluso mostró su agradecimiento al bajar con su guitarra para estar con su público tras unas sentidas palabras de agradecimiento; Claudio Quartalo acompañó en la locura de tocar entre el público.
La banda agradeció poder volver a la CDMX tras tres años lejos después de la pandemia: “esta ciudad no es solo una ciudad, es donde todo empezó” comentó a la audiencia. Desde el inicio del concierto, el cielo una lluvia abundante cayó sobre el Foro Alarcón.
“Ahora, es tiempo de unos cuentos” clamó el vocalista, para presentar “Chapter I:Tales of Thiria” del disco del 2008 que marcó su salto de personajes históricos a leyendas y dónde nos hablan de un invierno entre campos interminables mientras el frío de la noche azotaba a los presentes, quienes sin embargo se mantenían firmes observando a quienes relatan los mitos. Esta primera parte estuvo cargada de energía y fuerza por parte de la agrupación, quienes después interpretaron “Chapter III: La Terra Santa”.
Nasseri pasó de la fantasía a la realidad al mencionar: “Lo que tenemos ahora, antes hubo gente luchando por ello”; el artista así presentaba la primera canción de la jornada donde habla de Galileo Galilei, “The obsever”, a quien llegó a comentar para Crónica Escenario, tiene una gran admiración debido a su fuerza de voluntad y no dejar de luchar en lo que creía. Posteriormente también interpretaron “Eppur si muove”, tan legendaria como la frase del científico sobre la que está basada.
Junto con las contundentes cuerdas que dan inicio a la canción de Galilei, llegaron los relámpagos al cielo nocturno, cómo despedida por parte del mismo, pues el chubasco se detuvo antes del inicio de “In des Königs Hallen (Allegretto Siciliano)”, oportunidad de descanso para la parte metalera del grupo. Pronto, Asis Nasseri regresó con gran energía, entre perfectos guturales junto con la voz de su contraparte Su Ehlers, interpretaron “Prophecy Fulfilled / And the dark night entered”.
La cantante destacó por sus cantos etéreos, que transportaban junto con la orquesta a un mundo medieval; el show entero se sentía como viajar en una épica aventura, combatiendo al letal invierno, a misterios en el camino y también, de vez en cuando llegando a claros prados o fiestas con baile y cerveza en oscuras tabernas o en castillos encantados.
A mitad del concierto, la agrupación clamó la victoria final a través de su canción homónima, mientras gloriosos, se lanzaban a una nueva cruzada, pues Haggard sorprendió al interpretar una canción inspirada en los hermanos Grimm, proveniente del próximo disco que verá la luz por parte del grupo.
El vocalista ya nos había hablado sobre la importancia que le dan a rendir un buen homenaje a la música en español que interpretan; esto lo dejaron claro una vez más al volver al escenario, pues la banda nos regaló un cover del himno nacional, para los metaleros mexicanos de toda la república, a través del conjunto sinfónico de la banda, mientras comenzaba una leve llovizna a atacar a la audiencia.
Además, con broche de oro, la banda cantó a la luna oculta entre las nubes, la bella canción de Mecano, “Hijo de la Luna”, con lo que mandaron al público a sus casas, para soñar aún con más leyendas de la Edad Media y héroes de la historia.
Copyright © 2023 La Crónica de Hoy .