Escenario

Luis Arrieta: “En el cine como en la vida es hermoso que las emociones nos llevan a hacer cosas que no haríamos comúnmente”

ENTREVISTA. El actor nos habla de su papel protagónico y su faceta como guionista en la cinta El día que todo cambió, bajo la dirección de Javier Colinas y con Gabriela Cartol en el elenco

Retrato de un hombre barbudo
Fotograma de 'El día que todo cambió'. Fotograma de 'El día que todo cambió'. (CORTESIA)

El día que todo cambió cuenta la historia del asalto a una joven pareja, en este asalto ella resulta muerta, siete años después Mario buscará vengarse de los delincuentes que le han arrebatado la razón de su existencia, esto llevará a Mario a un tobogán descendiente de emociones hasta consumar su venganza, aunque no como él lo pensaría. Basado en un hecho real este guión fue escrito y actuado por Luis Arrieta con quien conversamos al respecto:

¿Cómo surge esta idea, cómo vas desarrollando la historia para escribirla, me quedé con la duda de cómo no sentir empatía por este hombre al que le arrebatan las ganas de vivir, se nota como el personaje vive casi en automático solo para la venganza? ¿Cómo desarrollas estos personajes?

La idea sale de algo que me pasó saliendo de un restaurante con mi ex mujer. Unos asaltantes nos abordan, a mí me dan un cachazo en la cabeza, a ella también le ponen la pistola en la cabeza, la manosean, nos quitan todo lo que traemos yo alcanzo a ver a los dos chavos que nos asaltan, son jóvenes y también se ven bastante espantados, puedo ver eso en sus miradas.

Esa noche se quedó en mí por varias semanas o estaba yo lleno de ira, de impotencia, de tristeza, de una angustia que no me dejaba dormir y va pasando el tiempo y decido que tengo que hacer algo con esta emoción, o sea tengo que plasmarlo en una historia. Quiero hablar de esto pero no sabía hacia dónde encaminarlo en un principio y luego empiezo a descubrir que hay dos caminos efectivamente, la venganza o el camino del perdón y yo quería justo hacer un personaje que estuviera todo el tiempo explorando qué hacer ante esto que él está sintiendo, sin ningún tipo de juicio, sin ningún tipo de moral, en el sentido de esto está bien y eso está mal.

Entonces, justo vamos a ver al personaje Mario a lo largo de toda la película pues tratando de resolver también lo que le pasa a él emocionalmente y pues a veces con actos bastante violentos pero al mismo tiempo quería yo construir que todos los mundos que estuvieran a su alrededor fueran tridimensionales que todos los personajes con los que se va topando pues son humanos en el sentido de que no no son buenos o malos.

También está esta forma de Mario de convertirse un tanto en un vengador esto lo hace también ser metódico, pero en algunos momentos comete errores. ¿Nos cuentas más sobre esos detalles?

Nosotros podemos prepararnos siempre para esos eventos traumáticos que nos pueden suceder en la vida pero cuando suceden no estamos nada preparados y justo el día que él no está buscando a nadie, que está regresando de trabajar, es cuando se topa con este hombre que cree que puede ser Pedro y entonces lo sigue y se da cuenta que sí es y que ahí está el otro, el Rayo y pues lo agarran totalmente desprevenido, como tú dices, y se deja ir por lo que siente porque al final también la película habla de eso.

Este algo que es fascinante pero terrible de los seres humanos es justo nuestra emotividad, o sea mi madre sería capaz de matar si algo me pasa a mí y eso es por una cuestión emocional. Ella perdería su humanidad si algo me pasa a mí y mataría porque le matan a un ser que ama y ese amor que ya tiene hacia mí también le hace humana, entonces eso tiene que ver con la emotividad.

Y cómo nos conectamos con los demás seres humanos entonces justo eso es lo que le pasa a Mario en ese momento pierde por completo y justo toda esta cosa metódica de estratega la emotividad lo traiciona. También en la película como en la vida creo que es hermoso que a veces las emociones nos pueden llevar a hacer cosas que no haríamos si no tenemos ese empujón de algo que nos mueve afectivamente y también por eso ahí está la secuencia con Luis Alberti.

¿Eres de esos guionistas que dicen que no les muevan ni una coma o sí permites que el director o algún actor pueda también contribuir a la película?

Obviamente como yo sabía que también iba a actuar primero hicimos un trabajo arduo de guión Javi y yo, él como director y yo como guionista. Yo como actor sé que los actores que iban a estar tocarían el texto y de repente cambiarían algo para bien y cuando es para mal nada más se les dice que esa improvisación no está quedando bien. La verdad es que hay actores que improvisan muy mal, pero este no fue el caso ya que teníamos buenos actores que lo hacen bien.

Conversamos también con Javier Colinas,, director de El día que todo cambió:

¿Cómo lograste captar la esencia de lo que Luis escribió y hacer también una película que como espectador no puedes sentir más que estar del lado de Mario?

Muy interesante, muy divertido. Lo primero que pondría como una gran virtud es que justo estábamos cerca de filmar cuando ocurrió el que nos encerraran por la pandemia, entonces eso nos dio meses de trabajo sobre el guión cosa que creo acabó siendo fundamental tanto para entender lo que Luis quiso transmitir con el guión como para encontrar estos puntos en común que teníamos ambos.

Después creativamente y en todo el tratamiento visual, sonoro, etcétera, vino desde un lugar que intenta explorar el círculo de violencia desde varias aristas, desde una manera más global sin juzgar a ningún personaje.

Ahorita que me dices que es muy difícil no sentir empatía hacia el personaje de Luis me encanta, pero la verdad es que todos los personajes se trataron igual, nunca traté de hacer una película de blancos y negros, es una película que viven los grises y con esto en mente con este análisis de la violencia y de cómo la hemos normalizado nosotros como sociedad en ciudades grandes. De ahí partieron todas las decisiones como director.

También el encontrar a todos estos actores con los personajes, verlos y decir este personaje es para este actor, también fue muy importante porque les crees a todos ellos el papel, vamos, no hay nada forzado que eso también llama mucho la atención.

Soy un ferviente creyente de que cualquier tipo de proyecto audiovisual es una colaboración creativa y tienes que rodearte de estos cómplices creativos que te van a ayudar a que el mundo crezca, que el mundo que estamos reflejando crezca y, la verdad, es que fui muy afortunado con gente talentosísima, gente muy dispuesta, gente que nos alineamos. Entonces no tengo más que agradecimiento con todo el elenco que fue increíble y el proceso de buscar a estos talentos. La verdad es que fue muy divertido.

Gabriela Cartol interpreta el personaje de Tania.

Me gustaría que nos platicaras de este personaje de Tania que finalmente es como muchas personas en esta ciudad, en este país, en este mundo, ayuda a los demás sin pretender obtener algo a cambio:

Es una de estas personas que ayudan a los demás y eso me me parece también muy rescatable, el que como dicen no todos son buenos y no todos son malos, sino que simplemente son humanos y hay humanos que también se preocupan por otros.

Me acuerdo que lo platicamos con Luis y cuando él me ofreció este personaje me dijo: “es que para mí Tania es la luz del proyecto”. Y hablamos mucho de esta energía que existe humanamente, que hay muchas personas que ayudan sin interés, lo vimos justo en el terremoto que hemos vivido aquí.

¿Cuántas personas solidarias hemos visto también en momentos trágicos del país?, ¿cuánta gente empieza a ayudar sólo por ayudar? Y creo que es el caso de Tania que se enfrenta a un suceso y pues la inercia es ayudar a este hombre no, sin saber cómo de alguna manera está vinculada con él.

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