El reconocido director mexicano Luis Estrada fue uno de los grandes invitados para la sede de León en el marco de la 26 edición del Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF por sus siglas en inglés), donde recibió la Cruz de Plata y la Medalla de la Filmoteca de la UNAM como un homenaje a su carrera donde a través de sus ocho películas ha causado un impacto innegable en el público mexicano. Después de tener un encuentro con el público con una Conferencia Magistral donde habló a detalle de su trayectoria, Crónica Escenario tuvo la oportunidad de charlar con el aplaudido y siempre polémico cineasta.
A partir de su trabajo en la histórica sátira La Ley de Herodes (1999), Estrada ha creado una obra en donde busca mostrar una crítica mordaz a lo que sucede en los sexenios vividos, alejándose de sus tres primeros filmes, ganándose el título de provocador nato. “Lo he logrado, primero, no buscándolo. Nunca he querido ser deliberadamente provocador pero tampoco soy ingenuo. Soy consciente de que, cuando tú decides hablar de ciertas instituciones, personajes o partidos políticos, de todos esos temas que, tristemente, por este retroceso que estamos teniendo culturalmente, comienzan a ser nuevamente temas tabús”, señaló el también guionista y productor.
“Parecía que íbamos rumbo a una idea mucho más clara de que podíamos hablar de cualquier cosa pero ahora resulta que la corrección política y la cultura ‘woke’ nos están llevando a dar pasos para atrás y entonces las provocaciones van saliendo por sí mismas. Si te dicen que ya no puedes criticar o hablar de las personas trans y haces una sátira donde críticas ciertas posturas dentro de esa comunidad como lo haces con los políticos o a la Iglesia, resulta ser algo que se gana ese título”, añadió el homenajeado.
“A mí me parece que lo más interesante e importante es no provocar con esa premeditación, alevosía y ventaja porque así muestras demasiado el juego. Creo que todo tiene que formar parte de la forma, una palabra que no me gusta pero que aplica a veces, orgánica de la historia. Entonces te planteas el hablar de la familia mexicana, llenarla de estereotipos en un lugar donde lo más criticado es eso. Así que te decides a decir que los mexicanos son medio huevones y que los pobres son igual que todos los demás o que el pueblo bueno no existe como una unidad. Ése es un poco el camino para mí”, explicó Estrada.
Hijo de José “El Perro” Estrada, Luis presume orgullosamente el haber aprendido muchas cosas de este oficio de su padre, pero puntualizó en una diferencia básica entre él y su figura paterna. “No haría algo como lo que hizo en muchas de sus cintas. Creo que tuvo su camino, además de que al haber trabajado cerca de él me hizo aprender muchas cosas de lo que se deben hacer en el cine pero también muchas otras de las que no. Si bien su carrera fue muy interesante, fue simplemente un empleado en el sentido de que siempre fue un director contratado por productores que tenían cierta influencia que iba en contra de sus mismas películas”.
Esto lo llevó a ampliar su horizonte y entrarle al mundo no sólo del guionismo y la dirección, sino también de la producción. “Cuando decidí que realmente quería entrarle también a ser productor, fue justamente para que no tuviera que recibir sugerencias de alguien que me dijera cosas como por qué no traemos a esa actriz a la que le traigo ganas o que me dijera que le cambiáramos el final para que la cinta fuera menos cruda. Eso es algo que tengo muy claro y me parece que ha sido el mayor acierto de mi carrera”, afirmó tajante el realizador detrás de El Infierno (2010).
“Claro, eso me ha llevado a que haga tan pocas películas porque sí las tienes que escribir, luego producirlas, encontrar el financiamiento que siempre es una obra titánica en este país. Pero francamente, es gracias a ello que siempre he podido hacer las películas que he querido y eso me tiene completamente satisfecho”, agregó.
Si bien Estrada reconoce que gran parte del camino recorrido en su carrera se ha debido a la necedad, ante el futuro pesimista del cine mexicano para los jóvenes directores, el reconocido realizador ofrece un sabio consejo. “Sean siempre obcecadamente necios, nunca tomen un no como última respuesta, siempre persistan en lo que buscan obtener”.
“El mundo ha cambiado mucho, además de que, a pesar del oscuro panorama que se viene, el cine siempre ha enfrentado muchos retos. Primero fue el sonido, luego el color, la llegada de la televisión, los medios de reproducción casero y actualmente la llegada de las plataformas o la inteligencia artificial pero el séptimo arte siempre ha persistido ante ello y todo es gracias a los necios”, apuntó el cineasta.
“Gracias a aquellos que siempre han visto la prioridad en cómo poder levantar sus historias, que para mí al menos, se trata de eso aunque sé que existen muchas otras visiones, es que esto persiste. Creo que la gente siempre va a tener la necesidad de oír esos relatos originales, novedosos o de todo tipo, pues es algo esencial, es parte de nuestra naturaleza. A todos nos gusta que nos cuenten un cuento y si éste es divertido o entretenido, ya sea con inteligencia artificial, en un teléfono o en una plataforma, siempre es fundamental darle el peso mayor a lo que cuentas y persistir en hacerlo”, concluyó Estrada.
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