El día de ayer, Majo Aguilar entregó su corazón en el escenario del Lunario del Auditorio Nacional e hizo que la velada fuera inolvidable para todos sus fanáticos. A las afueras del recinto se podían apreciar asistentes de todas las edades, eso sí, con sombreros y botas; poco a poco el lugar comenzó a llenarse.
En punto de las 20:40 horas, un grupo de mariachis tomaron su posición en el escenario y solo podían verse sus siluetas, pero de pronto las luces se encendieron y comenzó “El son de la negra”, fue inevitable que la gente no se pusiera a gritar y bailar. Un fondo con cactus y una zona árida resaltaba en la pantalla, haciendo esta experiencia aún más emocionante.
Majo Aguilar, salió saludando a todas y todos, desde el primer minuto con esa actitud tan extrovertida y natural que la caracteriza. “No voy a llorar”, fue el primer tema con el que deleitó Majo a su público, paseándose por el escenario y estirando la mano para tener contacto con las primeras filas. La cantante portaba un traje regional (pantalón y chaquetín) de color rojo, su pelo lacio y un maquillaje natural con labial rojo que la hacia resaltar.
En una pausa, una fanática llamada Sharon, le comentó a Majo que era su cumpleaños y casualmente también la hermana de la cantante estaba celebrando su cumpleaños, por lo que cantó las mañanitas para ambas y el público la coreo. No podemos ignorar que los fans de Majo la recibieron con mucho amor representado en regalos, pues le cayeron rosas, sombreros, peluches, barbies y su primer Doctor Simi, “tómenme foto para que vean que a mí también me dan”, expresó la artista.
Unas horas antes de su show tuvo la oportunidad de convivir un momento con sus fans fuera del recinto, pudo obsequiar fotografías y algunas firmas de autógrafos. Aun así, no pudo con tantos regalos que siguió recibiendo durante el evento.
Además, estuvo acompañada por casi toda su familia, entre primos, tías, su hermana y sus papás, estaban dispersos entre el público para apoyarla, incluso pidieron que su papá subiera a cantar, pero dijo que no le agradaba subirse a los escenarios: “Estoy muy feliz de tenerlos aquí y verlos más cerquita. Poderles ver las caras es un privilegio, un honor y placer para mí. Ya nos lo merecíamos, estar cerquita”.
“Si nos dejan” fue otra de las canciones que puso a cantar al público, un momento cumbre para todas y todos, entre aplausos y gritos, Majo dio lo mejor de ella misma y siguió interactuando con su audiencia. No podían faltar temas de la gran Selena Quintanilla, momentos que también disfrutó el público con temas como “No me queda más” y “Como la flor”.
Las sorpresas no pararon y su disquera la sorprendió con un Disco de Oro para celebrar el éxito de su tema “No voy a llorar”. Durante unos minutos compartieron que la artista cantaba en eventos y su colegio desde muy pequeñas y todos sabían que iba a triunfar en la industria musical.
Para la recta final tuvo un cambio de vestuario, luciendo un vestido dorado con algunas lentejuelas gigantes, claro que compartiendo su vibra y con toda la energía. En esta etapa interpretó algunas canciones de cumbia e invitó a todos a bailar, aunque el público prefirió disfrutar del momento.
Majo comenzó a despedirse, pero no dejó pasar la oportunidad para rendirle homenaje a su abuela Flor Silvestre con “Cielo rojo”, uno de los momentos más nostálgicos de la noche. Al concluir su show agradeció por todo el apoyo y dejó claro que se debe a su público, algunos papelitos blancos cayeron desde el techo y los mariachis tocaron las tradicionales fanfarrias.
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