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La marcha del orgullo LGBT+ fue organizada por Brenda Hogwarts, activista bisexual, en Nueva York en 1970, con la intención de conmemorar el levantamiento de Stonewall, una protesta masiva que estalló en contra de la discriminación que la policía ejercía a la comunidad LGBT al hacer redadas en bares frecuentados por los mismos.
Así, el mes del PRIDE y la marcha se convirtieron en el momento perfecto para que la comunidad recibiera los reflectores que por años se les fueron negados debido a su orientación sexual o a su identidad de género. A 53 años de Stonewall, la conmemoración se ha convertido en una tradición que la colectividad espera con ansias.
En CDMX, la ciudad se llena de colores durante todo el mes y destacan las expresiones que celebran el amor y la diversidad. Kenlly Pacheco destaca en entrevista para Crónica Escenario el modo en que cada año se suman más participantes a la manifestación masiva que el año pasado contó con 250 mil personas de acuerdo con la ex jefa de gobierno de la capital, Claudia Sheinbaum.
Si bien, esto puede hacer que la organización para la Marcha del Orgullo sea más compleja, el activista señala que “a través del trabajo colaborativo, se puede llegar a consensos interesantes priorizando la lucha”.
Para Rubí Toledo, uno de los factores que marcan a la manifestación es la posibilidad de “encontrar las coincidencias, aquello que nos une” a pesar de la diversidad que existe entre cada asistente, pues “es lo valioso de convocarnos en un escenario tan importante como con Ciudad de México”.
“La marcha es este espacio donde se unen nuestras demandas, lo que queda pendiente por luchar en nuestro país pero también es un momento para festejar el encuentro entre unos y otros, pues es parte del reconocimiento”, señaló Toledo. En su opinión, este evento mezcla “alegría con nostalgia y un sinfín de sentimientos que nos recuerdan que no estamos en soledad”.
Particularmente, este año la marcha será encabezada con miembros de la comunidad que tienen algún tipo de discapacidad; esto, a un año de que el primer colectivo de personas con capacidades diferentes dentro del espectro LGBT tuviera que abandonar la marcha entre empujones y comentarios despectivos que señalaban que no era adecuado que se encontraran en el recorrido.
Pacheco señala que para evitar que se vuelva a vivir la experiencia es que se decidió que los asistentes con discapacidad comanden la marcha para que ellos mismos “marquen la pauta de cómo avanzar”, asimismo, un voluntariado apoyará al contingente; además exhortó al resto de los convocados a ser más empáticos y atreverse a conocer los problemas de este sector para “no dejar a nadie atrás”.
Si bien, este colectivo en particular estaba en contra del uso de carros alegóricos en la marcha de este año, al final sí habrán; Pacheco resaltó que ellos querían poner en la mesa la complejidad de usar estos móviles en relación a Protección Civil. Además, buscaban dejar a los más jóvenes “un poco de la memoria histórica y por qué se marcha todavía” a pie.
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