Los Arctic Monkeys volvieron a conquistar el Foro Sol con dos veladas llenas de entusiasmo y color negro ante los ritmos de esos grandes temas que los adolescentes fluorescentes aman y Crónica Escenario pudo charlar con el baterista de la agrupación, Matt Helders, acerca de The Car, su más reciente producción discográfica así como de la evolución musical de la banda de Sheffield y sus otras facetas como artista.
Para muchos, Helders es un baterista bastante versátil pero, ¿es acaso uno de los mejores en el rock actual? “No creo ser uno de todos los que hay ahora pero si tengo un par de fuertes influencias en mi estilo por ser tan opuestos entre sí. Buddy Rich, percusionista estadounidense de jazz y John Bonham, baterista de Led Zeppelin, son mis referentes y trato de encontrar un punto medio entre ellos para crear mi forma de tocar”, comentó el músico británico.
Asimismo, Matt se ha animado a cantar algunos temas con los Arctic Monkeys, demostrando que también tiene una capacidad lírica interesante. A pesar de ello, el baterista afirma que no le gustaría ni tiene planes para emprender alguna faceta solista. “No me gusta estar al frente de una banda, de hecho disfruto mucho estar en la parte de atrás, fuera del foco de atención que usualmente tienen los frontman. Pero uno nunca sabe, tal vez podría cantar algún tema especial con otra banda o con alguien más”.
Aparte de los Arctic Monkeys, Matt también tiene otra faceta como artista, la de fotógrafo. Para él, ambas actividades conviven y se inspiran entre sí. “Empecé a hacer ambas actividades casi al mismo tiempo. Cuando estoy caminando por ahí tomando fotos, suelo escuchar música y entonces me doy cuenta que eso me ayuda a entrar en el ánimo adecuado para hacer mis capturas. Así que probablemente, la música influye mucho sobre esa actividad. Pero sin duda es un combo interesante que me ayuda a armar mis creaciones, es algo casi audiovisual”, confesó Matt.
The Car, el lanzamiento más reciente de la agrupación oriunda de Sheffield, nos muestra una faceta nunca antes escuchada en ellos donde los sonidos clásicos y de jazz predominan en los temas. Helders habló del proceso de producción detrás de ello. “Fue un reto muy divertido pues es la primera vez que trabajamos con sonidos de cuerdas en nuestros discos. Recuerdo que mientras grabamos en el estudio imaginábamos cómo sonaría ese elemento. Lo complicado era que teníamos esa idea para el álbum pero poder alcanzarla y lograr esa meta requería de mucha atención por nuestra parte para poder tocar de una forma en específico que funcionara. Definitivamente fue entretenido pero muy nuevo este desafío”.
Para lograr eso, el baterista tuvo que encontrar otro tipo de balance en su ritmo para conseguir ese lado sonoro de su parte en el álbum. “Tuve que bajarle a mi fuerza y velocidad habitual, sobre todo en el aspecto físico. Pero en el mental, de hecho, requirió un trabajo más duro pues resulta un poco más complicado para mí dar con el ritmo para obtener un sonido más sutil en la batería así que tuve que encontrar la fuerza para contenerme”, manifestó.
Una constante de los Arctic Monkeys ha sido ese sentido experimental que justo en The Car se siente como algo refrescante. ¿Será que ese sentido de reinvención se mantenga en la banda? “Eso es algo que se nos da de manera natural cada vez que vamos a grabar un nuevo proyecto. Pero no es como que tengamos una agenda escrita previamente. Además, hemos sido criticados por ello antes pero hemos demostrado que nos ha funcionado no quedarnos en el mismo sonido. Habrá quienes amen lo que hicimos el pasado y odien lo de ahora o viceversa. No podemos siempre darle gusto a todos o a las expectativas que se tienen pero creemos que hacemos lo mejor”, señaló el oriundo de Sheffield.
Después de tantos años de carrera, el músico fue cuestionado acerca de las metas o sueños que le falta por conseguir. “Realmente me siento muy bien con lo que he logrado hasta la fecha. Creo que nuestro enfoque, mío y de la banda, es más bien mantener el nivel de calidad en lo que hacemos y disfrutar de ello mientras aún podemos hacerlo. Si puedo continuar haciendo esto porque lo amo, esa es la mayor meta que puedo tener en mi vida”, afirmó Matt.
Además, existen los cambios dados en la industria derivados del encierro de hace unos años, algo que ofreció una nueva perspectiva para los Monkeys. “En general jamás hemos perdido el enfoque de hacer el mejor disco posible. En ese sentido, la pandemia nos brindó un descanso de las redes sociales y todo ello ayudó a que, en ese tiempo, tuviéramos todos la gran visión para crear The Car, llevándonos al límite de nuestra creatividad y generando en nosotros una sensación muy diferente a la de otras ocasiones”, señaló uno de los miembros fundadores de la banda.
A pesar de ello, el baterista sostiene que la base del proceso creativo de los Arctic Monkeys sigue siendo colaborativa: “Normalmente Alex y yo nos compartimos maquetas, nos platicamos las ideas que tenemos en mente y a partir de ahí nace todo el resto del proceso. Es algo donde todos intervenimos para lograr ese sonido que queremos”, aseveró el originario de Sheffield.
Un elemento muy latente en estos tiempos es la inteligencia artificial, lo que pone en perspectiva su uso para lograr algo musicalmente. Pero Helders fue tajante ante ese tema: “Desde que comenzamos a ser los Arctic Monkeys, hemos sido una banda que ha logrado todo, desde el trabajo en estudio hasta nuestros shows en vivo por lo que es lo que seguiremos haciendo, esforzándonos para hacer nuestro mejor trabajo como músicos sin pensar realmente en ello”.
Finalmente, ante los rumores de los fanáticos y grupos que siguen a la banda que comentan la separación de los Arctic Monkeys, el baterista apuntó: “No sabemos qué va a pasar después de la gira, lo único de lo que estamos seguros es que tomaremos un merecido descanso y, quien sabe, tal vez me quede por acá un tiempo”, concluyó.
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