Escenario

Metallica en su segunda noche: Nostalgia y majestuosidad

COBERTURA. Los asistentes no se imaginaban que como parte del M72 World Tour traerían canciones realmente emblemáticas, que no se habían escuchado en mucho tiempo en vivo

Metallica en concierto
Imagen del segundo concierto de Metallica en el Estadio GNP. Imagen del segundo concierto de Metallica en el Estadio GNP. (ADRIÁN CONTRERAS)

El horno ya estaba caliente, la euforia al máximo y por fin el segundo concierto de Metallica llegaba, en esta ocasión teniendo de invitados a los oriundos de la ciudad de las brujas, Ice Nine Kills con su distinguido concepto de terror y brujería, pues no serían dignos representantes de Salem y como parte de una profecía, Five Finger Death Punch también tocarían en una noche irrepetible.

El inmueble ya se encontraba abarrotado a los pocos minutos después de las 19:00 horas, sin embargo una llovizna comenzó a asustar a los presentes pues de algo muy leve, se convirtió en algo siniestro. Entre capas, impermeables y una que otra bolsa los presentes se resguardaron haciéndose bolita, pues lo que menos querían era perder su envidiado lugar.

La llovizna retrasó unos ligeros minutos el arribo de los californianos al escenario, pero sin duda la música de fondo ayudó a hacer más amena la mojada y por supuesto la espera.

Y qué mejor que empezar la velada con “It’s a long way to the top (if you wanna rock ’n’ roll)” de AC/DC. La euforia no se hizo esperar. La gente coreaba a todo pulmón la canción y las zonas más cercanas al camino de los artistas no perdieron oportunidad de grabar la llegada de James Hetfield, Lars Ulrich, Kirk Hammet y el recién bautizado como Roberto Trujillo.

Los asistentes no se imaginaban qué la segunda noche de Metallica como parte del M72 World Tour traerían mucha nostalgia y canciones realmente emblemáticas, que no se habían escuchado en mucho tiempo en vivo.

Se podía escuchar gritos con frases como “Qué maravilloso día para estar vivo” y es que como segundo platillo la banda interpretó “For whom the bell tolls” de 1984, proyectando grandes campañas de hierro en todo el recinto y compartiendo por toda la plataforma con sus fans.

Por una esquina se podía ver a James cantando, al otro lado a Kirk con los fans, Robert acompañó a Lars en otra esquina y en todo disfrutaban estar tocando, como si fuese una fiesta organizada por amigos.

Y las sorpresas no se hicieron esperar, pues el viernes Robert Trujillo interpretó sin más ni menos “La Chona” y emocionó incluso a los que no habían asistido, esperando a que la segunda fecha hubiese algo más y así fue, pues Kirk y “Roberto” como ahora lo bautizó Metallica, aplicó la reconocida frase “pongan a Caifanes” mostrando su versión de “La Negra Tomasa” con el toque pintoresco del sonido de Metallica y un impecable español. Sus fans no pudieron aguantar la risa y tampoco los coros.

James confesó sentirse emocionado. Qué cada noche era diferente, mágica y con el mejor público del mundo y probablemente si lo sienta de corazón, pues sino no realizarían tantas experiencias en México como banda.

Además no perdían oportunidad para recordar que todo sería diferente en cada noche qué se presentaran. Canciones como “Until it sleeps”, “Ride the lightning” y “Wherever I may roam” fueron recibidas desde el fondo del alma.

Pero sin duda el especial de “The call of Ktulu” fue el que culminó una bomba de emociones, pues es una pieza sin letra, creada a través de la obra de H.P Lovecraft, de quien Cliff Burton era gran admirador y que él mismo decidió qué no llevara letra. Metallica la interpretó de una manera maravillosa, llevando al público a 1984, a una historia contada por el mismísimo Burton. Por supuesto al terminar la canción, James no pudo evitar soltar una lágrima y dedicar al cielo tremenda interpretación.

El repertorio lleno de nostalgia no podía estar completo sin “The Unforgiven” lo cual desató los gritos y lágrimas de los presentes.

La noche continuó con “Moth into flame”, canción que se hiciera muy reconocida por tocarla por primera vez con Lady Gaga y mostrando grandes dotes de la cantante en el heavy metal. La pieza incluyó chispas de luz y mucho fuego alrededor del escenario.

Continuaron con “One” y terminaron con “Enter Sandman”. Las pantallas mostraban una calavera con penacho, pues era la ilustración especial para el domingo 22 de septiembre como despedida.

La gente aún pedía “Master of puppets” pero Metallica ya había entregado sus instrumentos y se despedían de cada sección del público aventando plumillas, firmando lo que pudieran y agradeciendo cada uno en un micrófono qué quedaba encendido.

El próximo 27 y 29 de septiembre la banda presentará las últimas fechas de la gira en México.

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