“Yo me voy a llevar de esta tierra la armonía y amor entre mis tres hijos a pesar de que no son de la misma madre”, con estas palabras el actor Héctor Bonilla cerraba un “Testamento” musicalizado que publicó en el 2020, a propósito de su estado de salud dañado por el cáncer de riñón que hizo público en el 2019.
La tarde de este viernes, la Secretaría de Cultura dio a conocer que el primer actor perdió la vida en un mensaje que posteó en sus redes oficiales: “La Secretaría de Cultura lamenta profundamente el fallecimiento del actor Héctor Bonilla, egresado de la Escuela de Arte Teatral del INBAL y considerado uno de los mejores actores de México. Se desarrolló en teatro, televisión y cine, donde participó en filmes como Rojo amanecer”, fue el mensaje que hizo oficial el deceso.
Unos minutos después su hijo Fernando Bonilla confirmó la noticia con un emotivo mensaje en nombre de la familia: “Por medio de la presente informamos que hoy 25 de noviembre de 2022, después de cuatro años de lucha contra el cáncer, murió nuestro amado esposo, padre, abuelo, compañero y ejemplo de vida: Héctor Bonilla”, dice el texto. “Murió en su casa, en paz, sin dolor y rodeado de su círculo más íntimo, que lo acompañó hasta el final”, añade.
“Somos conscientes de que Héctor dejó un legado inconmensurable y muchísimos corazones lamentarán su pérdida. Sepan que, a pesar de la infinita tristeza que nos embarga, estamos tranquilos por despedir a un hombre que se fue sin deberle nada a nadie, que vivió intensa y plenamente, que predicó siempre con el ejemplo y sembró amor y alegría en cada camino que recorrió. Como él quería”, complementa.
Héctor Hermilo Bonilla Rebentun, nació el 14 de marzo de 1939 en Tetela de Ocampo, Puebla. Luego de estudiar en la Escuela Nacional de Teatro del Instituto Nacional de Bellas Artes de México (INBA) comenzó a generar popularidad, gracias a su talento.
En 1962 debutó en la pantalla grande con la cinta Jóvenes y bellas y en 1967 en la pantalla chica con la telenovela La casa de las fieras. Trabajó en cintas como Patsy, mi amor, Monica y el profesor, Matinée, Doble indemnización y Luces de la noche.
“Iba a los Estudios Churubusco a ver qué salía. Me acuerdo que íbamos a las oficinas de don Alfredo, el papá de Arturo Ripstein, y nos ponían así, contra la pared a todos y pasaban y nos veían, nomás faltaba que nos vieran como caballos (señala su mandíbula) para ver a quién levantaban para qué papel”, recordó el actor sus inicios en el cine en una entrevista conmemorativa en el 2019.
“Eran verdaderamente… pero ganarse un papel ya era el premio. Nos tocó esa decadencia después de la famosa época de oro, que tampoco tiene tan buenas películas, tiene un puñado de buenas películas, pero había muchas muy malas. Guillermo Vázquez Villalobos fue quien me consiguió entrar con un papelito a Jóvenes y bellas, patética verdaderamente”, dijo.
Realizó telenovelas de gran éxito, entre las que se cuenta Rosa Salvaje, La gloria y el infierno, La pasión de Isabella, Vanessa y Mirada de mujer, el regreso. En el año 1979 apareció como invitado especial en un capítulo de la serie El Chavo del 8, de Roberto Gómez Bolaños.
En dicho capítulo, Bonilla se interpreta a sí mismo, cuando llega a la famosa vecindad donde se desarrolla la serie e interactúa con los personajes del programa, estableciendo una amistad con el personaje titular (El Chavo).
Su participación en este episodio ayudó a la popularización de Bonilla en Latinoamérica, especialmente en Brasil, donde su aparición es uno de los momentos más recordados del programa para los fanáticos de aquel país sudamericano y donde la serie tuvo una fama notable.
También se ha destacado como productor, director y músico, además de ser uno de los fundadores del Sindicato de Actores Independientes. El papel que le dio fama internacional fue con el personaje Humberto en la cinta Rojo amanecer, dirigida por Jorge Fons y en la que interpreta a un padre de familia en medio del conflicto de la Matanza de Tlatelolco.
La extensa trayectoria actoral de Héctor Bonilla, incluye más de 30 películas; además de haber sido acreedor de siete nominaciones a los Premios Ariel de los cuales ganó tres por sus participaciones en: Meridiano 100 (1975), Rojo Amanecer (1991) y el último fue el Ariel de Oro por su gran trayectoria que ganará en 2019.
También fue muy reconocido su trabajo en la película El bulto de Gabriel Retes, que trata de la matanza del 10 de junio de 1971, fecha recordada como el Jueves de Corpus o El halconazo.
Asimismo, realizó el documental Porfirio Díaz: 100 Años Sin Patria para Discovery Channel, donde da vida al expresidente mexicano en su vida adulta junto a su hijo Sergio Bonilla, quien encarnaba a un Porfirio Díaz joven. Además ha hecho diversos trabajos de narración y doblaje, prestando su voz a personajes como Django, de la película Ratatouille y los tíos Óscar y Felipe de la cinta Coco.
Con 60 años de trayectoria Héctor Bonilla, demostró talento, profesionalismo y versatilidad, al trabajar con el mismo entusiasmo en cine, televisión y teatro. En la mencionada entrevista publicada por la Academia mexicana de cine titulada Héctor Bonilla, el hombre de los mil rostros reflexionó sobre el trabajo de los actores:
“Desde muchos puntos de vista el evidente es interpretar personajes, pero lo que se le va colgando para enriquecer es el proceso realmente importante. Yo soy incapaz de negar a Stanislavski, es la piedra de toque del teatro como ciencia. No estoy de acuerdo con él en que dependamos del sistema de vivencia, porque el actor en escena –y claro, con él no podemos hablar más que de teatro– tiene que percatarse del entorno”, dijo.
“Yo pongo siempre el ejemplo de que si estás llorando copiosamente en escena y el spot que tienes arriba se funde, tu deber como actor es correr para la luz y seguir llorando desconsolado. Eso sintetiza un poco lo que tiene que tener el actor. Si hay de pronto una persona que come palomitas y que me está distrayendo, cómo le hago para envolverlo y capturar su atención. Ningún público es igual”, continuó.
“Poniendo ejemplos, no perfectos, no es que así suceda siempre, pero con mucha frecuencia el público de sábado en la noche está más ávido de saber cosas que el del domingo en la tarde. ¿Por qué? Ellos no lo saben, pero no van a trabajar el otro día y entonces están más despiertos; y los del domingo en la tarde traen dos tequilas y el chicharrón atravesado, hay muchas personas que se duermen. Entonces, uno tiene que hacer una representación más subrayada, para que se lleven lo mismo que se aprobó en la puesta en escena. Respecto al cine, depende uno mucho más de lo que es la puesta en escena del director y hay directores que no te dicen una palabra”, concluyó.
Desde que hizo pública su lucha contra el cáncer vio de frente a la muerte y la aceptó como se puede ver en el mencionado video de “Testamento” que se puede ver en YouTube: “En este caso vino este asedio por el cáncer el preguntarme si me voy a morir y ya sabes, pero esto es lo que yo quisiera que me pasara si me muero y no me pregunten más en ese sentido”, dijo tajante sobre el tema de su enfermedad en ese mensaje.
En el mensaje de su hijo Bonilla compartieron el epitafio que escribió y que antes ya había expresado en el 2019 en un homenaje que le hicieron en el Teatro Julio Castillo, en donde emitió un mensaje más completo que el compartido hoy:
“Les dejo mis aciertos y fracasos, dudas, mi miedo cuando sólo finto, mi terco afán de no bajar los brazos. ¿Y el epitafio qué? Estarán pensando, por favor, no una frase almibarada, ‘se acabó la función no estén chingando, el que me vio me vio, no queda nada más”, culminó Héctor Bonilla.
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