“Hold on to the end, that's what I intend to do” (“Agárrate hasta el final, es lo que pretendo hacer”), reza uno de los versos del tema “Hopelessly devoted to you”, el más importante en la carrera de Olivia Newton-John que bien podría concentrar la historia de su vida, entre la dulce voz de una canción pop y más de tres décadas de luchar contra el cáncer. La intérprete falleció este lunes a los 73 años, víctima del cáncer de mama, en paz en su rancho en el sur de California, EU, rodeada de familiares y amigos.
“Olivia ha sido un símbolo de triunfos y esperanza durante más de 30 años compartiendo su viaje con el cáncer de mama. Su inspiración curativa y su experiencia pionera con la medicina vegetal continúan con el Fondo de la Fundación Olivia Newton-John, dedicado a la investigación de la medicina vegetal y el cáncer. En lugar de flores, la familia pide que se hagan donaciones en su memoria a @onjfoundation”, escribió su esposo, el artista John Easterling, en un comunicado en la cuenta verificada de Instagram de la cantante.
Nacida en Cambridge (Reino Unido) en 1948 aunque de nacionalidad australiana, vivía apaciblemente en su rancho en California, junto a su esposo John Easterling, con quien se casó secretamente en Perú en el 2008.
Su padre, Brinley Newton-John, era profesor de alemán en la Universidad de Cambridge y trasladó a la familia a Australia a principios de la década de 1950 cuando se convirtió en decano de una universidad en Melbourne. Era un hogar musical, con su padre tocando el piano y su madre en el violonchelo. Ella, la menor de tres hermanos se dedicó a cantar.
La música fue importante para ella desde muy temprana edad, por ejemplo, fue su consuelo después del divorcio de sus padres, pues cantaba en la cafetería de su cuñado los fines de semana, luego en bailes y fiestas locales y finalmente en la televisión. A los 17, había dejado la escuela secundaria para dedicarse al mundo del espectáculo en Inglaterra.
Su primera oportunidad llegó en 1969 de la mano del empresario musical Don Kirshner, quien había dado a conocer a The Monkees como una respuesta estadunidense para The Beatles, pues formó una banda llamada Toomorrow, con la intención de ser “un grupo de acción y aventuras: James Bond con música”, ahí estaba Olivia Newton-John, sin embargo, para su lanzamiento se trabajó en un filme de ciencia ficción que resultó ser un bodrio y todo derivó en fracaso.
No obstante encontró un lugar cantando en programas de televisión de Melbourne y luego en Inglaterra tuvo éxito gracias su versión en solitario del tema “If not for you” de Bob Dylan, que lanzó en 1971. Con ese impulso, en 1974 representó a Inglaterra en el concurso Eurovisión con la canción “Long Live Love” (“Larga vida al amor”), en una edición en la que perdió ante ABBA de Suecia.
En esa etapa inicial, la cantante seducía a los oyentes con su voz aguda, flexible y cálida por su vibrato que se desenvolvía en el pop, sin embargo también llegó a coquetear con el country con un impacto controvertido. En esta década de los 70 obtuvo siete éxitos Top 10 en la lista Country de Billboard, dos de los cuales lideraron el podio en 1974 y 1975. Primero fue “I honestly love you”, una declaración sincera y desvergonzada coescrita por Peter Allen y Jeff Barry (por la que también ganó cuatro premios Grammy), seguida de “Have you never been mellow”, una pincelada escrita por el productor de muchos de sus álbumes más importantes, John. Farrar.
A pesar del éxito ante la audiencia, los puristas de las tendencias criticaron sus constantes saltos de género. Más aún, la comunidad del country no estaba contenta con su éxito y sus sonidos llevados al pop, por ejemplo, cuando la Asociación de Música Country nombró a la Newton-John como su vocalista femenina del año en 1974, las estrellas de Nashville, incluidas Tammy Wynette y Dolly Parton, formaron una organización rival de corta duración con la intención de excluir a los cantantes pop de su terreno musical.
Su aspecto inocente se convirtió en material de crítica para la época, sin embargo su respuesta fue con el éxito de “Clearly love” (1975), que vendió millones y luego las salas de conciertos con entradas agotadas. Luego vino el filme Grease (Vaselina, 1978), que mostró tanto su encanto como su atractivo sexual y la cúspide de su popularidad, pues es uno de los musicales cinematográficos más populares sobre un grupo de adolescentes en el último año del instituto en el que interpretó su éxito “Hopelessly devoted to you”.
En principio, el papel de la adolescente Sandy en Grease estaba pensado para Carrie Fisher pero Olivia Newton-John lo aceptó a pesar de tener 30 años. Derrochó su estrellato en el filme Xanadu (1980), una fantasía musical de roller-disco que también contó con Gene Kelly y la Electric Light Orchestra. Le dio el tope de las listas de éxitos “Magic”, pero por lo demás fue un fiasco de crítica y taquilla, que agravó con la bomba Two of a kind (1983), coprotagonizada por Travolta.
Como curiosidad, Olivia Newton-John es nieta de Max Born, un Premio Nobel de Física que le heredó su preocupación por diferentes causas humanitarias. Realizó varias giras internacionales gracias a éxitos como “Physical” pero en 1992 llegó la otra gran marca de su vida: un cáncer de mama que la obligó a parar.
El cáncer ha sido una constante en su vida personal y familiar, ya que su padre, Brin, murió de cáncer de hígado en ese mismo 1992 y su hermana Rona de un tumor en el cerebro dos décadas más tarde. Sin embargo, desde su diagnóstico inicial a los 44 años, Newton-John se ha convertido en una defensora de la investigación y la concientización sobre el cáncer, así como de las causas ambientales.
Cantó para presidentes y un papa, los enfermos y los discapacitados, y promocionó la música como una forma de terapia espiritual, recaudando millones de dólares para financiar el Centro de Investigación y Bienestar del Cáncer Olivia Newton-John en el Hospital Austin de Melbourne. De hecho sus últimos álbumes incluyeron música inspiradora sobre el amor, la amistad y la superación del trauma: “La música siempre me ayudó en mi curación, y ahora espero que inspire la curación en otros”, le dijo a un reportero en 2007.
En este centro sanitario, se combina el tratamiento físico con el de la autoayuda interior y los pacientes pueden practicar disciplinas como el yoga o el tai-chi. Su compromiso contra esta enfermedad le ha llevado a participar en campañas como una caminata de tres semanas en 2008 por la Gran Muralla de China para recaudar fondos para los tratamientos, al tiempo que también ha sido activista a favor de los delfines y por la salud de los niños. En mayo del 2018, Newton-John desveló que le habían diagnosticado un cáncer de mama con metástasis en el hueso sacro, tras haber superado otros tumores malignos que le encontraron en el mencionado 1992 y otro en el 2015.
En una entrevista con el diario The Guardian, la actriz y cantante que enamoró al mundo con su papel en Grease habla de la importancia de ser positivo, de preocuparse menos y, también, del papel que ha jugado la marihuana terapéutica en una recuperación en la que lleva inmersa durante las tres últimas décadas.
“No sé quién sería ahora mismo sin el cáncer. Veo mi vida como un viaje, y la enfermedad me dio un propósito, una forma de hacer las cosas y me enseñó mucho acerca de la compasión. No quiero que se vea como una sentencia de muerte, para mí ha sido un regalo. No se lo deseo a nadie, pero para mí ha sido muy importante”, dijo.
A sus dramas personales se unen la desaparición de su excompañero sentimental Patrick McDermott, de quien se dice fingió su muerte en 2005, mientras que Chloe, su única hija, fruto de su unión con Matt Lattanzi, ha padecido anorexia y drogadicción.
En su vida personal cabe decir que tuvo una larga relación con el guitarrista Bruce Welch de The Shadows y su antiguo manager Lee Kramer antes de casarse con Matt Lattanzi, quien fue bailarín de respaldo de Xanadu. El matrimonio se derrumbó a principios de la década de 1990 en medio de la tensión de su lucha contra el cáncer.
En 2008, la Sra. Newton-John se casó con John Easterling, un importador de hierbas sudamericanas. Además de su esposo, los sobrevivientes incluyen una hija, Chloe Lattanzi, con quien la Sra. Newton-John grabó una versión bailable de “Magic” en 2015; una hermana; y un hermano.
“Es divertido, pero ahora soy más conocida por ser una sobreviviente de cáncer de mama que por ser una artista”, dijo Newton-John mucho tiempo después de su recuperación inicial de la enfermedad. “Me enorgullece ser alguien que puede inspirar y ayudar a la gente. Tal vez se suponía que ese era mi trabajo todo el tiempo”.
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