La música exhibe su poder en la campaña electoral de EU con cada vez más artistas sumándose al rechazo a Donald Trump, mientras los candidatos a la Casa Blanca se valen de poderosas letras de canciones para plasmar su visión de libertad en sus mítines.
El cuarteto sueco ABBA ha sido el último de una larga lista que incluye a artistas como los Rolling Stones, Céline Dion, Bruce Springsteen o Neil Young, que han pedido públicamente al expresidente (2017-2021) y aspirante republicano que deje de usar su música y sus vídeos en sus discursos.
El rechazo a Trump por parte de destacados nombres de la industria musical no es nuevo: los herederos de Prince le negaron el uso de sus canciones en su mandato y en su lucha por la reelección en 2020, y la banda Linkin Park se opuso a que sus canciones sonasen en sus mítines.
Aunque el uso de una determinada canción no inclina la balanza de intención de voto hacia un aspirante u otro, “la selección de una canción puede ayudar a mantener la campaña en la mente de la gente de forma gratuita”, dice a EFE, Eric T. Kasper, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Wisconsin- Eau Claire.
Por ello muchos artistas optan por distanciar su música de las figuras políticas, en un intento de que la audiencia no los asocie con unos determinados ideales.
“La música se ha utilizado en las campañas presidenciales de Estados Unidos durante más de dos siglos, lo que demuestra no solo su poder de permanencia, sino también la importancia que tienen las campañas en la elección de las canciones”, agrega Kasper.
Para los políticos, escoger un tema que los identifique y represente en su carrera a la Casa Blanca tampoco es fácil, aunque todos llevan por bandera el mismo denominador común: la libertad de EU.
El segundo presidente de la historia del país, John Adams (1797-1800), usó la canción “Adams and Liberty” (“Adams y la libertad”) para impulsar su campaña, mientras que su sucesor, Thomas Jefferson (1801-1809), llevó “The son of liberty” (“El hijo de la libertad”).
El exmandatario republicano Abraham Lincoln (1861-1865) tuvo su propio tema: “Lincoln and liberty” (“Lincoln y la libertad”), un himno compuesto a propósito para representar su campaña, centrada en un ideario que defendía, entre otros aspectos, la abolición de la esclavitud.
De cara a las elecciones del próximo 5 de noviembre, Trump se ha valido de temas como “God bless the USA” (“Dios bendiga EU”) de Lee Greenwood, una canción clásica de la década de 1980 que alude a esa idea del patriotismo estadounidense que quiere infundir y que porta frases como: “Estoy orgulloso de ser estadounidense, donde al menos sé que soy libre”.
Por su parte, la vicepresidenta y candidata demócrata, Kamala Harris, se apoya en una de las estrellas del momento: Beyoncé y su tema “Freedom”, un canción pop actual que habla de la libertad desde la experiencia afroamericana y que está interpretada por una mujer.
“Freedom” no solo trata de “las libertades que tenemos ahora, sino de las libertades por las que estamos luchando y las libertades que estamos en peligro de perder”, afirma a EFE Kinitra D. Brooks, profesora de Literatura en la Universidad de Míchigan y autora de un libro sobre el álbum de Beyoncé, Lemonade.
Con este poderoso mensaje, “los demócratas están empezando a recuperar esta idea del patriotismo y de lo que es un patriota y cómo se ve un estadounidense, que puede ser alguien como Beyoncé”, agrega.
Aunque está claro que ambos casos abogan por la libertad de una tierra, “el significado es diferente en cada caso, ya que cada candidato enfatiza diferentes tipos de libertades económicas y personales”, sentencia Kasper.
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