Esta no será una típica reseña en la que se hablará cronológicamente del listado de canciones y las reacciones (un tanto evidentes) del público durante el concierto. Más bien, la presentación de Myrath en el Foro 28 la noche de ayer, será el pretexto para hablar más de la banda, cultura y origen detrás de su mezcla sonora.
Antes de entrar en materia, lo que sí o sí se debe mencionar, son las bandas invitadas, la primera en subir al escenario fue BMR, una banda de groove mental, ordinaria de Zapotlanejo, Jalisco; la segunda, una vieja conocida para el gremio metalero, Anima Tempo, el grupo de metal experimental formado en 2009 a sur de la Ciudad de México. Ambas se encargaron de poner el alto el metal hecho en México previo a recibir al Metal proveniente del norte de África
Myrath se ha posicionado en el gusto de público latinoamericano gracias a temas como: “Born to survive”, “Monster in my closet”, “Jasmin”, “Dance”, “Child of prophecy” y “Believer”, que sonaron durante el concierto en Ciudad de México, en donde Zaher Zorgati, vocalista de la banda, dio un mensaje “que escribí desde mi cuarto de hotel con todo mi corazón” (sí, lo dijo así, en español). Las palabras destacaron la belleza e identidad de México por su cultura y calidad de su gente, más allá de lo que muestran en las noticias en el resto del mundo.
Pero no ha sido fácil llegar hasta el punto de visitar nuevos continentes, el grupo ha trabajado desde 2001, primero bajo el nombre Xtazy, cuando Malek Ben Arbia, guitarrista del grupo ( de entonces 13 años) decidió formar una banda, desde ese momento y hasta el día de hoy Myrath ha desarrollado un sonido particular mezclando metal progresivo con el folclore originario de su tierra , como por ejemplo los elementos del maqam, un sistema basado en la improvisación melódica, usado en la música árabe tradicional.
“Child of prophecy”, “Let it go” y “To the stars”, presentadas en el concierto de anoche y que forman parte de lo será su nuevo material discográfico, que verá la luz en septiembre, son una muestra del trabajo mencionado, de la evolución y solidez en la propuesta musical, de una de las bandas actuales más representativas del “oriental metal”.
¿ES O NO ES?
Previo al inicio del concierto, ya a los pies del escenario del relativamente nuevo Foro 28, un pequeño sondeo arrojó una constante, “el sonido como árabe” es lo que atrapó en primera instancia a la mayoría de los fans presentes, las letras y lo atractivo del vocalista, quedaron respectivamente en segundo y tercer lugar de la pequeña encuesta y es aquí en donde la pregunta que subtitula este apartado cobra sentido.
A grandes rasgos el “oriental metal” incluye a todas las bandas de medio oriente y parte de Asia que mezclan el metal con la música tradicional local, el problema es que para algunos metaleros puristas, la distinción se debería extenderse entre varios subgéneros más, como el “middle eastern metal”, “mesopotamian metal”, “vedic metal” o “yiddish metal”, ya que al Igual que con géneros como el “celtic metal”, “slavic metal” o “viking metal” de Europa cada rama cuentan con diferencias culturales y por supuesto musicales que no deberían catalogarse en un mismo subgénero, pero hay que entender lo amplio del concepto “oriental metal” pues existe una gran diversidad dentro de él que considera desde el metal con influencias árabes de Egipto o Túnez (de donde es originaria Myrath) hasta la inclusión de instrumentos y melodías ancestrales de Japón o China.
Luego de esa breve explicación podemos considerar a Orphaned Land como los pioneros del metal oriental, la agrupación se formó en 1991, (10 años antes que el nacimiento de Myrath) y rápidamente llamó la atención por su fusión de metal con música judía y propia del medio oriente; otra de las pioneras es Melechesh formada en 1993, una banda con base de black metal cuyo líder Ashmedi, es uno de los principales detractores del término “oriental metal”, llamando a su música “mesopotamian metal”.
Entre la instrumentación de estas bandas agrupadas dentro del “oriental metal” se encuentran desde instrumentos como el bouzouki, Oud, Chumbush, Saz (presentes en “Endure the silence”, “Nobody’s lives”, “Tales of the sands” y “No holding back”, canciones que el público disfrutó durante la primera visita de Myrat a tierra azteca la noche del pasado viernes) o la tabla en las bandas de medio oriente hasta el uso de erhu, daegeum, haegeum, geomungo, gayageum o piri.
Finalmente, para quienes esta nota haya despertado curiosidad por el bien o mal llamado “oriental metal”: Rudra, Arkan, Kartikeya, o Wintersun son algunas recomendaciones, para entender más el amplio abanico del subgénero antes mencionado, por ejemplo y para ser más estrictos, la última recomendación personalmente lo catalogaría más como “metal medieval” o “metal celta”, el debate podría no parar, en el caso de la banda que motivo este escrito, está se ha colocada dentro del power metal sinfónico, metal progresivo oriental, folk metal oriental o power metal neoclásico.
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