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Una noche bohemia, adornada con rosas, velas y una copa de vino para deleitar la música de Marisol Castillo “la dama del bolero”, junto con Carlos Cuevas, Rodrigo de La Cana, y en el piano, el maestro Nacho Gutiérrez, cantaron boleros de Agustín Lara, Alfredo Gil y Consuelo Velázquez.
Son las 20:22 horas del cinco de octubre, cuando ingresa Marisol Castillo tomada del brazo de los cantantes Carlos Cuevas y Rodrigo de La Cana al jardín del hotel Hotsson, ubicado en León, Guanajuato.
Camina, despampanante con sus vestido rojo, que combina con las flores que adornaban el jardín.
En el templete, tres sillones y un piano los esperaban, para empezar a cantar boleros, y dar a conocer el primer disco de “la dama del bolero”, donde presenta 10 éxitos de Rubén Fuentes, Ramón Cabrera, María Teresa Vera, entre otros artistas.
Los aplausos de los invitados retumban hasta la puerta de cristal del jardín.
El piano, empieza a escucharse al ritmo de “Quizás, quizás, quizás”, Marisol Castillo entra al escenario. Dos horas bastaron, para que los cantantes enchinaran la piel de su público, al revivir la época dorada.
La noche bohemia, como la llamó Marisol Castillo, fue la noche para darse a conocer en el mundo musical.
Canción, tras canción, hasta llegar a la parte final, donde los tres cantantes cerraron el espectáculo con “Vive” de José María Napoleón.
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