“Nos sembraron miedo pero nos crecieron alas”, comenzó la actriz Mabel Cadena la ceremonia de la edición 64 de la entrega de los Premios Ariel para visibilizar la violencia contra la mujer que vive la sociedad mexicana: “Hicimos visible la violencia y el acoso hacia nosotras y hacia todo aquello que nos ha considerado diferente”, añadió. Un mensaje que comenzó a hacerse presente desde el número musical “Canción sin miedo”, en la voz de Vivir Quintana, que le dio la bienvenida a los presentes.
No obstante, además de ese grito de justicia también encontró su eco en el tono discursivo que toda la velada tomó pues también se respiraba un aire de felicidad y reencuentro pues el año pasado se realizó una ceremonia virtual. El mensaje general fue de unión y de abrazar al prójimo: “Hoy en el cine buscamos tener una conexión más humana. La Academia regresa con un mensaje de inclusión, libertad y conocimiento”, dijo el actor Juan Manuel Bernal, quien también fue conductor de la velada y se unió en el primer abrazo de la noche con Mabel Cadena. Luego siguieron los de Regina Blandón y Harold Torres o los de Noé Hernández y Humberto Busto.
Fue una noche de abrazo comunitario con los sonidos del mariachi, que acompañó las remembranzas en el in memoriam a las estrellas apagadas en este año en la voz de Raúl Sandoval, pero también fue la música que se escuchó en los pasillos del Antiguo Colegio de San Ildefonso, el recinto que por primera vez acogió a los premios más importantes del cine mexicano.
“Nos emociona porque es la primera reunión presencial después de dos años de pandemia, somos una comunidad solidaria y resiliente, así lo demuestran estos meses en los que generamos historias que no dejamos de compartir con el público. Celebramos la diversidad del cine que nos conforma como industria, hablamos de este país que es muchos países, muchos tonos de piel, muchas lenguas e infinidad de puntos de vista”, expresó Leticia Huijara, actual presidenta de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) en su discurso.
En su espacio se tocaron temas que fueron desde la algarabía del crecimiento de la presencia de las mujeres en el cine (“Hemos visto crecer la exigencia de una verdadera equidad de género, pero en la que nos preocupa la violencia y la impunidad en una sociedad profundamente lastimada”) hasta la motivación por seguir empujando una nueva ley de cinematografía.
NOCHE DE FUEGO CONSOLIDA SU ÉXITO GLOBAL
La triunfadora de la noche fue Noche de fuego con siete premios. La película, ligeramente inspirada en la novela Ladydi de Jennifer Clement, es la historia de tres amigas que viven en un pequeño poblado en la montaña en medio de un contexto violento, se llevó justamente el premio al Mejor Guion Adaptado para Tatiana Huezo (“Gracias a Jennifer porque tu novela fue la primera semilla. Este Ariel es para la niña de mis ojos a quien también le gustan las historias”, dijo al recibir este premio).
A este filme la Academia también reconoció aspectos que mezclan el arte y la técnica como los impactantes Efectos Especiales por los que galardonaron a Ricardo Arvizu Jr.; la sensible mirada que captura el dolor de la tragedia y la belleza de la amistad con la Mejor Fotografía para Dariela Ludlow y el sensacional trabajo en la sierra a Mejor Sonido por parte de Lena Esquenazi (diseño sonoro), Federigo G. Jordan (sonido directo), Paulo Gama (mezcla de sonido). También se llevó el de Mejor Maquillaje para Roberto Ortiz y Ana Flores.
Desde luego también se premió la actuación de Mayra Batalla a la Mejor Coactuación Femenina quien también ofreció un emotivo discurso: “Es un enorme honor su reconocimiento. Tati gracias por hacerme el regalo más hermoso que es darme a Rita, tu corazón tu niñez; gracias a todo el crew, muchas gracias a toda la gente que me ha ayudado a llegar aquí. Quiero compartir con todas las niñas y mujeres que cada día se salvan a sí mismas”, dijo entre lágrimas.
Curiosamente el premio más sorpresivo que recibió fue el de Mejor Película, pues las quinielas se habían roto en algunas candidaturas que ganó Una película de policías, al final se llevó el máximo galardón: “Este premio se siente como un abrazo. Este Ariel es para mi equipo guerrero. Les agradezco los encuentros y desencuentros. Lo digo de corazón gracias por el amor que pusieron a esta historia. Mandó un mensaje de admiración a todas las madres que educan a sus hijos y que siembran semillas de esperanza y de igualdad. Mamá esto también es para ti. Te amo”, dijo la cineasta al recibir este premio.
UNA PELÍCULA DE POLICÍAS, A PUNTO DE LA SORPRESA
Una película de policías sobre uno de los mejores guiones del cine mexicano en los últimos años, una mezcla de ficción y realidad en torno a una de las figuras públicas más odiadas, se tuvo justicia justamente con el Premio al Mejor Guion Original para David Gaitan y el director Alonso Ruizpalacios, pero también se coronó al emocionante y sorpresivo timing a la Mejor Edición que realizó Yibrán Asuad y con el premio de Mejor Documental, quedando como la segunda más ganadora con cinco premios.
“Todas las películas son un acto colectivo pero esta es la más colectiva que he hecho. Siempre he estado acompañado. Todavía estamos a tiempo de saber qué hacemos con nuestra seguridad pública y creo que la militarización no es el camino”, dijo Ruizpalacios al recibir el premio último.
No obstante también la Academia reconoció la labor de las actuaciones de Raúl Briones y Mónica del Carmen, quienes se enrolaron a la Academia de Policía para prepararse en sus personajes: “Gracias por considerar mi trabajo digno de este reconocimiento, lo recibo con honor. Con amor sí, con amor yo también doy el salto, con amor yo también soy valiente. Gracias a todas mis ancestras, cuando la tierra me atrape me entregaré con los brazos abiertos”, dijo Briones al recibir su premio como Mejor Actor.
Mónica del Carmen no pudo estar presente para recibir su premio porque estaba dando función de teatro mostrando su profesionalismo, motivo por el cual Teresa, la policía a la que encarnó subió a recibir su premio de Mejor Actriz: “No hubo una mejor actriz que ella para representarme”, dijo.
El momento más sorpresivo de la noche se dio en la categoría de Mejor Dirección que ganó Ruizpalacios sin ser el gran favorito: “Hay grandes directores en la categoría y ya era un honor estar con ellos y con ellas. Agradezco especialmente a Rulo (Raúl) y a Mónica porque sin ellos esta película no existiría. Agradezco mucho a mis padres porque aunque querían que fuera médico, han estado siempre para mí”, dijo en su discurso.
LOS MINUTOS NEGROS, CON BUENA COSECHA
Durante la velada hubo un filme que sorprendió por la cosecha. Sin ser la gran favorita, Los minutos negros de Mario Muñoz se llevaron una serie de galardones que la posicionaron como la tercera más ganadora de la noche. El film noir tropical inspirado en la novela de Martín Solares, se llevó los premios de Mejor Vestuario para Abril Álamo; Mejor Diseño de Arte para Ivonne Fuentes y Mejor Coactuación Masculina para Kristyan Ferrer quien entre lágrimas ofreció su discurso:
“Mario, gracias por invitarme a este proyecto, Martín, gracias por darnos una historia tremenda. Leo, gracias por tu amistad (...) Gracias al cine, gracias a mi familia y a mi tío Luis que acaba de partir, gracias hermana por esa carta que me regalaste esta mañana, pero sobre todo gracias mamá por el apoyo. Gracias a todos y sigamos haciendo más cine”, dijo el actor ante la ovación de su gremio.
HOMENAJES DE ORO
Este año se rindió homenaje a dos figuras representativas del cine mexicano. La primera de ellas fue Diana Bracho que este año cumplió 50 años de carrera: “La fuerza vital de nuestro cine es más rica que sus carencias porque a pesar de ellas florece el crecimiento de nuestros cineastas, el ímpetu creativo vence esa carencia. Está demostrado que el cine sigue adelante, más vivo que nunca. Lo que más daña a nuestra comunidad es el desinterés y el abandono. El cine es nuestro mejor embajador. Sin cultura no hay país”, expresó en su discurso.
El otro premios se dio para el sonidista David Basht: “El camino en el cine te muestra lo que te gusta hacer en la vida y si te gusta la haces bien y como me gusta la amistad de mis cuates lo he hecho lo mejor que pude”, dijo con sentido del humor al recibir el premio de manos de su hijo Jaime, ganador del Oscar por El sonido del metal.
LOS OTROS PREMIOS DE LA NOCHE
Los primeros galardones que se entregaron en la velada fueron para los cortometrajes: El Documental fue Flores de la llanura de Mariana X. Rivera, que traslada la belleza de la cosmovisión de las mujeres bordadoras en Xochistlahuaca al cine con un mensaje de sororidad entre mujeres indígenas ante las víctimas de feminicidios. Por su parte, en ficción la triunfadora fue ese maravilloso ejercicio sobre la memoria que rinde culto a las luchas internas en El sueño más largo que recuerdo, de Carlos Lenin; y finalmente en Animación, Tío, de Juan J. Medina, volvió a poner en alto a la animación de Guadalajara con un poderoso filme sobre la explotación infantil.
El cine de género que sigue con una generación importante llegó a conseguir un par de premios solamente, por un lado para ese compilado de ciencia ficción que fue Aztech que se llevó el galardón de Mejores Efectos Visuales; además Mari Paz Robles le dio a El exorcismo de Carmen Farías su único premio al ganar el Mejor Maquillaje, que empató con Noche de fuego.
Nudo Mixteco y Cosas imposibles llegaron a la ceremonia como unas de las películas más nominadas, sin embargo, el segundo, dirigido por Ernesto Contreras solo pudo llevarse el de Mejor Película para la frescura que le dieron Andrés Sánchez Maher y Gus Reyes al filme. Por su parte Ángeles Cruz recibió por su tríptico sobre el machismo, la intolerancia y la violencia.
“El cine se hace en comunidad. Gracias a todos los que participaron en la película. A mi comunidad en Villa Guadalupe. Que las narrativas no se queden en discursos, habemos muchos Méxicos y desde las comunidades también estamos contando historias”, dijo Ángeles Cruz al recibir el premio.
Adrián González se llevó el único premio al que aspiraba Blanco de verano a la Mejor Revelación Actoral, por su parte Fernando León de Aranoa le dio a España el octavo Premio Ariel a la Mejor Película Iberoamericana por El buen patrón y los hermanos Rodolfo y Gabriel Riva Palacio se llevaron el Premio al Mejor Largometraje de Animación en una categoría en la que no tenían contendiente: “Hace 17 años ganamos este premio sin tener competencia hoy estamos recibiendo el mismo premio sin competencia. Hay mucho talento pero necesitamos mucho apoyo, pero sobre todo que vayan a ver las películas, gracias a todos los que fueron a verla y apoyarnos”, dijo Gabriel.
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