Escenario

‘Los pacientes recurrentes’, un filme que aborda la cultura de represión hacia nuestra salud mental

ENTREVISTA. El cineasta Mario Lucero Beauregard llevó a Cinemanía su más reciente largometraje protagonizado por la actriz Sophie Alexander-Katz, previo a su estreno en plataformas>

Una familia en el hospital
Un grupo de adictos en rehabilitación emprenden un caótico y peculiar viaje donde buscarán cumplir el deseo de una pequeña con cáncer terminal Un grupo de adictos en rehabilitación emprenden un caótico y peculiar viaje donde buscarán cumplir el deseo de una pequeña con cáncer terminal (Cortesía)

Con una historia que profundiza en los vicios materiales y emocionales que el ser humano utiliza como sistema errático de protección ante los agentes externos que la cotidianeidad lanza continuamente, el cineasta Mario Lucero Beauregard presenta su largometraje Los pacientes recurrentes, trabajo donde también encontramos a la actriz Sophie Alexander-Katz en medio de un interesante reparto.

Un grupo de adictos en rehabilitación emprenden un caótico y peculiar viaje donde buscarán cumplir el deseo de una pequeña con cáncer terminal. Mientras más avanzan en su camino, cada involucrado afrontará las consecuencias de sus actos, tanto del pasado como del incierto presente que están viviendo.

Viejas heridas que son tratadas superficialmente y que surgen en los momentos menos esperados mientras la historia avanza, es una de las bases que Beauregard plantea en su largometraje, construyendo un conjunto de caídas emocionales que acercan al público con los protagonistas:

Yo dirigía cortometrajes para algunas fundaciones, sobre todo dedicadas al apoyo de niños con cáncer, lo que me llevó a conocer a una pequeña chiapaneca que era tratada por esta enfermedad en una fase terminal por desgracia, y que tenía el sueño de regresar a su hogar”, contó el director.

“Inicialmente íbamos a filmar ese viaje de manera documental, pero lamentablemente la joven falleció durante este proceso, sin concretar su meta. Al tener una relación cercana con ella y su familia, a manera de catarsis, comencé a escribir diversas cosas sin saber que esto se convertiría en un guion, y posteriormente en una película. Aunado a esto, tenía el interés de explorar casos de adicciones, ya que han estado presentes en mis círculos cercanos, sobre todo el alcoholismo”, agregó Mario sobre los motivos de construir una historia que posee tintes íntimos, así como experiencias muy personales.

Un guion que tardó casi 10 años en elaborarse, plagado de personajes disfuncionales y con un tono de drama que es equilibrado con situaciones cómicas que pueden ayudar al público a un acercamiento más digerible. Como parte del elenco, podemos disfrutar de la participación de la actriz Sophie Alexander-Katz quien interpreta a Laura, una doctora con una importante represión emocional que le impide la libre interacción con la sociedad:

“Laura es un personaje con una misión específica, una doctora muy seria y profesional, con una personalidad poco flexible, siendo todo lo contrario a lo que marca el sociólogo moderno Bauman respecto a esta era líquida, ella lucha contra esto, saliendo de su zona de confort al estar acostumbrada a un contexto completamente controlado. Ella entiende a través de este viaje que, si no rompe con esta estructura diaria, no va a sobrevivir”, expresó Shopie sobre la doctora a la que interpretó.

“Me parece que Laura me adelantaba – con lo que sucedió posterior a la pandemia – que los seres flexibles son los que sobreviven; esto no es algo nuevo, sin embargo, una vez que tienes la posibilidad de vivirlo, lo comprendes con mayor profundidad. Esto fue algo que me ayudó mucho, enseñándome que el que se adapta es el que gana” complementó Alexander-Katz.

Existe una cultura de represión hacia nuestra salud mental en el país, que viene derivada de un cúmulo de costumbres que aún se mantienen vigentes y que permean en distintas generaciones, mismo fenómeno observado en la cinta:

Tomando nuevamente el tema de la pandemia, somos diferentes a lo que procesábamos previo a esta situación. Así como mi película, yo soy más idealista, con esperanza y luz, y el hecho de aprender a pedir ayuda tiene que ver con un tema de madurez, como lo podemos observar con todos los personajes, que cuando empiezan a trabajar en equipo, es cuando realmente pueden avanzar”, mencionó el cineasta sobre la posibilidad que tiene el ser humano para autogestionar sus procesos de sanación, y que el largometraje intenta dilucidar paulatinamente.

El conocimiento, en ciertas situaciones, llega a cuestionarse debido a la equidistancia que suelen imponerle en relación al concepto de felicidad, y es claro que la naturaleza del personaje interpretado por Sophie está impregnada de este análisis:

Bien dicen que el que sabe menos es más feliz. En mi caso personal, mi mente está en constante movimiento, y eso no me permite estar en paz, y es por eso que esa relación con el personaje lo interpreté muy bien, ya que ella cree que lo que conoce es lo que la hace como persona, y en realidad concluye que toda esa sapiencia no le sirve para sobrevivir ante los problemas emocionales que se le presentan”, concluyó.

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