Escenario

Pedro Fernández arma verbena mexicana en la Arena CDMX

COBERTURA. El cantante mexicano se presentó este sábado en la capital del país para iniciar su gira ‘Te doy mi vida’

Vicente Fernández cantando en un concierto
Imagen de archivo. Imagen de archivo. (ESPECIAL)

El jalisciense José Martín Cuevas Cobos, mejor conocido como Pedro Fernández, celebró con sus amadas fanáticas y sus queridos compadres sus casi 45 años de carrera artística como cantante, actor, conductor y compositor, además de presentar su nuevo disco con el inicio de la gira Te doy mi vida en la Arena Ciudad de México, donde dio un repaso por su aplaudida carrera en una noche mexicana muy adecuada al inicio del mes patrio.

La celebración en el recinto de Avenida de las Granjas inició en punto de las 9:15 de la noche, donde los gritos de “Pedro, Pedro” de sus seguidores, la mayoría mujeres de entre los 30 a 60 años, fueron suficientes para que el desfile del Mariachi acompañante del artista saliera al escenario arropados por capas de colores verde, blanco y rojo en sus vestuarios tocando una larga introducción instrumental que dio pie a la presencia de Fernández y la primera canción de la noche, “Morena de mi corazón”.

Vestido con traje de charro negro, un moño rojo y vivos plateados, Fernández saludó a todos. “Buenas noches, ¿Cómo están?”, preguntó entusiasta mientras resolvía unos detalles con el audio de su micrófono. Sin embargo, esto no detuvo la buena vibra del artista, que contagió inmediatamente a todos con su baile, su ritmo y el aplauso rítmico de sus fans, que celebraban cada paso y vueltas que daba, provocando la euforia de sus seguidoras.

“¿Cómo están las mujeres más hermosas del mundo?”, preguntó ante el grito al unísono de todas a quienes complació con “Como te extraño”, mientras los coros y el ambiente transmitían la sensación de una verdadera noche mexicana típica con un anfitrión de lujo que ante el aplauso de su gente continuó con el mambo “Quién será”, tema interpretado por uno de los ídolos del artista, Pedro Infante, en la cinta Escuela de vagabundos, donde puso a bailar a su mariachi tricolor así como a la gente en esta velada donde Fernández se mostraba constantemente agradecido, mostrando una entrega similar a la de su padrino artístico, el gran Vicente Fernández.

El show de Pedro continuaba, lanzando besos a la gente y mostrando porqué es uno de los representantes de la música regional mexicana más populares de nuestros tiempos. Los movimientos de cadera, el baile y la energía nunca pararon de su parte mientras las cervezas y uno que otro tequila no bastaron para cuando el mariachi entonó los primeros acordes de “El aventurero”, donde la Arena Ciudad de México estalló de repente con este tema anteriormente popularizado por Antonio Aguilar. Aquí, Fernández aprovechó su carisma para interactuar más con su público, provocando risas y buena vibra mientras Pedro confirmaba su amor por las fanáticas que lo han mantenido vigente por tantos años.

“Esta noche es sumamente especial para mí, han pasado muchas cosas desde la última vez que puse un pie aquí. Tenemos muchas cosas por presentarles, lo hemos hecho todo con cariño y dedicación y esperamos que sea lo que ustedes se merecen. A lo largo de casi 45 años de carrera hemos hecho cosas muy importantes, entre lo que destaca ganarnos su corazón todos los días. Además de los éxitos, quiero presentarles una canción que esperamos les acompañe por siempre”, mencionó el cantante en una pequeña pausa para presentar su más nuevo sencillo, “Te doy la vida”.

Cual palenque espectacular, la celebración de Pedro tuvo nuevas acompañantes ante la entrada de unas bailarinas que escoltaron al compositor para entonar “Celosa” y seguir con “Perdóname por ser tan guapo”, dedicada a todos los compadres presentes y que, señaló, “debería ser himno para todos nosotros”, mientras en la pantalla de fondo se veían pasar fotos de Pedro durante toda su carrera artística, desde los 7 años hasta el presente y así continuar con un medley muy particular, ofreciendo un viaje al pasado con temas como “Maniquí” y “Coqueta”, recordando su época en la década de los 80.

No podían faltar los momentos emotivos de la noche, pues ante “Los hombres no deben llorar”, cover de King Clave, unió a toda la gente nuevamente en un solo coro para soltar la lágrima, donde algunas luces de celular escoltaron el sostenido cántico de Fernández. Después, dedicó una canción a todas las damas en la Arena, “La mujer que amas”, mientras el escenario lucía de colores rosa y rojo, perfecto acompañamiento para conquistar a todas las presentes con el poder de su voz, mientras que a algunos les recordaba que el amor existe y que a veces se descubre en una mujer.

El bailongo no puede faltar en una noche mexicana, por lo que “Si te vas”, cover de Marc Anthony donde el mariachi de compañía de Pedro dio un toque medio salero al tema, así como “A mover el cu”, canción que interpreta normalmente con La Sonora Dinamita, levantaron a las parejas y las enamoradas de Fernández a seguir sus pasos ante las constantes vueltas seductoras del cantante. El ambiente continuó en lo alto con “El siete mares”, donde un bailable jarocho acompañaba a Pedro en otro peculiar cover de Pedro Infante, con una canción compuesta por José Alfredo Jiménez.

Con “Eres toda una mujer”, Pedro volvía a hacer una pausa para dedicar este tema a las damas que estaban en la parte de hasta arriba de la Arena, para luego rendirle homenaje al gran Leo Dan con su versión de “Como te extraño mi amor”, cuyo coro fue interpretado por todas las almas asistentes en el recinto. Ante la pregunta de si ya estaban cansados, todos los asistentes dijeron que no y lo demostraron a través de las palmas, siguiendo el ritmo que Fernández les pedía mientras la música continuaba sin parar y el showman vestido de charro negro sudaba, pero no paraba ni ofrecía tregua más que para tomar unos cuantos tragos de agua.

“Toquen mariachis canten”, también de Leo Dan, sonaba como una tentativa despedida, pues la verbena popular de esta velada llegaba ya casi a las dos horas sin parar. Mientras, los vivos de una bandera mexicana, así como las sombras de los mariachis se reflejaban en las pantallas y los vestidos de blanco en el escenario hacían coro con Fernández, hasta que uno pidió una canción para su mamá presente en el lugar, “Bésame morenita”, donde el son sonó fuerte y Pedro bailó y cantó sin parar.

De repente, el recinto se iluminó de luces de celulares ante los primeros acordes de ese gran éxito que revitalizó su carrera en el regional, “Mi forma de sentir”. Aquí, Fernández abrió completamente su corazón al confesar y compartir una bella reflexión con sus fans que no apagaron sus luces en ningún momento:

“Dicen que uno no puede dormir por la adrenalina después de un concierto, pero conmigo no es así. Me llena de emoción recordar cada momento, pues verlos sonreír, aplaudir y estar felices, es lo más hermoso que puede pasar y sinceramente es lo que realmente se queda conmigo. Los reconocimientos y premios se ganan porque ustedes así lo quieren. Hoy, a casi 45 años de haber iniciado mi carrera, recuerdo perfectamente cuando canté ‘La de la mochila azul’ y tantas canciones más, pero lo que más añoro son los cariños y aplausos del público en los lugares que me presentaba desde que tenía siete años…

“Tengo ahora 53 y quiero llegar a muchos más con su cariño, su amor y compañía incondicional durante todo este tiempo. Esta noche es especial porque vivo cosas personales muy importantes que me llenan de emoción y si alguien me hubiera dicho que a esta edad estaría aquí cantándoles aún, no me lo hubiera creído jamás”, declaró para después cantar a todo pulmón el muy querido sencillo.

Amarte a la antigua pegó duro en el corazón de los asistentes al casi abarrotado recinto de Avenida de las Granjas, pues causó sollozos y gritos mientras las añoranzas por los romances de cartas y canciones dedicadas se sentían en la piel del público, que entregaba su vida por una noche a Fernández en esta verbena mexicana a tope, donde los gritos y aplausos mientras coreaban su nombre al unísono cimbraban el lugar ante una despedida inminente donde Fernández recordaba clásicos de la música vernácula mexicana y daba un último regalo a la audiencia con “Yo no fui”, cerrando con broche de oro una fiesta donde, definitivamente, Pedro Fernández demostró que tiene una cosa que encanta a todo su público fiel, bailador y con buena vibra. 

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