Después de la exitosa cinta de Batman con Robert Pattinson, el universo de esta Ciudad Gótica se expande con la nueva serie de HBO, El Pingüino, donde seguimos la pista de Oz Cobb, que busca convertirse en el nuevo capo criminal de la urbe.
Crónica Escenario charló con Lauren LeFranc, showrunner y productora ejecutiva de la serie, Mike Marino, encargado de prostéticos y maquillaje, Colin Farrell, productor ejecutivo y protagonista de la serie, así como sus compañeros en el reparto, Cristin Milioti, Rhenzy Feliz y Deidre O’Connell, sobre este relato de mafia y crimen.
Si bien todo sucede en el mundo del héroe encapuchado, la showrunner de la serie habló del reto de hacer este proyecto sin que Batman aparezca. “Para mí, siempre se trata de crear personajes interesantes”, dijo.
“Aquí, tenía el beneficio de tener ya a Oz y gracias a Mike, que logró esos increíbles prostéticos combinados con lo hecho por Colin en la cinta. Mi meta, a partir de esto, era tener roles que fueran interesantes, complejos y con los que la audiencia sintiera el interés suficiente para conectar con ellos sin pensar en quién más podría aparecer por ahí”, añadió.
Hablando del maquillaje y la creación de esta particular iteración del Pingüino, Mike Marino ofreció detalles sobre cómo se dio la misma:
“Empezó con Matt Reeves, desde el primer momento en que hablé con él, supe que era un artista y teníamos una personalidad similar. Sabíamos todo acerca de Batman y, al tratar de describir el tono de la cinta y lo que quería del personaje de Oz, que era una persona simpática que buscaba más de su vida, similar a John Cazale y su Fredo en El Padrino”, mencionó.
“Esa fue una de las mayores referencias, junto a los gangsters de los años 30 y 50 y cómo tratar de darle un rostro subliminalmente similar al de un ave. Y tome como molde un pingüino y le añadí una gesticulación intimidante en sus cejas y nariz, creando una persona extraña que realmente no existe. Matt lo amó, probamos el maquillaje y Colin entró de lleno al papel. Fue una experiencia mágica. Es emocionante saber que con esta serie podremos saber más sobre quién es”, agregó emocionado el maquillista.
El nominado al Oscar, Colin Farrell, también habló sobre la preparación que tuvo para dar vida a su Pingüino. “Aparentemente, no es una actuación muy original porque hay mucho de varios personajes aquí”, expresó.
“Como actor, todo lo que ves y escuchas se filtra a través de cualquier personaje que interpretas. Así que no hubo nada particularmente especial en lo que pensé o me centré para ello. Cuando leí el guión de la película estaba desconcertado pues no sabía qué podía hacer con el papel o cómo se vería”, sumó.
“Físicamente, Matt me vio con mi apariencia en The North Water donde subí unas 60 libras de peso y me dijo que eso era genial para el rol. Luego me mostró cómo es que me vería interpretándolo, con el traje y los prostéticos en su computadora. Miré su creación y estaba un tanto confundido pero me habló del sentido de historia, amenaza y violencia que él cargaba”, dijo.
“Y logramos algo complejo con Lauren y los demás escritores para crear un mundo donde Oz, en la serie, se rodea de todos estos otros personajes con una atención brillante. Esto no solo se trata del Pingüino, sino de todos los que lo rodean mientras vemos el interior de Oz de forma interesante”, complementó el actor.
Uno de esos personajes interesantes es Sofia Falcone, interpretada por Cristin Milioti. “Es un sueño increíble poder hacer un papel como éste por todo lo que tiene que enfrentar y el viaje que conlleva el rol. Además, siempre he sido fan de Batman”, mencionó
“A nivel personal, todo esto fue una experiencia surreal y como actriz era increíble leer todo lo que tendría que hacer con Sofia, especialmente en el episodio cuatro. Hay momentos en ese capítulo que fueron muy importantes. Ha sido emocionante sumarme a este oscuro universo del Pingüino”, agregó.
Curiosamente, Milioti, cómo Farrell, no tomó alguna influencia definida para encarnar a la maquiavélica Sofia:
“Me alejé de todo tipo de cosas y si bien deben haber algunas influencia sin que me percatara de ello, debo decir de Deidre me ayudó mucho en las lecturas del guión en las que estaba aterrorizada y ella me habló de ciertas cintas que mirada para tomar valor como Gloria de Cassavetes o Mujeres al borde de un ataque de nervios de Almodóvar. Con ello me percaté de lo que podía lograr si simplemente me lanzaba a por ello y dejaba de lado esa duda y miedo”, enfatizó.
Un cambio llamativo en la historia fue el nombre, pues Oz pasa de ser Cobblepot a simplemente Cobb. “Matt y yo hablamos de ello mientras desarrollábamos el show y realmente la decisión fue porque Cobblepot no es una palabra que exista en nuestro universo”, comentó.
“Si bien amo ese nombre, al Pingüino y todas sus apariciones en cómics y diversas iteraciones, para esta serie teníamos que mantenernos realistas. Así que tenía todo el sentido del mundo darle un nombre que pueda existir en este mundo y fue así que lo nombramos Oz Cobb, lo que lo hace único”, manifestó la showrunner y escritora de la serie.
Al reencontrarse con su papel y poder verlo en la serie, Farrell admite que ahora lo mira con otros ojos. “Soy más objetivo ahora de lo que era antes al respecto. Normalmente estoy lleno de desdén, inseguridad y más por lo que veo. Normalmente mi presencia en algún proyecto siento que lo arruina todo”, dijo.
“Pero aquí me he podido distanciar de Oz de forma profunda por el maquillaje, la silueta y el aspecto, por todo. Es como mirar el mundo de una forma diferente. Si bien ya había trabajado el aspecto psicológico, su paranoia e inseguridades y cómo quiere ser reconocido no como alguien lisiado o menor, sino por su poder y la expresión del mismo en Ciudad Gótica y el submundo criminal al que pertenece”, sumó.
“Pero al ponerme el traje y los prostéticos y me miraba al espejo, era algo que no había visto en mis 45 años de vida. Era algo tremendamente poderoso lo que me transmitía, me rendí ante ello y creo que sucedió así para todos en este panel. Cuando usas algo que te hace ver diferente, te sientes otro y puede ser confuso al principio pero a su vez emocionante y poderoso. Te da la facilidad de rendirte ante el papel y así sucedió”, agregó el irlandés.
Una de las partes más interesantes de El Pingüino es la relación madre e hijo que desarrollan Oz y Francis, algo que resultaba clave para el relato, según Le Franc: “Cuando pensaba en los papeles, me surgían muchas preguntas y unas de ellas fue qué es lo que quiere Oz, quién es, de dónde viene o a qué le teme”, destacó.
“Y quería asegurarme de que, en su alzamiento al poder existiera algo más grande detrás de ello. No creo que la gente busque el poder simplemente porque sí, sino por algo mucho más profundo dentro de ellos. Así que de ahí surgió esa relación tan emocional para la serie”, añadió.
“Pensé en que Oz buscaba hacer feliz a su madre, que necesitaba su amor y su afecto y ella no se lo da. Y ahí surgieron más cuestiones como por qué no lo hace y eso es algo que se revela eventualmente en esta temporada. Todo eso se sintió como una conexión personal para mí. Sentí que cualquiera podía conectar con lo que significa tener una familia complicada”, comentó.
“De hecho, Francis está levemente inspirada en mi abuela Ophelia, que como migrante tuvo una vida dura en los Estados Unidos. Y lo mejor de todo fue ver a Deidre y Colin juntos en escena porque tuvieron una química inmediata para crear esta relación extraña y retorcida entre ambos que servía para entender a Oz de formas más profundas”, profundizó.
Colin, a su vez, expuso lo complejo de la psique del Pingüino en este show: “Él nace con una limitación física que lo deja emocional y psicológicamente discapacitado. Eso crea otro ser en él, uno que no es aspiracional sino más bien subyugado por esa limitación que tiene y que siempre le es señalada”, comentó.
“Fue víctima de bullying, la sociedad lo trata cruelmente y eso no justifica ninguno de los actos que Oz comete. Pero en esta experiencia humana todos hemos sido tratados con crueldad en algún momento. Oz es así, y aunque su madre lo trata con afecto, no era el suficiente para aminorar el dolor que no sabía cómo manejar y que al final, en esta historia, estalla de formas grotescamente consecuentes”, agregó.
“Ciertamente Oz tiene un pasado de incertidumbre y dolor pero la cosa más preciosa de poder acordar eso en esta serie es no tener a alguien que fuera cool, violento y así, sino que muestra un pedazo de porqué la gente es como es”, continuó el protagonista.
“Y existe el perdón, la redención y un punto de no retorno para todo. Creo que, al final del show, Cobb ha cruzado esa línea y ya no tiene vuelta. Ha caído en un lugar psicológicamente en su vida en donde pertenece. No sabemos qué le deparará el futuro”, siguió.
Rhenzy Feliz se une al grupo como Victor, un joven que se va convirtiendo poco a poco en la mano derecha de Oz. El joven actor admitió la emoción que le daba formar parte de esta serie: “Era un gran fan de Batman, crecí con la trilogía de Nolan y me parecía lo más cool del mundo”, comentó.
“Pero luego, al ver lo que Matt hizo en Batman fue grandioso. Y compartir esa estética visual del filme en nuestra serie fue bello. Tener la oportunidad de formar parte con este nuevo personaje y mi encuentro con Victor fue mucho a través del guión. Y creo que una de las mayores cosas que me ayudaron a darle voz fue cuando se va sumergiendo más en este submundo y vemos la psicología detrás de él”, expuso.
Asimismo, la guionista y las actrices destacaron que El Pingüino forma parte de los relatos recientes de superhéroes que han roto el esquema para poder crear papeles de mujeres complejos y bien construidos. “Cuando era joven siempre me imaginaba que interpretaba algunos personajes masculinos pero creo que era porque los encontraba más interesantes ya que les daban historias más profundas”, enfatizó.
“Entonces quise usar esta posición privilegiada para poder crear historias únicas como ésta para alcanzar a audiencias más amplias. Creo que universalmente deberíamos de tener papeles más complejos en escena y esa siempre fue la meta, aportarle a cada personaje la misma complejidad en sus traumas en ciertos momentos y poder diseccionarlos poco a poco. Eso resultó muy emocionante, sobre todo al crear a estas mujeres en roles que antes solamente se le daban a los hombres”, reflexionó Lauren.
“Recuerdo que cuando vi Batman eternamente, me pasaba algo similar. Quería ser El Acertijo porque la mujer que aparecía en esa historia siempre estaba en ropa interior tras los pasos de Batman. Y así, también recuerdo Batman regresa, donde Michelle Pfeiffer tiene mucho tiempo y un arco interesante. Pero usualmente, en la franquicia de este héroe, siempre quise ser el papel del villano masculino porque eran los más emocionantes”, sumó a su vez Cristin.
“Lo bonito de Francis es que puede tomar estos sentimientos de invisibilidad o de ser descartada por ser mujer y todo el resentimiento que se ha construido dentro de ella para descargarlo en su hijo”, mencionó a su vez Deidre.
“Pero además también le permite no volverse loca ni violenta. Todo eso lo usa como un arma secreta, ella ofrece esta cosa que las mujeres sabemos hacer, porque es lo que hacemos. Le ofrece nuestra información secreta y eso le da cierto enfoque femenino al relato también”, finalizó.
Concluyendo el panel, LeFranc hizo hincapié en lo que buscaba lograr con este nuevo enfoque del gran villano de las viñetas. “Mi meta es que honremos las historias que han aparecido antes que nosotros y hacer algo original con ello. Poder crear un nuevo canon y ser capaz de dar vida a nuevos personajes o incluso evolucionarlos de diferente manera y ponerle mi propio sello fue vigorizante”, dijo.
“Crecí leyendo cómics y siempre quise contar historias como esas así que tener la oportunidad de hacerlo en una escala como ésta y el poder atraer a más gente a esta experiencia en medio de esta locura de Ciudad Gótica y el universo establecido por Matt resultaba ser muy emocionante, sobre todo si rompíamos el molde y nos librábamos un poco de lo establecido antes”, cerró.
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