Puro amor y música disco con Earth, Wind & Fire en La Plaza México
COBERTURA. La banda originaria de Chicago regresó a tierras aztecas para ofrecer una velada nostálgica en un escenario poco típico para conciertos pero con momentos llenos de gozo y canto
música
Earth, Wind & Fire dieron cátedra musical.
Las luces de toda la ciudad se encendieron la noche del 12 de noviembre, en medio de varios conciertos al aire libre y con agrupaciones emblemáticas en su género.
La banda originaria de Chicago, Earth, Wind & Fire no se quedó atrás y ofrecieron un concierto lleno de emoción, nostalgia y mucho baile, para miles de fanáticos que se dieron cita en La Plaza México, antes recordada como La Monumental Plaza de Toros, sin embargo el recinto comenzará a albergar más eventos dentro del espectáculo, lo cuál parece ser una excelente oferta de inmueble.
Los músicos irradian energía.
Amantes de la música disco acudieron para bailar y cantar los grandes éxitos que llevaron a la fama al cuarteto estadounidense en la época de los años 70 y dónde obtuvieron un gran reconocimiento al lanzar “Fantasy”, canción que interpretaron con gran euforia en el concierto.
Muchos de los asistentes no perdieron la oportunidad de utilizar atuendos ad hoc a la ocasión, llenos de lentejuela, pantalones acampanados, gabardinas de satín rojas, pelucas y por supuesto maquillaje alusivo a las noches de “Studio 54”.
A pesar de las fallas técnicas los músicos delitaron a sus fanáticos.
Lamentablemente “La México” se vio rebasada en cuestión a audio y visibilidad, ya que los asistentes en área general no pudieron disfrutar en su totalidad el show, pues el audio estaba desfasado y las bocinas no tenían la suficiente potencia para llegar a los oídos de quienes se encontraban en lo más alto del inmueble, además de que las pantallas no se alcanzaban a proyectar con buena vista también para esa área, situación que desagradó a quienes bailaban a ratos y se volvían a sentar al no tener satisfacción con el espectáculo.
Y aunque hizo falta y se le extraña tremendamente a Maurice White, Philip Bailey, Verdine White y Ralph Johnson hicieron suyo el escenario luego de casi 10 años de no pisar suelo azteca y crearon una fiesta sin igual en el coloso, combinando su espectacular repertorio lleno de rhythm & blues, soul, funk y jazz, en combinación de pasos de baile disco, saltos y movimientos de caderas, dignos del recuerdo.
Los músicos tardaron más de 10 años en regresar a México.
La agrupación dejó para el final el delicioso postre, dónde interpretaron “Boogie Wonderland”, “Let's Groove”, “September” y “In the stone” creando una atmósfera de compañerismo entre todos los presentes.
Al culminar el concierto, el público realizó filas para desalojar el inmueble, pero en las puertas de salida se complicó el desaforo y buscaron alternativas, lo cuál provocó que se comenzaran a armar audiencias en las escaleras y a las afueras de los sanitarios, dónde había un tornamesista ayudando a aclimatar el momento y apoyó a que la gente se quedara y disfrutara de un after improvisado, dónde convivieron generaciones de edades diferentes, al ritmo del baile, aplausos y gritos hasta las dos de la mañana.
Una de las postales más icónicas de la noche.
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