Búsqueda
El público que se reunió las noche del viernes y sábado en el Lunario del Auditorio Nacional es verdad que era de una generación establecida, arriba de los 40 años en promedio, pero la música de Francisco Céspedes traspasa las generaciones y algunos más jóvenes también hacían sentir su presencia, eso sí, todo el público se puede jactar de su eterno romanticismo y esa melomanía por el bolero, la balada romántica, el latin jazz y hasta la big band, géneros de los cuales el cantautor cubano se pinta sólo.
Poco a poco este multigeneracional público fue llenando los espacios que, cabe decir, fue en un ambiente bohemio de sillas y mesas, mientras en el escenario ya se podría vislumbrar lo que la noche traería consigo, un piano de cola a un costado del escenario, los metales en su sitio, la batería al centro, al fondo las cuerdas y todo remarcado por muchas velas para hacer de esta noche musical una velada mágica y única. Mientras guardábamos.
El estilo de Céspedes se conduce principalmente a la balada romántica pero es innegable esos matices de bolero, estilo característico de la isla caribeña, música que ha perdido terreno ante géneros musicales que actualmente gozan de una mayor popularidad, aunque claramente no dejará de existir y que jóvenes talentos están recuperando y desde luego actualizando y porque no hasta fusionando con la frescura de sus bríos. En esta ocasión acompañado en un acompañamiento estilo big band.
Alrededor de las 21:00 horas el cantautor cubano salió a escena aplaudido por todos los presentes y sin decir ni una sola palabra procedió a interpretar “Dónde está la vida” precedida por una apertura de los músicos que acompañan a Céspedes y sólo un buenas noches intermedio y finalizó la bienvenida con “Parece que”.
“Buenas noches, bienvenidos, ojala la pasen bien como lo voy a pasar yo, siempre he dicho que el mejor Pancho que yo conozco es este que está ahora arriba del escenario, aquí no hay nadie que pueda coartar mi libertad”, dijo Francisco Céspedes, además de bromear con el público, parte del característico sentido del humor del artista cubano, momento encumbrado con la pieza musical, “Que tú te vas”.
“Esta canción se la dedico a mis muertos, también quiero dedicársela a los muertos de ustedes, yo canto canciones de felicidad, románticas, que fue lo que fui más que otra cosa durante casi toda mi vida a si que va para don Armando Manzanero, para Pablo Milanés, para mis abuelos, para sus abuelos, para los que ya no estén”, dijo meditativo.
Después de sus sentidas palabras pasó a cantar “You are so beautiful” cover de Billy Preston y Bruce Fisher, tema que hiciera famoso el músico británico Joe Cocker, momento que toda los músicos que acompañaron a Céspedes fueron presentados y uno a uno aprovechó para tocar un sólo de su instrumento, requerido por el propio cantautor santaclareño.
Luego el cantautor aseguro que estaban de estreno y agradeció de antemano a su arreglista de cabecera, “El arreglista de esta canción y de todas mis canciones, yo escribí las letras pero él fue quien inventó la música fue Aneiro Taño”, dijo Céspedes y procedió a tocar el sencillo nuevo, un bolero que estrenó la noche del viernes titulado “Siento”.
“Qué hago contigo”, “Ya no es lo mismo”, “No será una pena”, “Átame la mirada” y “Todo es un misterio” continuaron la velada con la particularidad que entre canción y canción Céspedes narraba alguna anécdota del tema a interpretar, lo que hacía amena la noche, anécdotas de su vida, de sus amores, de sus andanzas por el mundo y de las inspiraciones para componer canciones.
Como invitada especial y con la venia de Francisco Céspedes, Estefanía Lavalle cantó su próximo sencillo “Tu falso amor” del compositor Carlos Macías a manera de un intermedio. Igualmente Lavalle interpretó un tema de Armando Manzanero, “No existen límites”. momento bien aceptado por el público.
Ya de regreso con el anfitrión de la noche, Céspedes continuó con un sentido homenaje y recuerdo del cantautor yucateco Armando Manzanero interpretando los temas “Contigo aprendí” y “Esta tarde vi llover”, cantados absolutamente por todos los presentes, hasta los meseros y el personal de seguridad. Hermoso.
El segundo invitado de la noche fue Gabriel Salas con quien Céspedes cantó “No hace falta” de Manuel Mijares y que dedicaron en conjunto al actor recientemente fallecido Benito Castro. Así mismo y como lo hizo anteriormente el cantautor cubano cedió el escenario a su invitado, quien interpretó “Si nos dejan” de José Alfredo Jiménez, desde luego cantada por todos los presentes.
La oleada de éxitos no se podía olvidar de la extensa lista de temas a interpretar y “Pensar en ti”, “Nadie como tu” y “Señora”, fueron las siguientes en ser interpretadas para consentir a los seguidores del cantautor cubano.
Fue el momento de presentar a otro de sus invitados especiales, en este caso fue el bandoneonista argentino Gabriel Fernández con quien interpretó un par de piezas musicales con estilo de tango, primero “Uno” de Julio Sosa y luego “Nostalgias” de Enrique Cadícamo y Juan Carlos Cobián, temas que desde luego has sido interpretados por un sinnúmero de artistas, excelsa la interpretación de Céspedes.
Ya para el final del recorrido musical “El día que me quieras” de Carlos Gardel y Alfredo Le Pera y que por estos lares Luis Miguel hizo popular, comenzó con esta despedida que todavía se extiende por una hora más de las tres que duró el concierto, a la que le siguió “Todavía”, “Se me antoja”, “Oye bien la clave”, “El manisero”, “Remolino” y finalmente “Vida loca” en compañía de su querido amigo y arreglista de toda la vida Aneiro Taño.
Francisco Céspedes en concierto es una de esas cosas que se tiene que vivir por lo menos una vez en la vida, se puede experimentar ese viejo pregón cubano, bolero, big band, latin jazz, balada, también un poco de humor situacional, anecdotario interminable y una gran emotividad, un concierto largo pero para nada tedioso
Copyright © 2023 La Crónica de Hoy .