El onceavo material discográfico de Carlos Ann, El Disco Negro cuenta con una vibra similar a la que presenta David Bowie en Station to Station; ambos álbumes convergen en la oscuridad a través de una amplia gama de sentimientos y situaciones denotados en sus canciones y en lo que se vive en la sociedad.
El Disco Negro retrata el lado más dulce de la oscuridad, el cual permite, de acuerdo con Carlos Ann, “poder mostrarte y moverte con cierto misterio y libertad”. En el álbum, conviven “con cierto confort” las canciones que lo componen desde la fuerza que le evoca el color al autor, por lo que “las canciones, que son luchadoras y reivindicativas, se sienten muy bien”.
Ann recupera el concepto del filósofo Byung Chul-Han sobre la sociedad del cansancio, pero considera que “después de ese cansancio llegará un nuevo despertar”. Por el momento, el compositor asegura que ve agotamiento entre las personas que logra observar y supone que se debe a “que llevamos mucho tiempo con un patrón que ya no es útil para el ser humano” por vivir dentro de un capitalismo que “avanza sobre sí mismo” en lugar de que el sistema se vuelva “más cómodo para que nuestras vidas sean más felices”.
Para el cantante, los cambios que enfrenta el mundo hoy en día han sido “como un renacer”, pues “cosas que estaban instauradas en la sociedad y nos parecían normales actualmente no lo son y cambian”.
Para Ann, “un artista tiene la obligación de al menos una vez en su vida mostrar socialmente lo que le envuelve” por lo que cree apropiado el usar su talento para “reivindicar y decir lo que le gusta y no que para hablar de cosas introspectivas” como ya lo ha hecho en materiales pasados, sin dejar a un lado la honestidad en la música.
“Como un disco coral de voces”, el cantautor procuró utilizar la fórmula del Wall of Sound, donde varias capas de música se integran para crear un sonido mucho más complejo, donde “la suma de muchas cosas fueron una misma alma”.
Enérgico, rabioso y con calma a la vez es como define a su más reciente trabajo el intérprete de “Un Dios Agotado”. Estos conceptos logran coexistir a través del autocontrol: de acuerdo con él, la rabia “no debe ser peyorativa, a veces nos puede ayudar a llegar a algún lugar y si la puedes equilibrar con la calma, logra ser viajera del tiempo”.
En febrero, el español visitará México para presentar a sus más fieles seguidores El Disco Negro en la sala de conciertos La Piedad.
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