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Razones para decirte adiós de Alan Blasco explora las relaciones tóxicas y nocivas a las que todos nos hemos enfrentado en más de una ocasión.
En esta comedia con tintes de humor negro se explora la experiencia de Lola y Lucas, quienes tras una relación de más de diez años, tratan de reparar una relación descompuesta sin sospechar que un pequeño inconveniente desataría intimidades y secretos insospechados.
El director Alan Blasco utilizó esta obra para “depositar en las letras sus miles de dolencias, amores y frustraciones”, a los 19 años y sin querer, 10 años después se transformó en su material más representado a lo largo del mundo.
El autor destacó en entrevista para Crónica Escenario cómo en ese momento no sabía que estaba haciendo auto ficción, género que se enfoca en la ficcionalización del yo, pues “era un corazón roto con muchas emociones” el cuál sin embargo, resulta “muy honesto” al recoger también experiencias de otras partes de su entorno, como la relación de sus padres o de personas cercanas a él.
El escritor asegura que la obra sigue tal cual la escribió hace una década, a excepción de pequeños detalles sobre el contexto. Sin embargo, en esta ocasión Blasco opta por otorgar a la puesta en escena con “una nueva lectura de cómo concibe el mundo y las relaciones”, lo cuál cambia el tono del material a uno mucho más oscuro y maduro.
“Apuesto por la presencia y la palabra del actor” revela el director que este es el modo para revelar que “el amor no es rosa como lo pintan […] el amor dura tres meses en el cuerpo”. En el trabajo actoral, Blasco decide exaltar “la importancia del amor propio” pues sin esto “no puedes relacionarte sanamente con nadie y mucho menos con una pareja”.
En esta relectura de Razones para decirte adiós, denotan como la falta de este “apapacho personal” genera rupturas en otras partes de tu vida como el trabajo o la pareja.
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