Escenario

Red Hot Chili Peppers, un lujo en el Vive Latino

COBERTURA. La icónica banda ofreció un recital memorable de cara al cierre del festival que también tuvo en Los Bunkers, Enjambre y otras agrupaciones representativas, una montaña rusa de emociones

El vocalista de The Strokes, Julian Casablancas, actúa en directo.
Red Hot Chili Peppers en el Vive Latino. Red Hot Chili Peppers en el Vive Latino. (Daniel Luna)

El domingo 19 de marzo concluyó una edición más del tan esperado festival Vive Latino. Para cerrar con broche de oro, Los Bunkers, los Red Hot Chili Peppers y Enjambre tomaron el escenario principal “Indio” para poner a todos a bailar, cantar y seguir encendiendo la llama del rock.

Desde las primeras horas del evento fue evidente la magnitud e influencia que el festival tiene (y no es para menos). Durante la tarde llegó una fuerte lluvia, pero no fue impedimento para que la audiencia siguiera apartando el mejor lugar en el escenario principal y disfrutando del show de Los Pericos, realmente no duró más de 15 minutos y posteriormente se pudo apreciar la famosa hora dorada del día, cuando los rayos del sol no son tan fuertes o nulos, las nubes comenzaron a moverse, parecía que se preparaban para recibir a una de las bandas más esperadas: Los Bunkers

El show estaba destinado a comenzar a las 18:15 horas, pero desde mucho antes la plancha del Foro Sol comenzó a llenarse; en algún punto fue casi imposible caminar, por lo que el público optó por subirse a las gradas y no pasó mucho tiempo para que también se agotaran los asientos.

Es importante mencionar que Los Bunkers no habían tocado el escenario de un Vive Latino desde hace bastante tiempo, fue en aquel nostálgico 2014 cuando dejaron un show memorable en la historia del rock mexicano. 

“Miéntele” fue la canción que marcó el regreso de la banda; los presentes no dejaban de gritar por la emoción y a pesar de que aún no anochecía, las luces del escenario fueron un gran foco de atención.

El guitarrista se tomó algunos segundos para saludar a sus fanáticos mexicanos y mencionar: “Estamos muy contentos de estar de nuevo con ustedes en este escenario que es tan especial para nosotros. El escenario en donde nos despedimos y donde nos volvemos a reencontrar”.

Claro que, durante su presentación de una hora, no iban a dejar escapar sus clásicos “Una nube cuelga sobre mí”, “Ahora que no estás” y “Nada nuevo bajo el sol”, para que las personas pudieran corearlos. Se acercaba el fin, pero antes de irse pusieron a todos a cantar su emblemático tema “Llueve sobre la ciudad”. La noche cayó y con ella la despedida, en su máximo punto y con todos los sentimientos reluciendo, la banda cerró con “Bailando solo” y “Ven aquí”.

Poco a poco la gente fue saliendo del escenario principal, pues faltaba una hora para la presentación de la banda estelar, los Red Hot Chili Peppers. De un momento a otro la pista se volvió a llenar (unos 30 antes de que comenzara el show) y era imposible pasar a las gradas a cualquier punto. El público de la banda californiana estaba conformado por todas las edades: niños, adolescentes, adultos jóvenes y hasta familias completas fueron a presenciar tan esperado momento. 

Tardaron diez minutos en salir al escenario, la completa oscuridad llenó el foro y se escuchó un solo del guitarrista John Frusciante. Después de unos minutos subió “Viva México”, dijo Anthony Kiedis, vocalista de la agrupación, quien subió para abrir con “Scar tissue”, definitivamente los gritos eran impresionantes y la cantidad de gente también.

Los músicos llegaron con outfits muy a su estilo: playeras verdes, gorros amarillos y shorts azules. La banda siguió agradeciendo por el entusiasmo y recibimiento de la audiencia, así como su sentir al estar en tierra Azteca.

Su rítmica y los efectos visuales psicodélicos en las pantallas, eran la dupla perfecta para que el público pudiera sentir, vibrar y vivir una noche inolvidable. “Dani California” fue una de las primeras canciones que tocaron y de inmediato las mil voces más se escucharon, al igual que las cervezas voladoras y uno que otro objeto de dudosa procedencia.

“Reach out”, “Aquatic mouth dance”, “Suck my kiss”, “Eddie” y “Soul to squeeze”, fueron tonalidades muy peculiares, lograron que el ambiente se tornara relajante y perfecto para solo sentir los ritmos en el cuerpo, la gran mayoría de fanáticos sólo movían la cabeza. Flea y John se adueñaron del escenario para improvisar un poco; unos minutos después toda la banda se reunió para tocar “Californication” y sin duda fue el momento cumbre, las linternas de los celulares alumbraban el recinto y la gente estaba muy emocionada. Es importante mencionar que a partir de ese momento las personas fueron abandonando el lugar y se notó bastante.

Tras tocar “By the way” las luces se apagaron y la banda salió de cuadro, pero era evidente que esa presentación no podía terminar allí. El cierre se dio con “Give it away”, una rola que puso a todos a mover el cuerpo, inevitable no resistirse a un ritmo como ese: “México, los amamos. Nos vemos pronto”, dijo Anthony.

Es verdad que faltaron algunos clásicos que la gente esperaba, hubo expectativa y tal vez solo hubo algunos pequeños errores (todos cometemos), pero claro que sus fanáticos seguirán esperándolos con amor. 

El festival se encontraba a unas cuantas horas de cerrar sus puertas, pero no podía hacerlo sin antes presentar a Enjambre, una banda muy querida y aclamada. Al principio el foro estaba muy vacío, pero en realidad pasaron algunos minutos para que la gente se sintiera atraída por la musicalidad y llegara a cantar los imperdibles.

“Y la esperanza” y “Visita” fueron las canciones que inauguraron el concierto, claro que fueron recibidos con aplausos y muchos gritos. De inmediato sonó “Sábado perpetuo”, la cual hizo que la audiencia coreara e incluso algunos bailaran, tomemos en cuenta que por la hora muchas personas ya estaban cansadas. 

“Es un placer estar aquí en este festival, grande en todos los aspectos, pero grande sobre todo por ustedes. Gracias por compartir un momento tan especial, gracias por cantar con nosotros, esto es Enjambre”, expresó Humberto, vocalista de la banda.

El sonido eléctrico y las letras nostálgicas son algo que caracterizan a la agrupación, claro que sus fanáticos siguen recordando y disfrutando sin importar los años, la magia se siente y Enjambre sigue demostrando su evolución. El frío tampoco fue impedimento para no continuar la presentación, la gente lloraba de la emoción (o nostalgia) y algunos otros estaban disfrutando al máximo, una variedad de fanáticos que se han mantenido leales por años. 

“Divergencia”, “Manía cardiaca”, “Dulce soledad” y “Somos ajenos” fueron parte de la setlist de la noche. “Elemento” fue la canción que terminó todo, entre aplausos, gritos, lágrimas y confeti, la banda levantó una vez más el festival.

Cabe señalar que el festival también contó con grandes presentaciones de La Maravillosa Orquesta del Alcohol, Siames, Los Dynamite, Kinky, Resorte, Plastilina Mosh, Kase O y Paul Oakenfold. 

De esta manera fue concluyendo otra edición más de Vive Latino, también nos parece relevante comentar que el sonido del recinto tuvo algunas fallas y fue evidente durante las tres presentaciones. ¡Hasta el próximo año!

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