Escenario

Rocío Aguirre, una fotógrafa entre la publicidad y el arte: “No me quiero quedar cómoda en un lugar”

ENTREVISTA. La fotógrafa chilena y novia de C Tangana concluyó la gira de presentaciones de su libro ‘Rocío [2008-2022]’ en la Ciudad de México

Especial

Imagen de la fotógrafa.

Imagen de la fotógrafa.

Cortesía

Revisité todos estos recuerdos y dije, ha sido una buena vida”, expresó Rocío Aguirre sobre este ejercicio personal donde revisó 14 años de fotografías para la creación de su libro y que implicó toda una aventura que parece la premisa de una película. Durante la época de confinamiento, decidió retomar este proyecto y regresó a su país de origen a rescatar una maleta llena de revelados fotográficos de las manos de un antiguo amor.

Fue un proceso muy complicado, principalmente por la solicitud de permisos de imagen. También fue intenso porque tuve que revisitar todo mi pasado visualmente. Tengo presentes todas las fotos que he hecho en mi vida y mientras las veía, me acordaba de lo que pasó en este momento, incluso, la temperatura exacta”, compartió Rocío en una conversación para Crónica Escenario.

En 2019, la fotógrafa sale de Chile para estudiar en España. Ante la falta de industria en varias áreas profesionales del país, los artistas chilenos han declarado que se ven obligados a viajar a otros países para ampliar sus oportunidades de crecimiento. “Tal cual. Me fui a España porque sentía que había llegado a un tope. Me pude quedar ahí y vivir económicamente bien, pero yo no quiero eso en mi vida. No me quiero quedar cómoda en un lugar”, declaró la fotógrafa.

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El valor de la intimidad cotidiana 

Descubrió la magia de la fotografía mientras acompañaba a sus padres a su trabajo en una agencia de publicidad en la capital. A los 15 años, en compañía de amigos, comienza a tomar fotografías que retrataban paisajes urbanos con una cámara analógica y montó una exitosa exposición en el sótano de una casa de cultura. Esa visión artística y documental donde destaca el valor de lo cotidiano que comenzó en su adolescencia, presenta evidencia de su evolución en el libro Rocío [2008-2022].

A lo largo del libro se encuentran escenas de la juventud latinoamericana que nació en los noventas, personas en la playa, fiestas con amigos, los excesos, la desnudez, la rebeldía, el amor y letreros neón.

Admiro mucho la fotografía que hace Nann Goldin, donde expresa su vida y su intimidad, sin ánimo de juzgar lo que está pasando, sino meramente como un espectador. Entonces, a lo largo de la recopilación del libro, son fotos que iba haciendo sin saber qué fin iban a tener, pero que al final me doy cuenta que no hay juicios, es solamente decir: esta es mi vida. Muy objetivo, pero al mismo tiempo muy íntimo”, añadió.

Entre las anécdotas que compartió sobre su realización, destacó que para hacer la selección, tapizaba toda una habitación con las fotografías, pero tapaba con folios los desnudos por si entraba alguien. Ante esto, su novio, Antón Álvarez (C. Tangana) le decía: “cómo puede ser que vas hacer 500 copias del libro y va a estar en todo el mundo, pero lo estás tapando en tu propia casa”, mencionó entre risas.

Aún no soy consciente todavía del impacto que tiene el libro y del hecho de que la gente le pueda dar su interpretación. Cuando se lo regalo a alguna amiga cercana y de repente empieza a ver las partes más íntimas, aun me pongo nerviosa. Ya sé que todo el mundo lo ha visto y que lo hice a propósito, pero me cuesta mucho soltarlo, todavía sigue siendo muy mío”, mencionó la fotógrafa.

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En medio del forro rojo, la fotografía de unas medias atravesadas por unos tacones en el desierto es la cubierta que presenta el proyecto. La única pieza de la colección que habla de moda. Al reverso colocó la respuesta del reconocido fotógrafo británico Martin Parr al correo que le envió Rocío: “Dado que dices ser fotógrafa de moda, es muy bueno que no lo parezcas” (“Given you claim to be a fashion photographer, it's very good you don't look like one”).

El libro Rocío [2008-2022] cumplió con el objetivo de darle un hogar físico a los recuerdos que ha recabado desde los 19 años en orden cronológico. Sin más pretensiones, no colocó pie de fotos, ni buscó explicar cada escena. Incluso, para salir de esa autorreferencia, pidió que los textos incluidos fueran de otras personas.

El primer texto es de Maricris Herrera, diseñadora editorial de este proyecto, quien destaca del libro el valor histórico de lo que vivió una generación. Yvonne Venegas, fotógrafa mexicana (hermana de Julieta Venegas), hace un análisis más detallado de lo íntimo, lo familiar y lo femenino. Mientras que Antón Álvarez, habla desde la experiencia que fue ver de cerca el proceso de Rocío para darle vida a este proyecto.

La fotografía con la que despide el libro es un plano abierto de la ciudad de Nueva York, que emana una sensación más parecida al inicio de una película, que al final de un libro. “No sabía cómo hacer un ‘continuará’ porque no me estoy muriendo, sigue siendo mi vida. Tenía que ser algo esperanzador. Me gusta mucho Nueva York. No viviría ahí, me parece que tiene una terrible calidad de vida, pero me inspira mucho la luz que tiene y todo el movimiento cultural”, explicó la artista.

“La determinación de Rocío me da miedo”, escribió Pucho en el texto para el libro y Rocío ha demostrado esa característica desde el inicio de su carrera en donde ha hecho trabajo en el área de la publicidad y la moda con marcas como Levi’s, Nike, Pepsi, Calvin Klein, Dominnico y Late Checkout. Pero no deja de lado a la fotografía artística como el impulso que la mantiene en constante aprendizaje y en busca de inspiración.

Me gusta tener esta doble vida del lado artístico y el lado comercial. Tengo ganas de estudiar algo como historia del arte o teoría del color, que abra mi visión y que no solo sea un enfoque fotográfico. Estoy viendo qué me dice el cuerpo”, finalizó.