El cinefotógrafo mexicano Rodrigo Prieto estrena el 20 de octubre la nueva cinta de Martin Scorsese en la que participó, Los asesinos de la luna (Killers of the Flower Moon), y dijo a EFE que, como en todas las películas en las que participa, hay algo de su vivencia como mexicano en ella.
“Yo creo que es inevitable que lo que tienes detrás, tu misma cultura, aparezca. Y no es consciente, aunque algunas veces sí”, compartió el director de fotografía, quien ya había trabajado anteriormente con Scorsese en tres películas.
La cinta retrata una comunidad del pueblo originario osage en Oklahoma (centro de EU) en la década de 1920, donde sus miembros se han hecho ricos gracias al petróleo descubierto en sus tierras, y sigue a Ernest Burkhart (Leonardo DiCaprio), un hombre recién llegado que entabla un improbable romance con una mujer nativa, Molly Kyle (Lily Gladstone).
La película está basada en el libro homónimo de David Grann, que enlaza el origen del FBI con la investigación sobre las numerosas muertes de los osage tras la llegada de hombres blancos que se aprovecharon de ellos.
El director, no obstante, compartió en una exclusiva mesa redonda con algunos medios, incluyendo EFE, que se dio cuenta de que la historia estaba en otro lugar, en la historia de amor entre Ernest y Molly, que funge en la cinta como el eje central a través del que contar la historia de toda una nación.
Scorsese y parte del equipo estuvieron conviviendo con los osage durante años para adentrarse lo máximo posible en su cultura, de la que aprendieron múltiples enseñanzas, como el respeto, coincidieron Scorsese y Prieto en una conferencia de prensa celebrada en Ciudad de México.
El cinefotógrafo comentó que, al igual que la nación osage, hay muchos pueblos en América que son resultado de un mestizaje, de una cultura europea que vino a “colonizar, conquistar y dominar” culturas indígenas.
“Es un trauma, es algo duro, pero sin eso nosotros no estaríamos aquí en este momento, somos el resultado de esa violencia que causa fricción en nuestros corazones”, consideró.
Por esto, además de una exploración para lo artístico, Prieto vivió la convivencia con los osage como una exploración personal.
“Cómo me siento yo con los osage me pasa como mexicano cuando estoy cerca de una cultura indígena y me duele”, explicó, refiriéndose a que se siente extranjero, ajeno.
“Hay que entender lo que decía Scorsese, que todos somos seres humanos, compartimos ese planeta. Hay que respetar las culturas y quitar esas barreras que uno mismo siente y tratar de conectar corazón con corazón”, añadió.
El también director de fotografía de la exitosa película Barbie (2023), de Greta Gerwig, dijo que para esa cinta le habló a la directora sobre el color rosa mexicano, que está incluido en la paleta de colores, y para otros proyectos ha tenido inspiración en autores mexicanos como el muralista Diego Rivera.
Por último, recordó que el cineasta español Pedro Almodóvar, con quien trabajó en Los abrazos rotos (2009), le dijo que la razón por la que lo había contratado era que no iba a tener pudor de usar el color.
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