Como cada año, La Mole tuvo su primera edición de este año en la sede del WTC, ofreciendo una gran gama de invitados y eventos que fueron el deleite de la comunidad más geek de la ciudad. Entre los visitantes especiales que engalanaron esta edición estuvo el actor Ron Perlman, quien dio una charla interesante para los asistentes al último día de este evento y Crónica Escenario estuvo presente para escuchar un repaso por su carrera, sus pasiones y esa peculiar unión que tiene con Guillermo del Toro.
“Comencé mi carrera en 1973, en Nueva York. Me dediqué al teatro por unos siete años hasta que llegó un cineasta que estaba haciendo un filme acerca de cavernícolas llamada La Guerra del Fuego. Pensé que él, Jean Jacques Annaud, estaba impresionado con mi personalidad y virtuosismo en escena. Pero realmente le interesó mi aspecto físico, pues el hecho de que tuviera una frente bastante prominente y mis ojos un tanto hundidos hacían que pareciera un Neanderthal, casi como un simio, así que por eso me escogió. Vio en mí a su protagonista. Lo que pensé en ese momento es que, mientras siguiera interpretando esos papeles, tendría una exitosa carrera”, comenzó rememorando de manera irónica el histrión.
“Después me volvió a llamar para participar como el jorobado en El Nombre de la Rosa, la adaptación de Umberto Eco al lado de Sean Connery así como en otra cinta llamada Enemy at the Gates. Comencé a comprender a la comunidad de cineastas, dándome cuenta de que había ciertas personas con las que disfrutaba trabajar y con las que podía tener más colaboraciones. Con Annaud hice cuatro filmes. Pero fue al conocer a Guillermo, ‘El Gordo’, que mi carrera cambió drásticamente. Mi asociación con él comenzó aquí, en la Ciudad de México. Era mi primera visita al país y era su ópera prima, La Invención de Cronos”, mencionó un nostálgico Perlman.
En un Auditorio HIR que estaba repleto de fans, el actor habló también de su trabajo con los prostéticos para transmitir emociones a través del maquillaje. “Al comienzo, no me imaginaba actuar sin ellos porque no me sentía cómodo con mi físico. En el momento en que me cubrían de ello y me hacían irreconocible, me sentía libre de transformarme en el personaje. Me tomó un buen tiempo aceptar mi apariencia, por eso al comienzo de mi carrera prefería tomar trabajos que me hicieran un desconocido ante la audiencia. Desde La Guerra del Fuego, pasando por la serie de La Bella y la Bestia durante tres años, el hecho de no poder verme realmente me arrebataba el miedo a ser visto como era, así como la libertad de actuar transmitiendo mis emociones de mejor manera”, confesó.
A pesar de su vasta carrera, no cabe duda que su encuentro con Guillermo del Toro cambió por completo su carrera, entregándole uno de los papeles más queridos en ella: Hellboy. “Después de hacer Cronos con él, me presentó al personaje en los cómics en una tienda y dijo que quería hacer la cinta conmigo, a lo que solamente le respondí: buena suerte. Y es que, para que Hollywood acceda a darte 100 millones de dólares para hacer una película, tienes que tener a una estrella de cine como protagonista, ya sea Tom Cruise o Nic Cage. Yo era Ron Perlman, un completo desconocido”, expresó.
“Sin embargo, desde el primer momento, Guillermo quería que la estelarizara. Le dije que tenía mi bendición para sacar adelante el proyecto y no era necesario que lo hiciera yo. La cinta estuvo parada en Universal por unos cinco años hasta que le dieron el guión y le desearon buena suerte para levantarlo. Mientras tenía aún los derechos para realizar el filme, se vino el éxito de Blade 2, donde también participé. Fue ahí que se empezaron dar las circunstancias a favor para que sucediera”, añadió Perlman.
“Mientras, él siguió batallando para convencer a todos de hacer la película conmigo, hasta que se topó con un productor que lo pensó, hizo cálculos y le ofreció un trato para hacerla por 65 millones de dólares. Me llamó por teléfono para decirme que lo había logrado después de siete años. Al final, le costó cerca de 95 millones filmarla pero jamás olvidaré que se mantuvo firme desde el principio para elegirme como protagonista. Es algo que jamás ha sucedido de nuevo en mi carrera. Prefería no hacer el filme en lugar de llevarla a cabo sin mí. Eso es muy raro que suceda en la industria y estoy eternamente agradecido con él por ello”, manifestó alegre Ron.
Para adquirir ese matiz adorable pero salvaje de este icónico personaje de cómic, el histrión declaró: “Hellboy me interpretó a mí todo ese tiempo. En realidad, si lees el cómic verás que él se expresa con pocas palabras y su personalidad es escasa. Para la cinta, Guillermo tuvo que decidir qué identidad inyectarle a este héroe. Entonces pensó que debería ser alguien holgazán, que come pizza, se la pasa viendo televisión, entre otras cosas. De alguna forma, su carácter y forma de ser es la mía, la de Ron Perlman”.
Pero Ron no sólo ha destacado en mundos de fantasía, también en papeles dramáticos muy destacados como en las series Sons of Anarchy o Hand of God, siendo este último un papel que guarda mucho en su memoria. “Me gusta mi trabajo en todo lo que hago, pero ciertamente disfruté hacer a Pernell Harris en Hand (of God) porque, francamente, soy una persona bastante dominante, me gusta tener todo en control. Pero él era todo lo contrario a mí pues actuaba a voluntad de lo que Dios le decía, no podía controlar absolutamente nada de sus actos. Fue un reto que me presentó ciertos desafíos como actor, este rol era la antítesis de lo que soy”, declaró.
Asimismo, Perlman escribió un libro titulado Easy Street (The Hard Way), donde comparte sus memorias de este oficio. “Estoy muy orgulloso de esa publicación, nunca había escrito y francamente jamás me creí capaz de hacerlo. Al redactarlo, me pareció una oportunidad de compartir con otros actores mi experiencia, hacerles ver que no importa lo difícil que pueda ser este oficio, no están solos. Además, quería dejar este testimonio a mis hijos que se están dedicando a diferentes vertientes del arte, que funcionara como una especie de guía para ellos. Es una manera de expresar lo que me gusta y no de este mundo artístico, de lo bueno que pueden adoptar y lo que pueden rechazar. Me hace muy feliz lo que he plasmado en él”, expuso el popular actor.
Otra faceta que Ron ha comenzado es la de productor, algo en lo que también ahondó en esta charla. “Hace 10 años comencé a producir porque quería tener un mayor control en las decisiones que se toman dentro de los proyectos. Me interesa saber quién va a dirigir, a actuar, todo aquello que tiene que ver con los procesos creativos. Actualmente tengo cinco trabajos en puerta que me interesa realizar. Sigo aceptando trabajos como actor, pero la misión es dedicarle un tiempo a proyectos que me parezcan hermosos. Valoro mucho el poder trabajar con verdaderos artistas, por ello no actúo tanto como antes, pues estoy abriéndome paso en esta nueva etapa para realizar e impulsar pequeñas historias que no necesariamente tengan que ser comerciales sino que simplemente me cautiven y necesiten apoyo para concretarlas”, explicó.
Finalmente, Perlman ofreció una última reflexión ante la cuestión de hacer el papel de otro héroe similar a Hellboy en su carrera. “No todos los superhéroes usan capas. Me gusta hacer papeles que sean heroicos sin necesidad de tener poderes porque el heroísmo ya es algo muy fuerte. Si alguien está dispuesto a dar su vida para proteger a gente que ni siquiera conoce, eso es lo que define a un verdadero superhéroe”, concluyó ante el aplauso emotivo de la audiencia.
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