Escenario

La Santa Cecilia se despide de ‘Cuatro Copas’ con una noche de bohemia

COBERTURA. Este proyecto surge después de la pandemia, cuando la banda se reune con Dueto Dos Rosas, Patricio Hidalgo y Aida Cuevas para grabar en la Finca Altozano alrededor de una fogata acompañados de una botella de mezcal

Cantante de cumbia cantando en vivo
La Santa Cecilia en el Auditorio BB. La Santa Cecilia en el Auditorio BB. (Montserrat RM)

En una presentación con localidades agotadas, La Santa Cecilia cerró la gira de su disco Cuatro Copas, Bohemia en la Finca Altozano en el Auditorio BB. La noche del 2 de marzo, en medio del calor de su público y una la proyección del fuego de una fogata, “La Marisoul” Hernández, Miguel “Oso” Ramírez, Alex Bendaña y José “Pepe” Carlos compartieron temas entrañables de la música mexicana y de su propia composición.

Sigamos con esas canciones que nos conectan como familia porque eso somos esta noche, una gran familia”, expresó la vocalista emocionada. El primer bloque estuvo compuesto por canciones como “Nuestro juramento” de Julio Jaramillo“El Andariego” de Álvaro Carrillo y “Poquita fe” escrita por Bobby Capó.

“Estas canciones que ahora disfrutamos tanto como ustedes fueron un regalo para nosotros en Los Ángeles cuando aprendimos sobre el bolero. Muchos compositores ya no están, pero fueron generosos en dejarnos este gran regalo de su música”, comentaron, antes de interpretar “Mar y cielo”, la favorita del papá de La Marisoul, confesó la cantautora. 

La Santa Cecilia se ha caracterizado por fusionar su esencia americana y la tradición mexicana con la consciencia de que pertenecen a familias migrantes. Algunas de las canciones que han compuesto comparten su sentir por la situación que viven las personas que migran, entre la añoranza por la libertad y la melancolía por partir de su país natal. Fue así que la interpretación de “El Hielo (ICE)” la dedicaron a sus “hermanos migrantes”.

“Yo vengo a ofrecer mi corazón”, fue un tema de Fito Páez que grabaron a lado de Patricio Hidalgo, maestro del son jarocho y que sonó la noche de bohemia en el Auditorio BB. En conjunto con Nunca más, “La morena” y “La monedita” conformaron un bloque de canciones con un sentido social.

Después de un momento de cumbia en el que invitaron a bailar a los presentes con “La negra”, pasaron a la parte de bohemia donde complacieron las peticiones del público. Con una botella de mezcal en el escenario cantaron “Cuatro copas”, “La copa rota” y “Leña de pirul”

La banda no se detenía mucho a hablar, mantuvieron un ritmo muy activo con la serie de canciones. En una de sus breves intervenciones, La Marisoul compartió el origen de “Me estoy volviendo loca”, “se que a veces deberíamos tener más autocontrol cuando nos enamoramos de una persona, pero en mi cabeza no se puede, por eso escribí esta canción al calor de los alcoholes”, señaló la compositora e intérprete. Con ese tema se despidieron dejando al público aclamando una canción más.

Para el encore, con ellos aún fuera del escenario, se escuchó “Almohada”, que el público coreó con gran fuerza. Regresaron las jaranas, el requinto, el bajo y el acordeón junto a la vocalista para cantar “Dos botellas de mezcal” y ya con la banda completa, entonaron una canción de su autoría que habla sobre lo importante que es el momento de las bohemias para el alma de los músicos. Cerraron la noche con “Un mundo raro”, “Calaverita”, “Quiero verte feliz” y “Ella me enamoró”.

El cierre de esta gira también lo acompaña el recorrido de su documental Alma bohemia donde hablan de su historia y capturan la experiencia que vivieron en la Finca Altozano mientras grababan el disco a lado de Aida Cuevas, Patricio Hidalgo y Dueto Dos Rosas. Además preparan nuevo material discográfico con canciones de su autoría y su característico estilo que fusiona la música tradicional mexicana con rock, jazz, funk, cumbia, entre otros ritmos. 

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