Deseos viscerales, ensoñaciones variadas y un ambiente de constante tensión sexual envuelven a Leopard Skin, la nueva serie dramática de la plataforma de “streaming” Peacock (NBCUniversal), que se estrena este fin de semana como una de las grandes apuestas de la temporada.
Esta producción, obra del director venezolano Sebastián Gutiérrez, cuenta la historia de una banda de delincuentes que huye del atraco fallido a una joyería de diamantes y se ve obligada a esconderse en una finca situada en una remota playa mexicana.
Lejos de convertirse en el refugio que esperaban, los malhechores encontrarán un lujoso lugar donde viven dos inquietantes mujeres recluidas y un documentalista extraviado que viaja junto a su enigmática novia.
Lo que viene después es una sorprendente aventura que podría parecer superada o trasnochada por utilizar la típica estructura de atraco, fuga y toma de rehenes, pero que vira hacia una obra dramática que presta atención a esta clásica narración y se enfoca en la relación de sus personajes.
Los secretos, las ambiciones, las tentaciones y traiciones entre ellos funcionan como el hilo conductor de los 8 capítulos, en los que el espectador accede a una realidad onírica con saltos temporales e incluso puede llegar a perder la noción del desencadenante de la historia -el atraco- y sucumbir a los oscuros agujeros de la psique humana.
La serie está protagonizada por las actrices Carla Guguino (Alba Fontana, en la obra), Ana de la Reguera (Inocencia), Gaite Jansen (Batty), Jeffrey Dean Morgan (LaSalle), Amelia Ave (Maru), Gentry White (Malone), Nora Arnezeder (Sierra), Margot Bingham (Clover) y Philip Winchester (Max).
“Las buenas historias se construyen con personajes de personalidades profundas y ésta, sin duda, los tiene”, indicó Guguino a EFE en una entrevista previa al estreno.
En la serie, a menudo se revelan conversaciones interiores de los personajes, permitiendo a la audiencia penetrar en una dualidad conformada por cómo se muestran los protagonistas y cómo se ven ellos a sí mismos.
Un atractivo recurso narrativo muy presente en personajes como el del documentalista, que escucha una voz en off que reza “Me llamo Max Hammond y coqueteo con el peligro” cada vez que se encuentra en un aprieto.
“Son historias dentro de historias en un formato muy cinematográfico con componentes novelescos, por lo que visualmente creo que no dejará indiferente a nadie”, detalló la actriz estadounidense conocida también por otras series como Manhunt o The Haunting of Hill House.
Además, aunque adopta la forma de serie de drama, Gutiérrez optó por desengrasar la intensidad de la trama con chistes o chascarrillos siniestros que siembran dudas en el espectador acerca de con cuál de ellos empatizar; consiguiendo a la vez que se sienta cada vez más interesado por la historia.
El otro gran pilar visual de la obra es su empleo de la desnudez, escenas de sexo y el componente de la atracción sexual como medio para expresar, en ocasiones, la obscenidad o las turbias intenciones que esconden las relaciones entre sus protagonistas.
“Es algo muy provocativo y difícil de definir, son personajes tratando de encontrarse pero sin reprimir sus deseos; es el ser humano en sí mismo explorando sombras y oscuridad. Es nuestra naturaleza en sí misma”, manifestó la intérprete del personaje de Alba en la serie.
En definitiva, Sebastián Gutiérrez se vale de un enorme abanico de recursos para retratar a sus personajes de manera descarnada y utiliza el atraco y fuga inicial como pretexto para crear una historia tan inquietante como humana.
“Es mejor no ver Leopard Skin pensando ‘ah, esto está bien y eso está mal’ porque no es como funciona la serie y, quizás, tampoco la vida”, concluyó Guguino sobre esta producción disponible desde ahora en el servicio de “streaming” Peacock.
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