Escenario

“Sexo, chile y rock and roll”: Santero y Los Muchachos conquistados por la cultura mexicana

ENTREVISTA. Recientemente, la banda valenciana lanzó “Día de Muertos”, una festiva canción que homenajea a México y su agrupación anterior, La Pulquería

¡Los Ángeles Negros!
La banda Santero y Los Muchachos. La banda Santero y Los Muchachos. (CORTESIA)

Con los mismos acordes que “La Bamba” en acústica, entre las trompetas del mariachi y un rasgueo eléctrico de la década de los sesenta, Santero y Los Muchachos reviven “Día de muertos”, una canción que escribieron hace 20 años con La Pulquería. Con una atmósfera alegre como se vive esta tradición, la agrupación conformada por Soni Artal, Miguel Ángel y Josemán Escrivá, logra plasmar una historia de amor y eternidad.

Desenvuelto y entusiasmado por su primera vez en México con Santero y Los Muchachos, Miguel Ángel Escrivá, en entrevista para Crónica Escenario recordó su travesía por la música desde Mafarka en los noventa. Con esta agrupación sorprendieron la escena de rock en Valencia con un estilo influenciado por las míticas bandas de hard rock y punk británicas como Motörhead y The Cult.

En su búsqueda por cantar en español, durante las sobremesas con la guitarra española, un punto al que siempre llegaban eran las rancheras: “La mejor manera de convertirnos a cantar en castellano fue por la cultura mexicana. Los boleros y las rancheras nos hacían sentir bien con nuestro idioma. Entonces, jugando con los géneros clásicos y la distorsión, creamos un estilo que nosotros mismos decidimos llamar hard mariachi”, mencionó el vocalista de Santero y Los Muchachos.

“Casualmente, Soni había estado en México y nos contó varias cosas, como el Día de Muertos y mucho de la iconografía de la cultura mexicana. Nos sentíamos como niños con juguete nuevo. De repente estábamos en nuestro idioma descubriendo cosas de la cultura mexicana que decidimos convertir en canción”, así nació La Pulquería.

Con su hard mariachi, una mezcla de ska, hard rock y corridos mexicanos llegaron a diferentes escenarios en Ciudad de México, Puebla y Zacatecas. Con su disco Corridos de amor (2001), “vinimos con cierto miedo y todo el respeto porque no sabíamos cómo iba a tomar el público mexicano nuestra profanación sobre su cultura. Afortunadamente esa noche salió de maravilla, nos sentimos como los Beatles”. Después de su presentación en el Vive Latino, Miguel Ángel se tatuó un chile en el brazo: “México y el picante nos vuelve locos. Siempre decimos, ¡sexo, chile y rock and roll!”.

Otra parada previa a Santero, fue su banda Absenta que “cierra un ciclo de vida, amistad y barra familiar que hemos mantenido. Siempre hemos miramos a los clásicos que nos marcaron un poco el camino para Santero. Nos gusta hablar de las tres décadas que nos interesan en cuanto a sonido, que son los 50, 60 y 70 que se convirtieron en una mirada en común. Siento que Santero es un poco el proyecto donde vertemos todas estas pasiones por la música más clásica del rock y el pop primitivo”, compartió.

Su gusto por la música de aquella época pareciera que es una herencia de su padre el bajista de los Top- Son, José Escrivá. “El amor por los clásicos, lo que te demuestra es que cuanto menos sofisticado sea algo, mejor se mantendrá en el tiempo. Las pretensiones no son romper con algo nuevo, sino prolongar a nuestra manera la música que me gusta con nuestras historias”, enfatizó el también multiinstrumentista.

Su tercera producción de larga duración y la más reciente de Santero y Los Muchachos, Royal Cantina (2022), se posicionó entre los 20 mejores álbumes nacionales de la Revista Efe Eme. “Es un disco doble que plantea una diferencia entre lo bajo de lo sofisticado. Entonces, la parte de Cantina que es lo popular, tiene un sonido más acústico y lo ponemos en dualidad con Royal que tiende más a lo eléctrico”, explicó el músico.

En esta banda se abordan los temas elementales de la vida, muerte, amor y desamor: “estamos vivos, que no es poco. Tenemos una historia para contar como cualquiera. Solo que nosotros las hemos convertido en canciones”. Tan hermanados están con México que han creado un tema inspirado en el enigmático y paradisíaco estado de Oaxaca, sin conocerlo aun. “Nos pareció un lugar maravilloso por lo que sabíamos y la canción se la brindé a un amigo que estaba roto del corazón. Se suele decir que siempre nos quedará París, pero lo cambiamos a Oaxaca”. 

“A mallow flowery rain”, es una canción muy especial con Remez, un músico ucraniano con estilo del rock and roll de la década de los cincuenta que los contactó para hacer una colaboración. Admirados por su manera de cantar comienzan a escribir el tema, meses después lo vieron vestido de militar, sumido en la guerra: su país estaba siendo invadido por Rusia. “Me sorprendía que a pesar de todo, siguiera empuñando la guitarra”, expresó Escrivá.

“Vimos claro que lo que teníamos que hacer era una canción que refleje el contraste entre unos músicos que están en una normalidad, por así decirlo y él que está bajo el aluvión de bombas”, señaló. Remez proponía hacer algo más sobre la paz, pero Santero buscó un equilibrio más realista y esperanzador, al final a través de la unión de dos proyectos musicales se creó una canción sobre el amor. “Lo que más nos gustaría es poder darle un abrazo, que venga a tocar a España y conocernos. Esperamos que la guerra sea un capítulo que pase pronto”, mencionó.

Emocionados por compartir su música en México, explorar la gastronomía, la música y la tradición en carne propia, El Foro del Tejedor los recibió en sus primeros conciertos en México como Santero y Los Muchachos el 29 de septiembre y el 1 de octubre. “Quisiera tener otra vida para desarrollarla en México. Hay algo en común que es la actitud de la gente, la educación y lo bien que nos recibieron”, finalizó el vocalista de la banda con un profundo agradecimiento. 

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